UE

Von der Leyen se inspira en Meloni y quiere crear campos fuera de la UE para deportar a migrantes

La presidenta de la Comisión Europea apuesta por intensificar la deportación de inmigrantes ilegales

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, junto a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, el miércoles en Lampedusa.
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BarcelonaLa primera ministra italiana, Giorgia Meloni, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, mantienen una muy buena relación desde que hace dos años la ultraderechista visitó Bruselas por primera vez. En la capital comunitaria había cierto temor sobre el aterrizaje de la italiana, pero desde el primer momento se va entender a la perfección con la conservadora alemana. Y, de hecho, Von der Leyen ha sido quien ha terminado haciendo suyas las políticas de Meloni en materia migratoria. Y no a la inversa. Tanto ha sido así que este martes la líder de la Comisión Europea ha puesto de ejemplo el acuerdo de Italia con Albania para crear centros de recepción de inmigrantes y refugiados fuera de la Unión Europea, y ha propuesto instalar más similares para deportar a los recién llegados que viven dentro del bloque comunitario de forma irregular.

La propuesta de Von der Leyen llega pocas horas antes de la cumbre de líderes europeos que se celebra este jueves y viernes en Bruselas, donde se prevé que el reto migratorio vuelva a ser protagonista, y pocos días después que hasta en 17 estados miembros pidieran a Bruselas endurecer la política deportaciones de la UE. A la conservadora alemana le ha costado poco recoger el guante y, más allá de la construcción de campos de migrantes fuera del territorio comunitario, apuesta por impulsar las deportaciones de los recién llegados ilegales, ampliar la seguridad en las fronteras y el espacio Schengen, y llegar a nuevos acuerdos con terceros países para que frenen las rutas migratorias que se dirigen a Europa.

De esta forma, en la misiva que ha enviado a todos los estados miembros, Von der Leyen apuesta por revisar qué países terceros son seguros y estudiar "la idea de desarrollar centros de retorno". Sin embargo, en ningún caso remarca la necesidad de que estas deportaciones cumplan el derecho humanitario y se garantice que no se pone en peligro la vida de los inmigrantes, tal y como pedían algunos estados miembros, como España.

En la misma línea, la conservadora alemana avanza que "planteará una nueva propuesta" en política de deportaciones para hacerlas más "eficientes". Sobre todo, Bruselas pretende armonizar el marco legal comunitario para evitar que los inmigrantes ilegales se beneficien de la falta de colaboración entre Estados miembros. "La mayoría de gente que viene a Europa no tiene ninguna intención criminal, pero no se puede ser tolerante a quienes cometen crímenes", dice la misiva.

De este modo, la presidenta de la Comisión Europea incluiría la petición de la gran mayoría de socios europeos –como Alemania, Francia e Italia, entre otros– de "establecer una nueva base legal que defina de forma clara las obligaciones y deberes" para el global de los recién llegados. Y, en caso de que no los cumplan, hacerles asumir las "consecuencias" de su "no-cooperación" y se les "sancione", si bien no concretaban exactamente cómo.

Aunque Von der Leyen asegura que "da igual de dónde vienen" los inmigrantes, solo pide reforzar los acuerdos millonarios con países terceros que pueden frenar las oleadas migratorias del Sur Global que se dirigen a Europa. En este sentido, pone de ejemplo pactos muy polémicos que Bruselas ha cerrado con Túnez, Egipto, Marruecos y Mauritania, que a menudo no respetan los derechos humanos en el trato a la gente que aspira a vivir en la UE.

Las dos varas de medir de Bruselas según el origen de los refugiados también se hace evidente cuando, en la misma misiva, pide mantener el apoyo y el buen recibimiento a los ucranianos que huyen de la guerra. Así pues, asegura que la Comisión Europea ampliará las ayudas a los estados miembros que reciban recién llegados de Ucrania y que está estudiando la forma de garantizar su recepción tanto tiempo como haga falta.

Reforzar el espacio Schengen

Von der Leyen también apuesta por "reforzar las políticas migratorias conjuntas" y dice que la única forma de reducir la entrada de inmigrantes ilegales en el espacio Schengen es incrementar la "coordinación y colaboración" entre estados miembros. Por eso, después de que Alemania haya instalado controles en todas sus fronteras, la presidenta de la Comisión Europea lanza un dardo al canciller germánico, el socialdemócrata Olaf Scholz, y le recuerda que "la reimposición de controles debe ser la última opción al alcance, excepcional y proporcionada".

Por otra parte, la conservadora alemana también se ha hecho eco de las denuncias del primer ministro polaco, Donald Tusk, que anunció que suspendería el derecho de asilo en su país, lo que contraviene el derecho internacional y humanitario. Von der Leyen, aunque evita entrar a valorar esta polémica medida, asegura que pretende luchar contra "la instrumentalización" que hacen Rusia y Bielorrusia de la inmigración porque lo considera una "táctica de guerra híbrida" que "debilita la seguridad de la UE ".

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