Pelicot, a sus violadores: "La cicatriz nunca se cerrará"
En su última declaración al "juicio de la cobardía", reprocha a los 51 acusados que en ningún momento se detuvieran y denunciaran los hechos
BarcelonaGisèle Pelicot ha declarado este martes por cuarto y última vez ante el Tribunal Criminal de Aviñón, que juzga su exmarido y otros 50 hombres acusados de haberla violado repetidamente durante diez años mientras estaba drogada e inconsciente. Se trata de su última declaración antes de la sentencia del "juicio de la cobardía", tal y como la ha descrito ella misma. Dirigiéndose directamente a sus presuntos violadores, la mujer francesa de 72 años les reprochó haber perdido una década de su vida que ya no podrá recuperar. "La cicatriz no se cerrará nunca", ha dicho.
Pelicot, que este lunes vio cómo sus tres hijos declaraban y se encaraban con su padre y principal acusado, Dominique Pelicot, ha explicado que desde que empezó el procedimiento judicial ha sentido "cosas inaudibles, inaceptables". En este sentido, preguntó a los acusados en qué momento le habían pedido permiso para violarla. "Siento rabia hacia estos hombres porque en ningún momento pararon, en ningún momento denunciaron. Vinieron a satisfacer sus pulsiones sexuales. Podían parar en todo momento y ni uno solo denunció. Esto llama la atención", denunció. girándose hacia ellos y señalándolos con el dedo.
"Que la sociedad, machista, abra los ojos"
La mujer francesa, que calcula que fue violada unas 200 veces, indicó en repetidas ocasiones que decidió que las audiencias del juicio fueran públicas para que "la vergüenza cambiara de bando" y este martes insistió en que espera que "la sociedad, machista , abra los ojos y cambie su mirada sobre la violación". Sobre el comportamiento de su marido, consideró que tenía una gran frustración sexual, pero como sabía que ella no aceptaría participar en clubes de intercambios de pareja, optó por drogarla y hacer con ella "lo que quería".
En su declaración del lunes, también los hijos cargaron contra el padre. David y Florian Pelicot, de 50 y 38 años, explicaron la conmoción que supuso para ellos enterarse de que su padre había estado drogando durante años a su madre para que cientos de desconocidos la violaran. "Desde el 2 de noviembre del 2020 nuestra vida como familia ha sido destruida. Hemos vivido un gran tsunami", declaró David Pelicot, el hermano mayor. Hasta entonces sólo su hija, Caroline –a la que el acusado fotografió durmiendo en ropa interior–, había hablado en el juicio. La familia sospecha que a ella también la drogó y abusó de ella sexualmente, algo que no ha podido ser confirmada durante el juicio.
Tras la última declaración hoy de Gisèle y también de Dominique Pelico, está previsto que mañana miércoles comiencen los alegatos de los abogados de la acusación particular y la próxima semana será la Fiscalía la que solicite las penas para los acusados antes de la intervención de los abogados.