Doce muertos y 2.750 heridos, nuevo balance por la explosión masiva en Líbano de los dispositivos buscapersonas de Hezbolá
El gobierno libanés y la milicia proiraní culpan a Israel del ataque, que ha hecho detonar a cientos de aparatos de una remesa que había entrado en el país hacía poco
BeirutEl nuevo balance provisional del ataque que Hezbollah sufrió el martes alcanza ya las 12 palabras y 2.750 heridos, según informó este miércoles por la mañana el ministro de Sanidad del Líbano, Firass Abiad. Entre los fallecidos hay una chica de 8 años y un chico de 11. La múltiple explosión de los buscapersonas es la mayor brecha de seguridad que ha sufrido la milicia chií desde el 7 de octubre, cuando Israel lanzó la ofensiva a Gaza y se disparó la tensión con el grupo libanés.
Los buscapersonas son los dispositivos que llevaban encima tanto combatientes de Hezbollah como también personal sanitario y paramédicos de las Defensas Civiles, todos vinculados al grupo proiraní. La milicia acusó este miércoles a Israel del ataque, prometió vengarlo y aseguró que continuará los ataques en apoyo a Gaza.
Cientos de personas han sufrido heridas muy graves. El profesor Elias Warrak, un oftalmólogo del Hospital Universitario Mount Lebanon, ha descrito en la BBC el escenario del martes por la tarde "como una pesadilla". Y ha asegurado que ha tenido que extraer más ojos en toda la jornada que en sus veinticinco años de carrera profesional. "Ha sido muy duro. La mayoría de los pacientes eran hombres jóvenes de unos veinte años y en algunos casos he tenido que extraer ambos ojos".
Las explosiones coordinadas se produjeron en los suburbios del sur de Beirut, en la región de la Bekaa (al este) y también en el sur, y llevaron el caos a los hospitales de todo el país. Entre los heridos estaba el embajador iraní en Beirut, que también llevaba uno de los localizadores explosivos. También resultaron heridos decenas de combatientes de Hezbollah en Damasco, que fueron trasladados a hospitales de la capital siria. La ola de explosiones duró aproximadamente una hora después de la primera detonación, que se produjo sobre las 15.45 h.
Aunque Israel oficialmente no ha confirmado que esté detrás de este ataque sorprendente, que parece sacado de una película de espías, la milicia chií libanesa ha dado su veredicto de culpabilidad contra el gobierno de Benjamin Netanyahu. El grupo ha dicho en un comunicado que las explosiones mataron a dos milicianos y una niña, y responsabiliza a Israel: "Recibirá su justo castigo". El ministerio de Información del Líbano también achaca las detonaciones a una "agresión de Israel". Entre los 2.750 heridos, hay unos 200 en estado crítico, según el ministerio de Sanidad libanés.
Desde hace tiempo Israel ha estado rastreando los teléfonos móviles de los combatientes para localizar su ubicación y atacarlos directamente con drones mientras circulaban en coches o motocicletas. Altos mandos y milicianos de menor rango han muerto por los ataques selectivos israelíes, lo que llevó a Hezbollah a cambiar de sistema de comunicación por estos buscapersonas, similares a los que emplean los médicos cuando están de guardia.
Según medios libaneses, que citan fuentes conocedoras, los buscapersonas atacados procedían de un nuevo envío que el grupo chií recibió hace pocos días. Un funcionario de Hezbollah ha dicho en el diario Akbar que cientos de combatientes tenían estos aparatos y ha especulado con la posibilidad de que un malware haya provocado que los dispositivos se hayan sobrecalentado hasta hacer estallar las baterías. La fuente ha dicho que algunas personas han notado que los localizadores se calentaban y les han tirado antes de que estallaran.
El ministro de Telecomunicaciones de Líbano, Johanny Corn, ha confirmado que los buscapersonas afectados "habían llegado hace poco" al país. "Quizás se ha activado a distancia, pero no sabemos cómo", ha dicho, y ha insinuado que la opción más probable era que los dispositivos se hubieran introducido en Líbano con este propósito. Por el momento, todo son especulaciones. El exespía estadounidense Edward Snowden ha apuntado que "parece más probable que se hayan implantado explosivos" en los aparatos que un ataque informático, y lo ha argumentado por la gravedad de las heridas.
Una fuente de seguridad, bajo condición de anonimato, aseguró al ARA que, pese a las bajas inmediatas y la violación de la seguridad operativa de Hezbollah, un incidente de este tipo "podría no alterar significativamente el equilibrio de poder" entre Israel y la milicia chií libanesa. "Hezbollah sigue siendo una organización profundamente arraigada y bien armada, con una sólida red de apoyo. Aunque estos hechos podrían llevar a auditorías internas y medidas de seguridad más estrictas dentro del partido, es poco probable que paralice sus capacidades operativas a largo plazo ", afirmó la fuente.
Cerca de una guerra total con Hezbollah
Israel nunca ha estado tan cerca de una guerra total con Hezbollah desde el 7 de octubre como en ese momento. Horas antes del espectacular ataque, el primer ministro israelí, Binyamin Netanyahu, había anunciado la expansión del conflicto en Gaza hacia la frontera norte, con el objetivo de permitir el regreso de más de 60.000 desplazados que han abandonado su casa en la frontera con Líbano.
Esta decisión de incluir la frontera norte como objetivo militar va en contra de los esfuerzos diplomáticos de la administración Biden. De hecho, el enviado especial de Estados Unidos, Amos Hochstein, visitó Tel-Aviv el lunes y advirtió al ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, de que expandir la guerra hacia el sur de Líbano podría regionalizar el conflicto, con consecuencias catastróficas. Hochstein reiteró que la única forma de recuperar la estabilidad en la frontera norte era mediante una solución política.
Sin embargo, el gobierno israelí insiste en que todas las opciones diplomáticas se han agotado y que ahora la única alternativa es la vía militar. Hezbollah, por su parte, ha reiterado en varias ocasiones que si se llega a un alto el fuego en Gaza se retirará de la frontera sur del Líbano.
Estados Unidos continúa con los esfuerzos diplomáticos por alcanzar una tregua en la franja de Gaza. Con este objetivo viajó el martes por la mañana a El Cairo el secretario de Estado, Antony Blinken, para impulsar las negociaciones para un alto el fuego y el intercambio de prisioneros, después de que con su última gira de junio no lograra los objetivos esperados .