Putin se reunirá con Kim Jong-un para hablar de armamento
El régimen de Corea del Norte podría abastecer a Moscú de artillería y misiles antitanques para la guerra de Ucrania
BarcelonaEl líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, viajará este septiembre a Rusia para reunirse con el presidente ruso, Vladimir Putin, y hablar de la posibilidad de suministrar armas al Kremlin para la guerra de Ucrania. Lo ha revelado el New York Times de fuentes estadounidenses y aliadas, que dicen que una delegación norcoreana ha estado ya en Rusia para planificar la visita.
Kim Jong-un podría viajar en su tren blindado hasta Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia, según este rotativo, que apunta la posibilidad de que la reunión se produzca durante el Foro Económico del Este, del 10 al 13 de septiembre. No es la primera vez que el dictador norcoreano se reúne con Putin, ya se entrevistaron en Vladivostok en el 2019, pero este nuevo encuentro llega en un momento de máximo aislamiento político de Rusia y con un claro objetivo de reforzar la colaboración militar y armamentística entre ambos países, con la guerra de Ucrania como contexto.
Putin quiere conseguir proyectiles de artillería y misiles antitanques y ofrece a cambio a Kim Jong-una tecnología avanzada y submarinos nucleares, según estas mismas fuentes. El régimen norcoreano, además, está necesitado de ayuda económica para superar su grave problema de seguridad alimentaria. Las sanciones económicas y las consecuencias de la pandemia de covid-19 llevaron al propio Kim Jong-un a admitir públicamente, en el 2021, que el país pasaba una crisis similar a la gran hambruna de los años 90.
La guerra de Ucrania está reavivando así una alianza de la Guerra Fría. Rusia había apoyado hasta ahora las sanciones de la ONU contra el régimen norcoreano, pero el año pasado –por primera vez desde el 2006– se sumó a China por vetar nuevas sanciones a Pyongyang. Al mismo tiempo, Corea del Norte ha sido uno de los pocos países que han votado en contra de las resoluciones de la ONU contra la invasión rusa de Ucrania, junto con Bielorrusia, Siria y Eritrea.
El pasado mes de julio el ministro de Defensa ruso, Sergei Xoigú, visitó Pyongyang y participó en los actos oficiales del 70 aniversario del fin de la Guerra de Corea. El ministro ruso presenció el desfile militar que marcó el día con la exhibición de sus misiles balísticos.
Posibles maniobras militares conjuntas
Este mismo lunes, además, Xoigú admitió a los medios que se está debatiendo la posibilidad de realizar maniobras militares conjuntas con Corea del Norte. "¿Por qué no? Son nuestros vecinos. Hay un dicho ruso que dice que no eliges a tus vecinos, pero es mejor vivir con ellos en paz y armonía", dijo en respuesta a la pregunta de si habría ejercicios militares conjuntos, según informa Interfax.
Moscú admitió también públicamente que mantiene conversaciones políticas con Pyongyang para emplear a unos 50.000 trabajadores norcoreanos en su territorio, lo que iría en contra de las sanciones económicas a Corea del Norte, según Reuters.
Estados Unidos ya ha acusado en varias ocasiones a Corea del Norte de estar suministrando armas a Rusia para su guerra en Ucrania, pero tanto Moscú como Pyongyang lo han negado siempre hasta ahora. El pasado miércoles el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, ya anunció que había conversaciones entre Rusia y Corea del Norte para pactar una reunión de Putin y Kim Jong-un donde querían llegar a un acuerdo de armamento, según contaba Politico.
"Cualquier acuerdo armamentístico entre Corea del Norte y Rusia violaría directamente varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU. Estamos siguiendo la situación de cerca. Urgimos a Corea del Norte a cesar sus negociaciones armamentísticas con Rusia y a cumplir sus compromisos públicos de no proveer de armas a Rusia", decía Kirby. Y todavía hacía una interpretación política de ese acercamiento de Moscú al régimen norcoreano: "Es difícil mirar esto y ver algo más que debilidad", dijo en alusión al Kremlin.
Durante la Guerra Fría, Corea del Norte contó siempre con el apoyo político y económico de la Unión Soviética. De hecho, el colapso de la URSS fue uno de los factores clave que desataron la gran hambruna de los años 90 en Corea del Norte. Pero hasta la guerra de Ucrania, Rusia se había sumado siempre a las sanciones de la ONU contra Pyongyang, impuestas por los suyos intentos de conseguir armas nucleares. Ahora la segunda potencia nuclear del mundo se acerca de nuevo al hermético régimen dictatorial norcoreano, rehaciendo los equilibrios geopolíticos de un mundo cada vez más inestable.