Reino Unido y la Unión Europea se dan una segunda oportunidad
Starmer y Von der Leyen quieren pasar página del Brexit y escenifican un nuevo acercamiento a Bruselas
BruselasLondres y Bruselas quieren pasar página del trauma del Brexit y darse una segunda oportunidad. Esto es lo que se desprende de las palabras de este miércoles del primer ministro británico, Keir Starmer, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que se han reunido por primera vez en la capital comunitaria desde que el Reino Unido abandonó la Unión Europea. Por un lado, el líder británico ha apostado por "dejar atrás" al Brexit y "restablecer una relación estable y positiva". Y, por otro, la líder de Bruselas ha coincidido en la necesidad de construir unos lazos más "estrechos" con Reino Unido.
Desde que Starmer, que era un fervoroso defensor de mantener el Reino Unido dentro de la UE, ganó las elecciones británicas, se preveía que tarde o temprano visitaría Bruselas. Y después de años y cerraduras de ejecutivos conservadores en Downing Street, el laborismo finalmente ha vuelto con ánimo conciliador y también la voluntad de minimizar algunas consecuencias del Brexit. Incluso Von der Leyen y Starmer se han comprometido a celebrar una cumbre entre la Unión Europea y Reino Unido de forma regular para avanzar en el restablecimiento de las relaciones, y la primera ya se hará a principios del próximo año.
Una de las cuestiones principales que está sobre la mesa es la gestión de la inmigración. Tanto Bruselas como Londres están dispuestos a colaborar para reducir la entrada de recién llegados que lleguen de forma irregular. Ahora bien, sobre todo le interesa en Reino Unido. Con el Brexit, lejos de lo esperado, la entrada de inmigrantes en territorio británico se ha disparado: mientras en 2016 la inmigración neta fue de 248.000 personas, en 2023 alcanzó las 685.000, según informa Quim Aranda desde Londres.
Por otra parte, Londres y Bruselas también están estudiando un nuevo programa de movilidad de estudiantes para beneficiar el intercambio de alumnado. Y, de nuevo, el principal interesado es el Reino Unido. Downing Street considera que con un acuerdo de este tipo podrían acabar con la crisis que atraviesa su sector universitario por la pérdida de alumnos extranjeros, que en estos momentos se encuentran con impedimentos burocráticos y económicos para acceder a estudios británicos. Sin embargo, algunos líderes laboristas también les incomoda esta iniciativa porque podría interpretarse como un mensaje favorable a la entrada de recién llegados de todo tipo y no sólo de estudiantes.
Otro de los intereses del Reino Unido es llegar a un acuerdo veterinario para facilitar el tráfico de mercancías del sector primario. Además, también se quiere reducir los trámites burocráticos que deben afrontar los artistas británicos que quieren trabajar o realizar una gira en los diferentes estados miembros de la UE. De hecho, el Brexit ha provocado que sobre todo los cantantes del Reino Unido hayan reducido de forma sustancial el número de conciertos que realizan en el blog comunitario.
La UE quiere evitar un Brexit a la carta
Sin embargo, más allá de la inmigración, Bruselas y la mayoría de Estados miembros aún no han digerido que el Reino Unido los dejara. Y, al menos por ahora, no están dispuestos a aceptar una especie de Brexit en la carta y que Londres sólo se quede con todos los beneficios que le reportaría estar dentro de la UE. Por eso, habrá que ver hasta qué punto las instituciones europeas ceden en las peticiones de Downing Street, aunque el tono de los laboristas sea muy distinto a los conservadores.
El encuentro entre Starmer y Von der Leyen, el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, también ha servido para ratificar el apoyo de ambas partes en Ucrania y para pedir otra vez un "alto el fuego inmediato" en Líbano y Gaza. De hecho, el comunicado conjunto señala que Reino Unido y la Unión Europea deben trabajar juntos ante todo este contexto "incierto" y los "retos globales" que debe afrontar, como la pérdida de competitividad de Europa ante los Estados Unidos y China.