Mali, el Afganistán de Francia
París anuncia la retirada de las tropas del país africano
ParísLas tropas francesas desplegadas en Mali se retiran del país. El presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha anunciado este jueves un acuerdo entre París –que es quien tiene más soldados destinados en el país centroafricano, 4.500 en total– y sus aliados europeos y Canadá para poner fin a la operación francesa Barkhane y la Task Force Takuba (esta última integrada por fuerzas de diferentes países), centradas en la lucha contra el terrorismo islamista. "La lucha contra el terrorismo no puede justificarlo todo", ha argumentado Macron. "No podemos continuar comprometidos militarmente con unas autoridades con quienes no compartimos ni estrategia ni sus objetivos ocultos", ha añadido el presidente. Tal como pasó con la retirada de Estados Unidos de Afganistán, la retirada de los soldados franceses y europeos deja en el aire el futuro de Mali y puede facilitar el avance de los grupos terroristas yihadistas, muy presentes en toda la zona del Sahel.
Macron ha negado que irse de Mali suponga un “fracaso” para Francia –el diario Le Monde lo califica así en un editorial publicado este jueves– y ha recordado que la misión se lanzó en 2013 bajo presidencia de François Hollande a petición de las autoridades malienses. “¿Qué habría pasado si Francia no hubiera decidido intervenir? Seguro que el estado maliense se habría hundido”, ha asegurado el presidente. La retirada de las tropas de la operación Barkhane, con bases en Gao, Menaka y Gossi, no será inmediata. Se hará de aquí a cuatro o seis meses y en coordinación con todas las fuerzas internacionales que hay sobre el terreno, según ha detallado Macron, como los 13.000 cascos azules de la ONU o los de la operación EUTM, dedicada a la formación militar de las fuerzas malienses y comandada por España. De hecho, el gobierno francés quiere dejar algunos soldados en el país para apoyo aéreo y médico a las operaciones internacionales que se mantengan.
París también prevé reforzar la presencia militar en otros países del Sahel fronterizos con Mali para continuar con la lucha contra el terrorismo yihadista, que ha provocado una cincuentena de bajas entre los soldados franceses desplegados en Mali. El Sahel, y Malí en particular, es una zona estratégica para controlar los grupos islamistas radicales. Entre 2.500 y 3.000 soldados franceses podrían quedarse en el Sahel para compensar la salida de Malí. “La operación Barkhane continuará”, ha proclamado un alto funcionario de la armada francesa.
Críticas de Bamako a Francia
La retirada de las tropas de Malí nueve años después de desembarcar en el país es la consecuencia de la tensión creciente entre París y la junta militar que gobierna el país desde el 2021 después de un golpe de estado, el tercero en diez años. El presidente de la transición, el coronel Assimi Goïta, y el primer ministro, Choguel Kokalla Maïga, habían criticado abiertamente al gobierno francés desde su llegada al poder. En una entrevista, el primer ministro acusaba a Francia de estar detrás de las sanciones financieras que la Comunidad Económica de los Estados de África Occidental (Cedeao) había impuesto a Malí. “Si echáis a las manos extranjeras, las influencias extranjeras que tienen otra agenda, entre africanos nos entenderemos”, dijo Choguel Kokalla Maïga el junio del 2021. Desde entonces, la presión de Bamako contra Francia ha sido continua.
Si hasta 2012 Mali era uno de los pocos países africanos con una cierta estabilidad política, una sublevación independentista tuareg a la cual se sumaron grupos yihadistas –principalmente filiales de Al-Qaeda y del Estado Islámico– acabó con la democracia y abrió una etapa de inestabilidad con diferentes golpes de estado y una guerra que dura hasta hoy. “Hasta el 2012 se presentaba a Mali como un alumno modelo de la democracia, como un país que había hecho una transición considerada ejemplar, con un presidente escogido democráticamente. Esto se ha perdido”, apunta Johanna Siméant-Germanos, catedrática de ciencias políticas especialista en estudios africanos de la Escuela Normal Superior de París.
Mercenarios rusos
Los choques han sido continuos entre la junta militar de Bamako y los socios de la UE, pero la expulsión del embajador francés a principios de mes ha desencadenado la retirada de las tropas. Goïta recela de la presencia militar europea y Francia le recrimina que no haya cumplido su promesa de celebrar elecciones a principios de este año. Europa tampoco ha visto con buenos ojos que mercenarios rusos de la empresa Wagner, sancionada por la UE por haber violado los derechos humanos, se hayan instalado en el país.
“Sin duda la retirada de las tropas francesas dará espacio a los terroristas yihadistas; también a los mercenarios rusos de Wagner”, asegura Siméant-Germanos. Aun así, la experta sostiene que la expansión de los grupos islamistas radicales no siempre está mal vista por la población maliana. “En algunos lugares los grupos considerados terroristas yihadistas han puesto un cierto orden; quizás brutal –pero un orden, al fin y al cabo– en zonas donde el Estado estaba muy poco presente y daba muy poco apoyo a la población”, afirma.
Francia, la Unión Africana, instituciones comunitarias y países europeos como Alemania, Italia y Portugal, entre otros , han firmado un comunicado conjunto en el que afirman que "no existen las condiciones políticas, operacionales y jurídicas necesarias para seguir eficazmente el compromiso militar actual" en Malí. España, que apoya externamente, desde Senegal, la operación Barkhane, no firma el documento ni participó en la cumbre que Macron convocó el miércoles por la noche para coordinar la retirada de Malí.