Líbano en estado de guerra: Israel amplía los ataques contra objetivos civiles
El ejército hebreo ha vuelto a bombardear con gran intensidad a Beirut y asegura que ha matado al posible sucesor de Nasrallah
BeirutLos habitantes de Beirut volvieron a afrontar otra noche sin dormir bajo el estruendo incesante de los bombardeos aéreos que asolaron los suburbios de la ciudad hasta los primeros rayos de sol de este viernes. Una semana después de la audaz operación del Mossad, que puso fin a la vida del secretario general de Hezbollah, Hasan Nasrallah, y parte de la cúpula del movimiento, el ejército israelí ha anunciado que ha eliminado a su posible sucesor, Hashim Safeddin. El eco de los ataques, que ha reverberado por toda la capital, parecía confirmar esta declaración. Sin embargo, en medio de la niebla informativa propia de estas circunstancias, Hezbollah mantiene en vilo al destino de su líder. En su comunicado oficial, la milicia proiraní ha admitido no saber el estado de Safeddin.
Horas después, nuevas explosiones han sacudido el sur de Beirut, particularmente Dahieh, conocido bastión del movimiento chiíta. Esta vez, el blanco fue Mohamed Rachid Skafi, comandante de los sistemas de comunicaciones de Hezbollah. Los ataques ocurrieron cerca del estadio de fútbol, ahora reconvertido en centro para desplazados, y de la Universidad Libanesa en Hadath, donde cayeron 85 misiles que dejaron un rastro de destrucción que llegó a zonas densamente pobladas.
Coincidiendo con la violencia desatada en las afueras de Beirut, el jefe de la diplomacia iraní, Abbas Araghchi, ha hecho una visita no anunciada, y ha aterrizado en el aeropuerto Rafik Hariri, el aeropuerto internacional de la capital libanesa, pese a la amenaza inminente de los aviones israelíes. La llegada de Araghchi se produce después del lanzamiento de misiles iraníes sobre Tel-Aviv el martes, un cambio significativo en la postura de Teherán, que hasta hace poco se mantenía al margen de la confrontación directa. Ahora, algunas voces dentro del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria iraní han empezado a presionar para que la República Islámica despliegue voluntarios y tropas en Líbano para apoyar a Hezbollah ante la devastación provocada por los ataques israelíes.
La escalada israelí no se detiene en los líderes militares de Hezbollah ni en las infraestructuras estratégicas. Los ataques se han extendido cada vez a objetivos civiles, una táctica que ha dejado un saldo mortal. Con más de 2.000 muertes y 1,2 millones de desplazados, Líbano está sumido en un estado de guerra. Este viernes, el principal paso fronterizo con Siria, en el norte del país, ha sido bombardeado y se ha dado un cráter de cuatro metros de ancho que ha dejado incomunicado al Líbano por el suelo. Israel ya había advertido de que atacaría estos pasos para evitar el envío de armas a Hezbolá, pero el cierre del cruce oficial de Masnaa ha impedido la salida de decenas de miles de personas, la mayoría refugiados sirios que huyen de los bombardeos en el valle de la Bekaa. Este bloqueo ha interrumpido también el flujo de suministros vitales hacia Líbano.
Ataques contra centros médicos
Los centros médicos y organizaciones de rescate también han sufrido los estragos de los últimos ataques. Según el ministro de Salud libanés, Firass Abiad, los bombardeos han provocado 97 muertos y 188 heridos entre el personal de auxilio, además de estropear 45 instalaciones y destruir 128 vehículos. Ante esta situación, el primer ministro, Najib Mikati, ha condenado al que ha calificado de "agresiones flagrantes" contra personal médico, y ha denunciado la violación del derecho internacional y las normas humanitarias.
Mikati ha apelado a la comunidad internacional para que ejerza presión sobre Israel y ponga fin a los ataques contra equipos de rescate que intentan evacuar a los heridos y recuperar los cuerpos en medio de los bombardeos. Pese a estas denuncias, los ataques continúan, y este viernes tres hospitales, uno en los suburbios de Beirut, fueron evacuados ante la intensidad de los bombardeos. Incluso una ambulancia ha recibido un impacto cerca de la localidad de Alma al Shaab, un enclave cristiano en el sur del país.
En paralelo, las operaciones terrestres de Israel en el sur del Líbano entran en el quinto día consecutivo. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) han afirmado que han abatido a 250 combatientes de Hezbollah desde el inicio de la ofensiva. La milicia, por su parte, aseguró que repelió algunos de estos avances y infligió bajas al otro lado de la frontera. "Una unidad de tropas enemigas israelíes fue atacada durante su avance hacia una zona al oeste de la aldea fronteriza de Yarun, con proyectiles de artillería y una salva de cohetes", informó Hezbollah en un comunicado.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha sido contundente en su advertencia: “Tenemos más sorpresas, y nuestras operaciones en Líbano continuarán hasta que las capacidades de combate de Hezbollah sean completamente neutralizadas”.