Las farmacéuticas dicen que solo las grandes empresas están preparadas para producir vacunas

Pfizer, BioNTech y Moderna bajan en las bolsas después del anuncio de Biden sobre la suspensión de patentes

ARA
y ARA

BarcelonaLa patronal de la industria farmacéutica española reaccionó ayer contra la exención temporal de las patentes que protegen las vacunas contra el covid-19 alegando que “no es la solución al acceso de todos los países a las vacunas de manera rápida y equitativa” y advirtiendo de que puede suponer “graves efectos no deseados”. En un comunicado, Farmaindustria advertía de que “el proceso de fabricación de vacunas es muy complejo y requiere unos conocimientos específicos, una tecnología puntera, unas instalaciones adecuadas, unos equipos humanos preparados y una experiencia que actualmente solo está al alcance de unas cuantas compañías en todo el mundo”.

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La patronal argumenta que algunas vacunas requieren más de 250 componentes para fabricarse, que implican “50 instalaciones diferentes de 25 países”. Y esgrime que la única posibilidad viable es la que ya han puesto en marcha: llegar a acuerdos de colaboración entre compañías por los que la empresa que tiene la patente pacta con una tercera cederle la tecnología, normalmente a cambio de un porcentaje de los beneficios que obtendrá.

Según Farmaindustria esta estrategia está permitiendo “triplicar la capacidad de producción mundial y lograr los 12.000 millones de dosis anuales, que es lo que se necesita para lograr la inmunidad global”. La patronal calcula que en abril ya se habían firmado 270 de estos acuerdos privados que implican un centenar de empresas en una treintena de países y que “incluyen competidores y fabricantes de diferentes rincones del mundo como por ejemplo la India, China y Suráfrica”.

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Farmaindustria también asegura que “el actual sistema de patentes genera un marco de protección y confianza imprescindible para poder hacer esta transferencia de tecnología que a la vez garantiza calidad, eficacia y seguridad” y advierte de que “suspender las patentes, ni que fuera temporalmente, podría hacer que fábricas desconocidas sin experiencia o con escasos controles de calidad entraran a competir por materias primas escasas”.