Gaza llega a los 40.000 muertos con la mirada puesta en las conversaciones de paz

Más de 40.000 personas han muerto en Gaza desde octubre

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Imagen de la escuela después del bombardeo de este sábado, en la Ciudad de Gaza

BarcelonaEl presidente palestino, Mahmud Abbas, ha anunciado este jueves en Turquía que pretende acudir a Gaza con los demás miembros de la Autoridad Nacional Palestina en un intento de frenar la "bárbara agresión" israelí, que ya ha provocado más de 40.000 muertes en la Franja de Gaza, según las últimas cifras del Ministerio de Salud en Gaza. En ese contexto, alcanzar un acuerdo de alto el fuego entre Israel y Hamás se ha convertido en un asunto prioritario para la diplomacia internacional. La presión se ha incrementado en los últimos días por miedo a que Irán no atacara a Israel en respuesta ael asesinato de Ismael Haniyeh y del comandante de Hezbollah, Fuad Shukr. Se espera al menos que retrase el ataque hasta después de las negociaciones en Qatar para una tregua en Gaza, ante el temor de que la respuesta iraní a Israel conduzca a una guerra más amplia.

Este mediodía ha comenzado la nueva ronda de negociaciones en Doha, la capital de Qatar, con representantes de Washington y Tel-Aviv. Pero hay pocas esperanzas de que las conversaciones lleven ningún avance después de que el grupo palestino Hamás decidiera retirarse de la mesa de negociaciones acusando a Israel de querer añadir nuevas demandas a la última propuesta estadounidense.

Sin embargo, en un mensaje de última hora, un portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri, se mostró más flexible a continuar con las negociaciones si Israel hace una propuesta "seria" online, con las iniciativas anteriores del grupo palestino. Con ello pretendía asegurar el compromiso de Israel con una propuesta que Hamás acordó a principios de julio que, según Abu Zuhri, pondría fin a la guerra y supondría la retirada total de las tropas israelíes de Gaza. Una petición que difícilmente aceptará Israel, que sigue comprometido con la "victoria total" contra Hamás y la liberación de todos los rehenes. Incluso, con los negociadores llegados a Qatar, los ataques israelíes han empeorado en Gaza. Hoy las tropas israelíes han atacado las ciudades del sur de Rafah y Khan Younis. El deseo desesperado de la población de Gaza es que acabe la guerra. La guerra ha obligado a casi los 2,3 millones de habitantes de Gaza a abandonar su casa, mientras las cifras siguen empeorando: a los 40.000 muertos hay que sumar a más de 10.000 desaparecidos entre los escombros, y cerca de 100.000 heridos.

Con este clima de poco optimismo han arrancado las conversaciones con la participación del director de la CIA, William Burns, los jefes de espionaje de Israel y Egipto, así como el primer ministro qatarí, el jeque Mohammed bin Abdulrahman Al- Thani y una delegación del Mossad, encabezada por el jefe de la Inteligencia israelí, David Barnea. Los encuentros en Doha se alargarán hasta este viernes, al menos, con el objetivo de conseguir una tregua en Gaza y la liberación de los rehenes israelíes. Pero "no se espera cerrar un acuerdo de inmediato", según declaró desde Washington, John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca. Sin embargo, insistió en que "han tenido un comienzo prometedor".

De hecho, el objetivo principal de las conversaciones es reducir las diferencias entre Israel y Hamás para que abracen el alto el fuego de tres fases propuesto por el presidente estadounidense Joe Biden.

Los mediadores han pasado meses intentando sin éxito que ambas partes acepten el plan de Estados Unidos, que contempla que Hamás libere a decenas de rehenes capturados en el ataque del 7 de octubre a cambio de que Israel haga un alto el fuego , retire las tropas de Gaza y libere a los palestinos encarcelados.

Ambas partes han acordado, en principio, la propuesta estadounidense, pero Hamás ha presentado "enmiendas" e Israel ha pedido "aclaraciones", lo que les ha llevado a acusarse mutuamente de plantear exigencias nuevas e inaceptables.

El plan contempla que en un primer período de seis semanas se haga una pausa de las operaciones terrestres israelíes y que se retiren las tropas a cambio de la liberación de 33 rehenes -mujeres, niños, ancianos y heridos-, junto con la liberación por parte de Israel de 990 prisioneros palestinos. Es en este punto donde existe discordia, ya que Israel exige que los 33 rehenes liberados estén vivos y ha elaborado una lista de los nombres que espera que se incluyan, entre los que se incluyen mujeres militar, mientras que la propuesta elaborada por los EEUU especifica que las personas liberadas incluyen "cadáveres y rehenes vivos".

Este encuentro de alto nivel se entiende como el último esfuerzo diplomático por contener una escalada regional ante la amenaza de una venganza de Irán y de Hezbollah por los asesinatos de Haniyeh y Shukr.

La semana pasada, la representación iraní ante la ONU expresó su "esperanza" de que las represalias contra Israel no fueran "en detrimento del posible alto el fuego" en Gaza. Sin embargo, la postura de Irán no ha cambiado, y, al igual que Hezbolá, se ven obligados a responder a Israel sin tener en cuenta las consecuencias. En palabras del ayatolá Ali Jamenei Ali Jamenei: la "guerra psicológica enemiga" destinada a presionar a Irán a reconsiderar las represalias contra Israel, es una invitación a la "ira divina", según el Corán.

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