Segunda noche consecutiva de "violencia racista" en Irlanda del Norte

LondresSegunda noche consecutiva de violencia en la ciudad de Ballymena, 45 kilómetros al norte de Belfast (Irlanda del Norte), en la que la policía ha definido como "disturbios racistas" que, parcialmente, se han extendido, sin tanta gravedad, a algunas zonas del norte de la capital de la provincia y en los pueblos de Newtownabbey y Cartown. Los manifestantes lanzaron cócteles molotov, ladrillos y cohetes contra la policía, que les respondió con balas de goma, cañones de agua y la presencia de perros antidisturbios. Si la noche del lunes se registraron once heridos entre las fuerzas de la policía, en esta ocasión hubo diecisiete.

Los altercados comenzaron este martes sobre las ocho de la tarde (hora local), cuando un grupo de unas trescientas personas pusieron barricadas en diferentes calles de la ciudad, a las que después prendieron fuego. Los manifestantes también prendieron fuego a seis viviendas, hasta el extremo de que una de las familias residentes, con tres niños pequeños, tuvo que refugiarse en el desván hasta la intervención de los bomberos, según el testigo de la diputada en la asamblea de Stormont, Sian Mulholland, del Partido de la Alianza, que no se define por de Irlanda del Norte: católicos y protestantes. Varios establecimientos comerciales de Ballymena también han sido atacados. De momento, sólo una persona, de 29 años, fue detenida, acusada de conducta tumultuaria, desórdenes públicos, tentativa de daño criminal y resistencia a la autoridad.

Los incidentes se iniciaron el lunes, cuando dos adolescentes de 14 años, de nacionalidad rumana, comparecieron ante un tribunal de Coleraine, a 44 kilómetros de Ballymena, acusados ​​de haber agredido sexualmente a una chica menor de edad. al fuego, cuando dijo que las tensiones en la zona con la población extranjera hacía tiempo que existían por una "sobresaturación de migrantes". que hablaba también de "inmigración descontrolada", han sido muy criticadas por otras fuerzas políticas de la provincia. La psicosis entre la población extranjera empieza a ser tal que algunos vecinos de Ballymena han empezado a marcar las puertas de su casa para indicar su nacionalidad. preocupación. Los hechos de Ballymena remiten a los estallidos de violencia contra la población musulmana que se registraron el año pasado en varias ciudades inglesas, después de que un chico de 19 años matara con un cuchillo a tres niñas de entre seis y nueve años que participaban en un esparcimiento en Southport, cerca de Liverpool.