Macron y Le Pen, a la caza del voto de izquierdas

Los dos candidatos presidenciales reformulan propuestas para seducir a los electores de Mélenchon

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Emmanuel Macron, en un encuentro con seguidores este martes en la plaza del Chat eau, en Estrasburgo.

París“¡Nunca había visto un presidente de la República peor que usted!”, le espeta un hombre enfadadísimo, a pie de calle, a Emmanuel Macron. El presidente de Francia se había desplazado este martes a Alsacia, una de las regiones que el domingo votío mayoritariamente a Jean-Luc Mélenchon, candidato de Francia Insumisa, formación catalogada como izquierda radical. En el pueblo de Châtenois, Macron se ha paseado para hablar con los vecinos, para discutir, ante una muchedumbre de cámaras y micrófonos. En la campaña de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, el candidato a la reelección ha decidido cambiar de estrategia y arremangarse. Salir a la calle y mostrarse próximo a una ciudadanía que suele percibir a Macron como un presidente que domina los discursos, pero que a menudo se muestra soberbio y distante con la gente.

Lejos de molestarse por la crítica del señor de Châtenois, Macron lo invita, divertido, a discutir con él. “Estoy dispuesto a debatir los argumentos que ponga encima de la mesa”, le dice cogiéndolo del brazo para que no se marche. “En una democracia podemos discutir”, insiste el presidente. La escena es muy similar a una del lunes en el Paso de Calais, donde una señora también muy enfadada le reprochaba a Macron las medidas anticovid mientras él defendía, sin perder los nervios, las decisiones tomadas durante la pandemia. Hace 48 horas que las televisiones de información emiten continuamente imágenes del presidente en la calle.

Resultado ajustado en la segunda vuelta

El 24 de abril, Emmanuel Macron se jugará su reelección en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales ante la candidata de extrema derecha Marine Le Pen. Las encuestas apuntan a un resultado muy ajustado: una encuesta publicada este martes otorga la victoria a Macron con solo un 52,5% de los votos, ante el 47,5% para Le Pen. La clave que decantará la balanza hacia un lado o el otro es el voto de izquierdas. El tercer candidato más votado, con el 20% de los votos, fue Mélenchon y se calcula que alrededor de un 23% de sus electores podrían votar en la segunda vuelta por Le Pen. Si Macron no consigue retener una parte de los apoyos de la izquierda, podría acabar perdiendo las elecciones. El líder de Francia Insumisa no pidió a sus electores el domingo que voten por el presidente en la segunda vuelta, pero reclamó que no se vote a Le Pen. La líder de extrema derecha lo ha calificado de “traición”. 

En la campaña para la segunda vuelta, tanto Macron como Le Pen van a la caza del voto de la izquierda. Se juegan la presidencia. Mientras la estrategia de Macron pasa por pisar la calle –este martes ha debatido sobre los problemas de la sanidad en un hospital público–, Le Pen adapta su discurso para seducir a la izquierda. Y se dedica a criticar al presidente. Los paseos de Emmanuel Macron para hablar con los ciudadanos son, según ha dicho Marine Le Pen, “un artificio electoral, un somnífero para los electores de izquierdas”. La candidata sostiene que el inquilino del Elíseo “teme al pueblo” y solo se siente “cómodo” con sus “tecnócratas y asesores”. Macron no ha tardado en responderle con otro dardo: “Yo al menos estoy en el terreno, me desplazo, no voy 30 minutos a un hotel para después volver a París”. La campaña sube de tono.

Referéndums ciudadanos

En su intento de ganar votos de la izquierda, la candidata de Reagrupamiento Nacional ha propuesto este martes una reforma constitucional para facilitar los referéndums ciudadanos para avalar políticas públicas, siempre que no tengan relación con la seguridad. Interrogada sobre si se podría hacer un referéndum sobre la pertenencia a la Unión Europea, la candidata no lo ha descartado. En una entrevista televisiva, ha negado que defienda la salida de la UE, pero ha reclamado reducir a la mitad la contribución de Francia en las arcas comunitarias. Horas después, Macron ha viajado a Estrasburgo, desde donde ha defendido el proyecto europeo: “Estas elecciones también son un referéndum sobre Europa”. El candidato también se ha mostrado abierto a negociar su polémica propuesta de alargar la edad de jubilación.

Le Pen hace tiempo que trabaja por moderar su tono, pero a menudo no puede evitar mostrar los tics de la extrema derecha populista. En una rueda de prensa en París, la candidata presidencial ha prohibido la entrada de los periodistas de Quotidien, un magacín informativo de la cadena TF1. Ante las quejas de un periodista de Libération, Le Pen ha contestado con autoritarismo: “Estoy en mi casa y decido yo”. El caso es que el mismo lunes la líder de Reagrupamiento Nacional criticó a Macron por su trato a la prensa.

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