Francia

El plan de Francia para frenar el déficit: reducir funcionarios, eliminar días festivos y congelar prestaciones sociales

El primer ministro presenta un plan de cuatro años para ahorrar 44.000 millones de euros recortando en todos los ámbitos salvo en defensa

BarcelonaEl primer ministro francés, François Bayrou, presentó este martes un plan de cuatro años para sanear las finanzas públicas, que se basa principalmente en la reducción del gasto público en todos los ámbitos, con la única excepción de la defensa. Entre las medidas más destacadas se encuentran la supresión de 3.000 puestos de trabajo en la función pública, la congelación de las prestaciones sociales el próximo año y la eliminación de dos días festivos nacionales.

En un discurso de más de una hora, en un atril con el lema "La hora de la verdad", Bayrou ha querido transmitir la gravedad del momento e incluso ha comparado la situación actual de Francia con la Grecia de 2010, cuando tuvo que ser rescatada. "Nunca debemos olvidar el ejemplo de Grecia", recomendó el jefe de gobierno francés.

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"Nos hemos acostumbrado al déficit. Hace más de cincuenta años que nuestro país no presenta un presupuesto equilibrado", ha lamentado. Bayrou ha anunciado que el objetivo es ahorrar 43.800 millones de euros en el presupuesto del próximo año. Francia registró un déficit del 5,8% del PIB el pasado año, el más alto de la zona euro, y muy lejos del límite del 3% que marca Bruselas. Con este plan, el objetivo es reducirlo hasta el 4,6% en el 2026 y que llegue al 2,8% en el 2029.

El primer ministro se ha referido a la "maldición" del sobreendeudamiento: "Si tienes déficit cada mes, si te ves obligado a pedir gastos y no te ves obligado a pedir préstamos mas tu cuota mensual aumenta, mes tras mes, te estás ahogando".

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2026, un "año blanco"

Ha dicho que 2026 será un "año blanco", es decir, que no se gastará ni un euro más que en 2025, salvo el gasto en defensa y de las cargas de la deuda pública, que representa actualmente el 114 por ciento del PIB. El gobierno y el Banco de Francia llevan tiempo advirtiendo de que los intereses de la deuda suponen 62.000 millones de euros (frente a los 30.000 millones de 2020) y que podrían alcanzar los 100.000 millones en 2029 si no se corrige el déficit. Bayrou ha incidido este martes y ha dicho que esto supondría que la carga de la deuda se convirtiera en la primera partida del presupuesto público de Francia. "Cada segundo la deuda de Francia aumenta en 5.000 euros", ha subrayado.

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El jefe de gobierno ha detallado que no sustituirán a uno de cada tres funcionarios que se jubilen y que se suprimirán 3.000 puestos de trabajo del sector público a partir de 2026. "Todo el mundo tendrá que participar en el esfuerzo", ha advertido.

También ha apuntado a una reducción de los gastos en salud: "Debemos recuperar el control de nuestro gasto sanitario. Si no hacemos nada, el gasto en sanidad aumentará en 10.000 millones de euros el próximo año y en 40.000 en cuatro años". "Hay modificaciones del comportamiento individual que pueden ayudar al equilibrio de la Seguridad Social sin degradar su calidad", dijo Bayrou, quien puso como ejemplo el exceso de pruebas de diagnosis como radiografías o escáneres. "Hay que ser conscientes de que la idea de «es gratis, tengo derecho» es mortal", ha declarado después la ministra del ramo, Catherine Vautrin.

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Además del plan para reducir la deuda pública, Bayrou ha defendido que también hay que aumentar la producción de Francia. Entre las medidas para conseguirlo, anunció el recorte de dos días festivos nacionales, y propuso el Lunes de Pascua y el 8 de mayo, cuando se celebra el fin de la Segunda Guerra Mundial. El primer ministro ha defendido que el Lunes de Pascua "no tiene ningún significado religioso" y que el otro día escogido ayudará a aumentar la producción "en un mes de mayo que se ha convertido en un auténtico queso gruyero".

Los medios franceses habían especulado con un posible incremento impositivo, pero Bayrou ha dicho que el gobierno no tiene planes de costear la reducción de la deuda con el aumento o la creación de impuestos.

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Incremento del gasto militar

Bayrou ha presentado su plan de austeridad sólo dos días después de que el presidente francés, Emmanuel Macron, anunciara un incremento adicional del gasto en defensa, de 6.500 millones de euros en los próximos dos años. "Para ser libres debemos ser temidos", justificó, y dijo que Francia debía dar ejemplo a sus socios europeos. "Nunca, desde 1945, la libertad de nuestro continente había sido tan amenazada ni había sido tan dependiente de nuestras propias decisiones", sostuvo.

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Si se acaba aprobando este incremento en defensa en la Asamblea Nacional, el gasto en este ámbito se habrá duplicado en diez años: de los 32.000 millones en el 2017, cuando Macron asumió la presidencia, hasta los 64.000 del 2027, del 2027, de PIB. Y el objetivo es llegar a los 67.400 en 2030.

Macron encargó al gobierno de François Bayrou que buscara la manera de hacer este esfuerzo sin tener que recurrir a nueva deuda. "Nuestra independencia militar es indisociable de la independencia financiera", dijo en un discurso el domingo por la noche desde el ministerio de Defensa.

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Negociaciones políticas

Ahora empezarán las negociaciones, ya que el gobierno liberal de Bayrou no tiene mayoría en la Asamblea Nacional. El anuncio antes de las vacaciones le da margen, ya que los debates presupuestarios no empezarán hasta finales de octubre. De este modo, Bayrou intenta que no le ocurra lo mismo que a su predecesor, Michel Barnier, que fue nombrado el pasado septiembre, tuvo que redactar un presupuesto a toda prisa y no salió adelante. A principios de diciembre la cámara baja aprobó una moción de censura contra el primer ministro y su ejecutivo con los votos de los partidos del bloque de izquierda y los de la extrema derecha de Reagrupament Nacional.

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En ese momento, Barnier propuso un ahorro de 60.000 millones de euros en un año, principalmente con el aumento de impuestos a los ricos ya las grandes empresas y el recorte del gasto, especialmente en educación y sanidad. Pero con la moción de censura y la caída del ejecutivo, todo ello quedó en papel mojado. Ahora Bayrou tiene tiempo para intentar mover hilos y que no le ocurra lo mismo, pero parece claro que tendrá que hacer concesiones para asegurarse apoyos externos, de la extrema derecha de Marine Le Pen y quizás también de los socialistas.

De momento, Le Pen ya se ha mostrado descontenta con el plan del gobierno, que considera que "prefiere atacar al pueblo francés, trabajadores y jubilados en lugar de abordar el desperdicio" a través de ahorro en ámbitos como la inmigración y la contribución a la Unión Europea. "Si François Bayrou no revisa su plan, lo censuraremos", avisó. El líder del partido de izquierdas Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, ha dejado claro que apoyará una moción de censura contra el gobierno: "Bayrou lleva al máximo absurdo la política macronista: destruir el estado y los servicios públicos para dejar paso al mercado [...]. Hay que destituir a Bayrou".