El trumpista Nigel Farage llama a "reactivar a un ejército popular contra el establishment"
El líder del Reform Party es agredido con un batido de McDonald's en la ciudad que ha elegido para presentarse a la elección de los Comunes
LondresEl pasado siempre vuelve, pero en las elecciones generales del Reino Unido no se bailan tangos, sino que el baile es de bastones. Y quien ha irrumpido en la carrera para darle a diestro y siniestro es un viejo conocido de la política británica y europea, el racista y ultra Nigel Farage, el hombre que con su retórica populista, euroescéptica y trumpista adelante la lettre escoró el Partido Conservador hasta el punto de forzar el referendo del Brexit. Farage concurrirá por octava vez a un asiento en la Cámara de los Comunes. Y en esta ocasión quizá tenga más posibilidades que nunca de conseguir el escaño. Al menos, en el acto de lanzamiento de su candidatura, este mediodía en Clacton-on-sea, ha congregado a cientos de devotos que toman su palabra como la de un nueve mesías.
La resurrección de Farage –"Una revuelta política", promete– llega en el momento de mayor debilidad para los tories, cuando la última encuesta publicada para las elecciones del 4 de julio, este lunes, prevé un desastre de proporciones históricas, con la pérdida de 225 escaños para el premier Rishi Sunak y los suyos, y un triunfo del laborismo del mucho más que moderado Keir Starmer, incluso más holgado que el que logró Tony Blair en 1997. La encuesta se ha hecho con una muestra de más de 50.000 personas en todo el país, analizando las características específicas de cada circunscripción. El mismo sistema previó con mucho acierto el Parlamento sin mayoría de 2017 y el triunfo incontestable de Boris Johnson de 2019.
Al terminar el acto, y cuando Farage salía del pub Wetherspoons local –cadena propiedad de un conocido brexitero– andando rodeado de miembros de su partido, de la seguridad y de seguidores hacia el autobús de campaña, una joven le ha echado encima lo que parecía ser un batido, quizá de leche, que había adquirido en McDonald's. No es la primera vez que Farage sufre una agresión similar durante una campaña electoral –también sufrió una en las elecciones del 2019 en Newcastle–. El batido sobre un traje de no menos de 3.000 libras no ha sido el único rechazo a Farage, que junto a los cientos de personas que han escuchado su intervención entre aplausos también ha visto como un grupo de ciudadanos le recibía con una pancarta en qué se leía que no era "bienvenido" a Clacton. La mujer que le ha echado la bebida, de 25 años, ha sido arrestada junto a otra persona.
Horas después, sin embargo, en las redes sociales se ha empezado a especular sobre el sospechoso parecido entre la agresora y una conocida admiradora de Farage, una tal Emily Hewertson, que tiene en sus redes algunas fotografías muy cariñosas con el líder populista.
Decisión de presentarse
Durante el fin de semana, Farage cambió de parecer y después de decir que no se presentaría a las elecciones y que sólo haría campaña por el Reform Party como presidente honorario, anunció que sí concurriría a las elecciones por el distrito costero de Clacton- on-Sea. En esta circunscripción en el 2014 los ciudadanos eligieron en una elección parcial como diputado un tránsfuga de los conservadores, Douglas Crswell, que se presentó entonces por el racista UKIP, en ese momento liderado por Farage.
Y este mediodía, desde el muelle de un pueblo costero que en 2014 destruyó murales de Banski porque denunciaban el racismo latente de la población y no gustaron a las autoridades locales, ha instado a los votantes de Clacton a convertirse en un "ejército popular" para ayudar al país a "volver al buen camino". Rodeado de fieles, ha dicho: "Gracias por venir esta mañana en un número tan increíble. Siempre es arriesgado hacer un evento al aire libre, pero estás aquí. Y lo que necesitamos es reactivar un ejército popular, un ejército popular contra el 'establishment, un ejército popular que quiera devolver a este país al camino correcto".
El Reform –tras haber tenido el nombre de Brexit Party en las elecciones del 2019– es el heredero del UKIP, pero mantiene la misma ideología. El leitmotiv y la razón principal de ser sigue siendo la oposición a la inmigración. Farage sólo tiene una idea en la cabeza: reducir a cero la inmigración en Reino Unido. Ahora bien, la estructura del partido es como la de una compañera privada, con Farage como el máximo accionista, lo que le ha permitido asumir también el papel de líder de la formación.
Renunciar al Tribunal Europeo de Derechos Humanos
Con estas credenciales, este mediodía ha presentado su candidatura. Entre otras soluciones para reducir la inmigración limpia a cero y hacer efectivas las deportaciones, Farage propone abandonar el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que ha actuado como freno de última instancia, por ejemplo, en el momento en que el gobierno de Boris Johnson quería salir adelante las primeras deportaciones de migrantes sin papeles en Ruanda.
Menos de 24 horas después de haber anunciado su regreso a primera línea, el temblor de los conservadores les ha llevado a anunciar nuevos límites a la inmigración, pero sin poner una cifra concreta, que en el pasado no han podido cumplir. En términos absolutos el pasado año la inmigración neta se situó en 685.000 personas, un 10% menos que en el 2022, que alcanzó el récord histórico de 764.000. La paradoja de la situación es que desde el Brexit las cifras se han multiplicado por tres, aunque Farage aseguró que con la salida de la Unión Europea se conseguiría el llamado "control de las fronteras".
Sustitución de los conservadores
Pero la candidatura de Farage para las elecciones de 2024 va mucho más allá del 4 de julio. En esta ocasión, a diferencia de 2019, el Reform Party presentará candidatos a toda Gran Bretaña –no a Irlanda del Norte–, con lo que el daño que puede causar a los conservadores es mucho más acentuado, especialmente en los distritos más disputados. En resumen, Farage plantea una operación a largo plazo de sustitución de los conservadores.
Lo ha dicho en una entrevista en ITV News este martes. "Puede especular sobre qué pasará dentro de tres o cuatro años, lo único que les diré es que si el Reform Party tiene éxito de la forma que creo que puede tener, entonces una parte del Partido Conservador se unirá a nosotros . No quiero unirme al Partido Conservador, creo que lo mejor sería absorberlo". Una operación que pretende mimetizar la transformación trumpista del Partido Republicano de Estados Unidos. "Seremos la voz de la oposición: lo he hecho antes, volveré a hacerlo y sorprenderé a todo el mundo", asegura.
Mientras tanto, esta noche tendrá lugar el primer debate cara a cara entre el primer ministro, Rishi Sunak, y el jefe laborista y aspirante premier, Keir Starmer.