Italia exigirá el pasaporte covid a todos los trabajadores

Es el primer país europeo en aplicar esta medida, que busca incentivar la inmunización

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Protestes a Milà contra las medidas que ha tomado el gobierno Italia contra COVID -19

MilàItalia obligará a mostrar el pasaporte covid para entrar en el trabajo. Funcionarios públicos y empleados del sector privado deberán estar vacunados con al menos una dosis, demostrar haber pasado la enfermedad en los últimos meses o presentar un test diagnóstico negativo realizado 48 horas antes para poder acceder a sus puestos de trabajo. La medida también afecta a los trabajadores del servicio doméstico, cuidadores, niñeras y autónomos; sólo quedarán exentos los empleados que cumplen su jornada laboral en modalidad de teletrabajo.

El país transalpino se convierte así en el primero en la UE en utilizar el pasaporte sanitario como instrumento imprescindible para trabajar y vivir, aunque en Grecia, los trabajadores no vacunados están obligados a someterse a un test de forma regular. En la práctica, el nuevo decreto aprobado este jueves por el Ejecutivo es un paso más hacia la vacunación obligatoria de todos los ciudadanos, que el primer ministro Mario Draghi reconoció recientemente estar estudiando, sin introducirla explícitamente.

“El objetivo es impulsar la campaña de vacunación y hacer seguros los lugares de trabajo”, explicó el ministro de Sanidad, Roberto Speranza. En origen, el certificado covid nació para que los ciudadanos europeos pudieran moverse libremente en el territorio comunitario con el menor riesgo posible, pero en Italia el documento es necesario desde agosto para acceder al interior de bares, restaurantes, museos o cines, y, desde septiembre, para viajar en trenes regionales, barcos y aviones.

En un primer momento, el Gobierno italiano planeaba extender el uso del pasaporte sanitario exclusivamente a los funcionarios públicos, sin embargo, finalmente decidió ampliarlo a todos los trabajadores para tratar de evitar un repunte de los contagios en otoño e incentivar a vacunarse a quienes todavía no lo han hecho. “El procedimiento afectará a unos 23 millones de trabajadores. Todo el capital humano del país, que en gran parte ya está vacunado”, subrayó el ministro de la Administración Pública, Renato Brunetta.

Multas de hasta 1.500 euros

El nuevo decreto, que entrará en vigor el 15 de octubre, incluye multas que oscilan entre 600 y 1.500 euros para quienes se presenten en su lugar de trabajo sin el pasaporte sanitario, que aumentarán en el caso de falsificación del documento. Además, los trabajadores podrán ser suspendidos de empleo y sueldo, pero en ningún caso podrán ser despedidos.

Los sindicatos, que en un principio se mostraron muy críticos con la extensión del pasaporte covid para los trabajadores, al considerar que se trataba de una medida discriminatoria, presionaron al Ejecutivo para que los test diagnósticos fueran gratuitos. Pero la propuesta fue rechazada, ya que según las autoridades sanitarias, la gratuidad de estas pruebas desincentiva la vacunación. Las pruebas, que en Italia se realizan también en las farmacias, sólo serán gratis para quienes no pueden vacunarse por motivos de salud, mientras que para los menores de edad tendrán un precio reducido de 8 euros.

El decreto fue respaldado por todos los partidos que sostienen el Gobierno de unidad, incluida la Lega de Matteo Salvini, quien a pesar de su oposición inicial, tuvo que dar su brazo a torcer después de que los presidentes 'leguistas' de las regiones del norte del país y una parte importante de las bases de su partido apoyaran la extensión del certificado en contra de la posición de su líder. 

Italia, pionera

Italia ha sido pionera en utilizar el pasaporte sanitario como instrumento para luchar contra la pandemia. Desde la pasada primavera, todos los trabajadores del sector sanitario –médicos, enfermeros, auxiliares, psicólogos, dentistas o farmacéuticos– están obligados a vacunarse contra el covid. Y con el inicio del nuevo curso escolar, profesores de todos los grados y estudiantes universitarios deben mostrar el certificado para acceder a los centros educativos.

Casi el 75% de la población italiana mayor de 12 años, la edad mínima para recibir la vacuna, ha completado el ciclo de inmunización. El Ejecutivo calcula que con la extensión del pasaporte sanitario a todos los trabajadores se podrá alcanzar el 80% en las próximas semanas.

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