La muerte de la 'influencer' más joven de Gaza en un bombardeo israelí conmociona a Palestina

El CairoEl pasado viernes por la noche, el infierno volvió a abrirse sobre el cielo del barrio de Al Baraka, en la ciudad de Deir al Balah del centro de Gaza, en forma de nuevos bombardeos del ejército israelí. Uno de los blancos del ataque fue la casa de una familia que quedó arrasada. Y de entre los escombros, uno de los cuerpos que se recuperaron fue el de Yaqin Hamad, una niña de 11 años que se había convertido en una de las influencers más jóvenes y populares de la Franja.

Hamad se había hecho conocida por su sonrisa contagiosa y por la vitalidad y el optimismo que desprendían sus publicaciones, pese a la guerra y el bloqueo con carácter de genocidio impuesto por Israel en Gaza. También porque en algunos vídeos daba consejos prácticos para sobrevivir en la Franja. En una de las últimas grabaciones que colgó, la niña explica cómo podían cocinar: "¿Nos cortan el gas? Pues haremos gas. Ponemos leña aquí [en una pequeña lata sobre una llama] y un ventilador [al lado] para que el fuego suba más. ¡Y haremos algo de comida!", animaba.

La muerte de Hamad en un nuevo bombardeo contra un blanco civil también ha causado conmoción porque ha puesto rostro humano a una tragedia que a menudo sólo lleva cifras. Desde el principio de la guerra, el ejército israelí ha matado a Gaza al menos a 5.000 menores de entre 13 y 17 años; más de 6.000 niños de entre 6 y 12 años; casi 4.500 de entre 1 y 5 años, y cerca de mil bebés, según cifras difundidas por el ministerio de Salud local el jueves. Las criaturas representan un tercio de las muertes confirmadas en la Franja, y otros muchos todavía están sin identificar o desaparecidos.

Hamad encarnaba la lucha de los más pequeños. En un vídeo publicado a mediados de marzo, la niña anunció, de la mano de la ONG con la que colaboraba, Ouena, un proyecto para repartir 11.000 prendas entre niños huérfanos de Gaza. En otro salía distribuyendo helados entre los niños. Y en su última grabación, aparecía jugando con otros niños en el juego de las sillas, bailando, aplaudiendo y saltando. "A pesar de la guerra, pese al genocidio, ¡hoy es un día de alegría!", gritaba.

Durante el último alto el fuego entre Israel y Hamás, que se extendió desde mediados de enero hasta mediados de marzo, cuando Tel-Aviv abandonó definitivamente el acuerdo y reanudó los ataques sobre Gaza, Hamad también se había movilizado para empezar a reconstruir la Franja. En uno de estos vídeos aparecían dos excavadoras retirando escombros, y en otro, en medio de trabajos de rehabilitación de pozos de agua, la niña sale llenando bidones para repartirlos entre la gente.

Más de 110.000 seguidores

Hamad, que llegó a tener más de 110.000 seguidores en el Instagram, también anunció a finales de abril que el colectivo Ouena impulsaría pronto un proyecto para ofrecer refugio y educación a cientos de niños en edad escolar ya sus familias En un escrito, la niña prometía que reconstruirían a Gaza con sus propios brindarían ayuda "en todas partes, tanto en el norte como en el sur" de la Franja. misma edad que su hija y le deseaba descansar en paz, lejos de "todos los adultos" que le han "fallado". escrito en el que le agradecía haber destinado su energía "a sembrar esperanza entre los que la rodean" y haberse convertido en "un modelo a seguir para los niños; en un símbolo de generosidad y de inocencia, víctima de la injusticia". el último mes sagrado del Ramadán que vivió, y que este año ha coincidido con el mes de marzo, Hamad se grabó ayudando en cocinas comunitarias y preparando bolsas con dátiles y cargando aguas para repartirlas entre los que observaban el ayuno desde el amanecer hasta el ocaso. final del Ramadán, una foto en la que sonríe y dibuja un corazón con las manos que ha circulado mucho esta semana para recordarla.