Reino Unido

Unos túneles a 200 metros del círculo de Stonehenge amenazan a los milenarios monolitos

Contra la oposición de los vecinos, arqueólogos y urbanistas, el gobierno británico aprueba la ampliación de una carretera que pondrá en riesgo el yacimiento

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Stonehenge, el monumento prehistórico más famoso de Europa

LondresLas piquetas, excavadoras y coches amenazan el monumento prehistórico más famoso de Europa y quizás del mundo, el templo de Stonehenge, de unos 4.500 o 5.000 años de antigüedad, situado a 146 kilómetros al oeste de Londres, en la llanura de Salisbury, en el condado de Wiltshire.

Después de casi treinta años de tira y afloja y de todo tipo de planes abandonados, revisados y reactivados, el gobierno británico acaba de volver a aprobar el proyecto para ensanchar la carretera A303, que conecta la capital británica con la zona de Devon y Dorset (en el suroeste de Inglaterra) a solamente 200 metros del impresionante templo de piedra. La carretera actual, de hecho, corta casi por la mitad el espacio considerado yacimiento arqueológico, de 25 kilómetros cuadrados, donde además del templo hay todo tipo de restos del neolítico y la edad del bronce, incluido un cementerio.

La decisión final del ministerio de Transportes ha sido muy contestada desde distintos ámbitos la izquierda, cómo The New Statesmen, y de la derecha, como The Daily Telegraph. Además, hasta cinco inspectores de planificación urbanística habían desaconsejado convertir la carretera, de un solo carril de ida y vuelta, en una autovía de dos carriles por banda. El ahorro de tiempo que supondría la nueva ruta en un viaje entre Londres y Dorset, por ejemplo, es de sólo 8 minutos, de acuerdo con el proyecto. Pero la versión oficial es que el desdoblamiento evitará las numerosas colas que ahora se producen en ese tramo paralelo a Stonehenge.

Otra imagen del templo prehistórico de Stonehenge, al fondo, visto desde la carretera A303, que el gobierno británico pretende ampliar pese a la oposición vecinal y los riesgos que implica para el monumento.

Guardado hasta ahora en un cajón que se abría y se cerraba de vez en cuando, la reactivación definitiva del proyecto tuvo lugar en el 2020 cuando el gobierno de Boris Johnson dio su visto bueno. Sin embargo, después de conseguir recaudar hasta 50.000 libras para hacer frente a los gastos legales, la asociación Stonehenge Alliance interpuso un recurso al Tribunal Superior de Justicia de Inglaterra y Gales y consiguió, temporalmente, paralizarlo.

Un año después, el 30 de julio del 2021, el juez David Holgate dio dos razones para argumentar la ilegalidad del proyecto. Por un lado, encontró un "error material de ley" en el proceso de toma de decisiones del gobierno, porque no había pruebas del impacto "sobre cada activo individual del sitio", es decir, sobre cada parte del yacimiento arqueológico, que no sólo incluye el templo circular, sino también espacios como el citado cementerio y otros restos prehistóricos.

Holgate también decía que el ministerio de Transportes en ningún caso se planteó una propuesta alternativa a la considerada por la compañía promotora, Highways England, como aconseja "la Convención sobre Patrimonio Mundial y el derecho común". El parque arqueológico de Stonehenge, lugar de peregrinación de masas para recibir el solsticio de verano cada 21 de junio, es zona protegida por la Unesco.

El projecte que pot destruir Stonehenge

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Para apoyar la decisión, el ministerio de Transporte ha elaborado un informe de 64 páginas en el que afirma que "hay una necesidad clara" de construir el nuevo túnel y que el "daño del proyecto a las relaciones espaciales, visuales y del entorno es menos que sustancial, [razón por la que] debería ponderarse con los beneficios públicos" de la obra. Y aunque el departamento considera que existe "un número de beneficios que pesan significativamente a favor del desarrollo", también reconoce que "habrá daños al patrimonio cultural y el entorno histórico".

Desafío legal

La Stonehenge Alliance aún no ha tirado la toalla. Kate Freeman, vecina de Wiltshire, es su portavoz. En conversación telefónica con ARA asegura: "Estamos recibiendo asesoramiento legal para tratar de volver a presentar una petición de paralización de las obras". Acogiéndose al dictamen del juez David Holgate, Freeman recuerda que "el magistrado pidió alternativas, pero el ministerio no ha presentado ninguna". Por ello, considera que el Tribunal de Apelación –instancia superior– podría aceptar la demanda. "Pero necesitamos recaudar fondos para hacer frente a los gastos legales". Por el momento, desde que la semana pasada se supo la decisión del ministerio, ya han recogido más de 82.000 libras y tienen el objetivo de llegar a 100.000 en treinta días. Kate Freeman también quiere poner de manifiesto que resulta "absurda" la construcción de una carretera más ancha "que sólo atraerá a más coches y que quedará pequeña en muy poco tiempo", con lo que pronto "se volverá a hablar de ampliación".

Stonehenge se construyó en cinco etapas a lo largo de unos 1.500 años, empezando hacia el 3000 aC. Entre sus piedras se encuentran las azules, unos pilares más pequeños de dolerita, riolita, ceniza volcánica y gres que provienen de las colinas de Preseli, al oeste de Gales, a más de 225 kilómetros. Stonehenge es el único círculo de Europa cuyas piedras se extrajeron a más de 20 km de distancia, lo que hace que sea muy inusual.

Como cualquier gran atracción turística, visitarlo permite maravillarse por la construcción, pero también implica una cierta frustración. Este cronista, de hecho, nunca lo ha visto tan bien como en la película Tess, de Roman Polanski. Fiel a la novela de Thomas Hardy en la que se basa, el cineasta rodó allí las escenas finales, con luz nocturna y durante el amanecer. Si el proyecto de túneles sale adelante y los temores de los especialistas se hacen realidad, quizás el filme sea la única alternativa para disfrutar de un espacio natural que deja con la boca abierta de admiración cuando te acercas.

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