Los judíos contrasionistas que no quieren vivir en Israel
El nacionalismo judío, o sionismo, está en pie de guerra en Estados Unidos. No es una noticia de hoy, porque hace tiempo que se observan fuertes tensiones entre algunas comunidades judías y parte creciente de la sociedad americana. Las guerras han agravado un conflicto entre judíos sionistas, antisionistas tradicionales y postsionistas. Y en la escena acaban de entrar los contrasionistas. Parece una ensalada o la famosa película de Monty Python La vida de Brian.
El ejemplo más destacado de contrasionista (counter-Zionist en inglés, y tsioni negdi en hebreo) es el rabino Shaul Magid, de 67 años, profesor de judaísmo moderno en Harvard. Su doctrina parece encapsulada en el título del último libro que ha publicado, The necessity of exile [La necesidad del exilio]. A diferencia del sionismo, Magid cree que el exilio ha sido y sigue siendo positivo para los judíos, y que solo en la diáspora, y no en Israel, existe el ambiente que hace posible la ética genuina del judaísmo.
Magid define el contrasionismo como una corriente alternativa que rechaza el modelo sionista basado en un estado central (Israel), y quiere sustituirlo por la diáspora, con un marco ético característico forjado durante milenios del exilio. Lógicamente, en el escenario que defienden los contrasionistas, Israel no tiene un papel central para los judíos, e incluso es posible que no tenga ningún papel.
La Universidad Harvard acaba de nombrarlo profesor de judaísmo moderno para los próximos cinco años en la célebre Escuela o Facultad de Teología. La designación ha levantado una polvareda considerable en la comunidad judía de Estados Unidos e Israel, que en su inmensa mayoría es sionista y no entiende el judaísmo contemporáneo sin la centralidad de Israel.
No hay que olvidar que la Universidad Harvard se encuentra en medio de una confrontación directa con el presidente Donald Trump en cuanto a la definición de antisemitismo, una cuestión muy delicada para Israel y para la comunidad judía de Estados Unidos y de todo el mundo.
En este contexto, Harvard ha designado una comisión que investigue la presencia del antisemitismo en la prestigiosa universidad después de que instituciones y personalidades judías hayan dicho que las autoridades académicas de esta y de otras universidades de Estados Unidos no están defendiendo a la comunidad judía como deberían, especialmente a raíz del ataque de Hamá del 7 de octubre de 2023.
Buena parte de los sionistas creen que las universidades americanas están justificando el antisemitismo y las acciones de la comunidad woke, un movimiento que rechaza la definición de antisemitismo impulsada por Israel que se está propagando por el mundo y que limita las críticas contra el estado sionista y sus políticas hacia los palestinos, con decenas de miles de muertes en la Franja de Gaza, que el movimiento considera "genocidio".
Magid creció en Nueva York en un ambiente secular y después emigró a Israel y estudió con rabinos ultraortodoxos en diferentes yeshivás de Jerusalén, hasta que fue ordenado rabino en 1984. En un momento dado experimentó una crisis con los ultraortodoxos y regresó a Estados Unidos, donde empezó una trepidante carrera académica publicando ocho libros y cientos de artículos.
Para los contrasionistas como Magid, el judaísmo solo alcanza su plenitud en la diáspora. Israel, en cambio, es una fábrica cultural y política caracterizada por borrar lo que no le interesa, y encarna la supremacía judía y el control militar injusto de los palestinos. Para Magid, el sionismo sería un movimiento negativo y fracasado que es necesario sustituir rápidamente por el espacio en la diáspora.