Derechos de las mujeres

Nada al-Ahdal: "Mi madre se casó con 14 años y quería que yo fuera como ella"

Activista contra los matrimonios infantiles

3 min
La Nada Al-Ahdal, en una tienda de vestidos de novia en el centro comercial La Roca Village.

BarcelonaCon solo 11 años, Nada al Ahdal difundió un vídeo en YouTube en el que denunciaba que sus padres la querían casar a la fuerza. El vídeo se hizo viral y su vida cambió de la noche a la mañana. Nada se ha convertido ahora en una de las principales activistas contra los matrimonios infantiles en Yemen, de donde es originaria, pero también en tantos otros países. Habla sin pelos en la lengua, remueve conciencias y nos hace ver que nosotros, desde aquí, también podemos poner nuestro granito de arena. La joven ha viajado a Catalunya de la mano del centro comercial La Roca Village, que, precisamente, contribuye a financiar proyectos educativos de Unicef España contra el matrimonio infantil a través de su programa filantrópico Do Good.

Tus padres intentaron casarte a la fuerza cuando solo eras una niña.

— Ocurrió en el 2013, cuando tenía 11 años. Nunca conocí al chico que quería casarse conmigo. Él me vio jugar en la calle con otras niñas y pensó que podía ser su esposa. Mis padres me dijeron que me casaría tres días después, cuando volvieran de la capital, donde fueron a buscar ayuda médica para mi hermana, que se había intentado suicidar.

¿Y por qué se intentó suicidar?

— Porque también la querían casar a la fuerza. Hizo lo mismo que mi tía, que se quitó la vida con solo 14 años quemándose viva porque ya no aguantaba más los malos tratos de su marido. La habían casado un año antes y tenía una hija.

Entonces tú debías de temblar de miedo cuando te dijeron que también querían casarte.

— Me intentaron convencer diciéndome que en la boda llevaría un vestido muy bonito y que tendría una casa para mí, pero, viendo lo que les había pasado a mi hermana y a mi tía, yo sabía que mi vida corría peligro. Por eso huí a casa de mi tío, que es la única persona con formación de mi familia. Pero no estaba y me ayudó un amigo suyo. Entonces filmamos el vídeo.

¿Fue el vídeo una idea tuya o suya?

— Fue mía. Él me aguantó la cámara. Lo que yo no esperaba es que el vídeo tuviera tanta repercusión. A raíz de esto, el gobierno le dio a mi tío mi custodia. Yo no quería volver con mis padres, porque sabía que podían casarme fácilmente en el pueblo. En las zonas rurales no hay policía, ni nadie que pueda protegerte.

Me imagino que tus padres debieron de entrar en cólera.

— Estaban muy enfadados porque había roto la tradición y las normas. Mi madre se casó con 14 años y quería que yo fuera como ella. Tardé casi un año y medio para que entendieran que la boda infantil no es la mejor opción. Si yo me formo y después trabajo, puedo apoyar económicamente a mi familia. No tienen que depender del dinero que un hombre les pueda dar para casarse conmigo.

Entonces detrás de los matrimonios infantiles hay una razón económica.

— La pobreza contribuye a ello, pero también hay gente con un buen estatus económico que sigue esta práctica. La razón principal es el desconocimiento.

¿Qué quieres decir?

— Los padres son culpables, pero también son víctimas de una errónea tradición con la que han crecido. Creo que todos los padres quieren lo mejor para sus hijas y piensan que el matrimonio es la mejor forma de protegerlas. Pero están equivocados. Por eso es necesario concienciarlos y educarlos.

O sea, es un tema cultural.

— Una cultura que no respeta los derechos humanos no es una cultura respetable. No podemos reducirlo a un problema cultural si mata el alma de las niñas.

¿Otras chicas han hecho vídeos como tú para pedir ayuda?

— Sí, muchas chicas piden ayuda a través de las redes sociales y nosotros, desde la Nada Foundation, hemos podido salvar a sesenta y seis de matrimonios infantiles. Las niñas no tienen que arriesgar su vida. La sociedad tiene que ser su voz. Se tienen que realizar campañas para sensibilizar a la población contra este delito.

¿Ha tomado el gobierno de Yemen alguna medida en este sentido?

— En la actualidad la situación en Yemen es muy complicada. Antes del inicio de la guerra, se impulsó una proposición de ley contra los matrimonios infantiles, pero con el conflicto todo ha quedado paralizado.

¿Y nosotros qué podemos hacer?

— Podéis ayudar a través de donaciones a asociaciones que trabajan contra los matrimonios infantiles.

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