Nuevo revés para Meloni: la justicia obliga a Italia a devolver un segundo barco con migrantes enviados a Albania
El tribunal de Roma suspende la detención de los siete migrantes que debían ser retenidos en el centro de Gjiader, a la espera del dictamen del Tribunal de Justicia de la Unión Europea
BarcelonaNuevo revés judicial para la política migratoria de Giorgia Meloni. Un tribunal de Roma ha remitido a la justicia de la Unión Europea la situación de los inmigrantes que el gobierno italiano había enviado el viernes a los controvertidos centros de retención construidos en Albania. El tribunal ha suspendido la sentencia de la detención de siete migrantes trasladados en barco, lo que impide que puedan continuar en territorio albanés, como prevé el acuerdo firmado por Giorgia Meloni y el primer ministro albanés, Edi Rama, y los obliga así a ser repatriados a Italia. Cinco de los siete migrantes de este segundo convoy habían visto rechazada su solicitud de asilo, de acuerdo al protocolo fronterizo aprobado por Meloni con el objetivo de acelerar los trámites.
Así pues, ha vuelto a pasar lo mismo que se produjo con el primer grupo de migrantes que fueron rescatados por las autoridades italianas y enviados al centro de retención de Gjiader, en Albania, en octubre. Esa vez, la deportación exprés fracasó porque un tribunal italiano observó que los países de donde procedían los migrantes no estaban incluidos en la lista de países seguros, según se desprendía de una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE. Posteriormente, el gobierno de Meloni modificó esa lista para evitar un nuevo fracaso en la deportación de migrantes. Pero la decisión de los magistrados de la sección de Inmigración de Roma supone un nuevo freno al proyecto de externalización del control fronterizo en Albania, que preveía acoger hasta 36.000 inmigrantes al año y que costará al estado italiano 800 millones de euros en cinco años. Hoy hace un mes que los centros están en funcionamiento y todavía están vacíos.
Al derivar el asunto a un tribunal europeo, la justicia italiana evita la confrontación directa con el ejecutivo italiano, que había acusado a la justicia de querer interferir en las decisiones políticas. El vicepresidente y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, había acusado a los jueces de "hacer política" por impedir las retenciones en los centros albaneses, mientras que la juez de la sección sobre inmigración del Tribunal de Roma, Silvia Albano, había denunciado "intimidaciones" y presiones" por parte del ejecutivo italiano. El ministro de Justicia, Carlo Nordio, también metió cucharada en la polémica este fin de semana e instó a la magistratura a "aplicar las leyes" sin entrar en el "factor político", y animó a sus socios políticos a "bajar el tono y evitar la crítica a las sentencias". Otros sectores habían denunciado la voluntad de Meloni de interferir en las decisiones judiciales por reunirse la semana pasada con el vicepresidente del Consejo Superior de la Magistratura, Fabio Pinelli.
Otra negativa
Pero éste no es la única vez que ha recibido el proyecto. Los doce migrantes que fueron trasladados el pasado 14 de octubre recorrieron después contra la denegación de sus solicitudes de protección internacional. Ahora, la misma sección de ese tribunal de Roma ha suspendido al menos cuatro de estas negativas de asilo. Uno de los motivos que destaca el decreto, que fija una nueva audiencia para los migrantes, es que "no se dispone de la grabación en vídeo de la vista frente a la comisión territorial". Otra anomalía del plan de Meloni para la repatriación a Gjiader, que preveía gastar más de un millón de euros en las salas donde se celebraban las audiencias telemáticamente. Ahora, sin embargo, no hay grabaciones en vídeo de estas audiencias.