La ONU confirma oficialmente el hambre en Ciudad de Gaza en medio de la ofensiva final
El ejército israelí ordena la evacuación de los hospitales de la capital de la Franja, donde todavía malviven un millón de personas
BarcelonaLa matanza en Gaza sigue un ritmo dramático. El ejército de Benjamin Netanyahu ha matado al menos a 41 palestinos en distintos ataques a la Franja desde primeras horas de esta mañana del sábado, según han confirmado fuentes hospitalarias a reporteros de Al Jazeera sobre el terreno. De hecho, el número de víctimas desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre del 2023, supera ya los 62.600. Al menos 62.622 palestinos murieron y 157.673 resultaron heridos en Gaza, según fuentes del gobierno de Hamás.
Mientras tanto, Munir al Bursh, responsable de sanidad en la Franja, ha denunciado una vez más en Al Jazeera el hundimiento del sistema sanitario y ha reclamado corredores seguros para la entrada de medicamentos y equipos médicos internacionales. Advirtió de que, pese a la declaración de hambre, "no hemos visto ninguna acción real". De hecho, fuentes de la Franja han denunciado hoy la muerte por desnutrición de ocho personas en las últimas 24 horas, dos de ellas niños.
Este viernes, el organismo internacional encargado de monitorear el hambre en el mundo ha declarado, por primera vez, una situación de hambre en Ciudad de Gaza. El sistema de Clasificación Integrada de la Seguridad Alimentaria (IPC, en sus siglas en inglés), avalado por Naciones Unidas, y reconocido globalmente por 21 entidades humanitarias, confirma que las condiciones extremas en las que viven un millón de personas cumplen los criterios que permiten hablar de un hambre en toda regla.
El informe, de 59 páginas, indica entre otros datos, que en los siguientes meses hasta 132.000 niños menores de cinco años sufrirán "malnutrición aguda". Además, 41.000 de estos casos experimentarán de "severa", el doble de lo previsto en mayo, lo que les coloca en un riesgo "elevado de muerte". Ésta es la quinta evaluación del IPC sobre la situación alimentaria en Gaza.
Desde su creación en 2004, el IPC sólo había reconocido cuatro episodios de hambre, todos en el África subsahariana, el último de ellos en 2024 en Sudán. Hasta ahora, el IPC había advertido que el "peor escenario" se estaba materializando en Gaza, pero no había hecho una proclamación formal por carencia de datos concluyentes. Ahora, con nuevas pruebas y después de 22 meses de guerra, el organismo afirma que la situación en Ciudad de Gaza es de "catástrofe", y prevé que la emergencia se extienda a los distritos de Deir al Balah y Khan Yunis a finales de septiembre.
Según las proyecciones del IPC, casi una tercera parte de la población de la Franja, unas 641.000 personas, afronta condiciones catastróficas, mientras que 1,14 millones viven en situación de "emergencia alimentaria", el segundo nivel más alto de su escala. El informe es tajante: "El tiempo de los debates y las vacilaciones ya ha pasado, el hambre está presente y se esparce rápidamente. Cualquier retraso, incluso de días, provocará una escalada inaceptable de muertos".
Por su parte, el ministerio de Sanidad de Gaza, controlado por Hamás, 271 personas, 112 de ellas menores, han muerto ya por inanición, más de la mitad en las últimas tres semanas. El balance global de víctimas de la guerra asciende a 62.192.
El secretario general de la ONU, António Guterres, calificó el hambre en Gaza de "desastre provocado por el ser humano [y] un fracaso de la misma humanidad" y afirmó que es un "colapso deliberado de los sistemas necesarios para la supervivencia humana".
"Crimen de guerra"
Según el máximo responsable de la ONU, Israel tiene "obligaciones inequívocas bajo el derecho internacional", incluyendo la responsabilidad de garantizar el suministro de alimentos y medicinas a la población. Ha hecho un llamamiento urgente a la acción inmediata, y ha subrayado que no puede permitirse que la situación continúe "con impunidad". Además, Guterres volvió a exigir un alto el fuego, la liberación de todos los rehenes y un acceso humanitario total y sin restricciones en la Franja de Gaza. "El momento de actuar no es mañana, es ahora", concluyó.
A su vez, el responsable de la agencia de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Jeremy Laurence, ha responsabilizado directamente al gobierno Netanyahu del hambre en Gaza. En una comparecencia desde Ginebra, afirmó que "Israel ha restringido ilegalmente la entrada y distribución de asistencia humanitaria y otros bienes necesarios para la supervivencia de la población civil". Y esta actitud, recordó, podría ser constitutiva de "un crimen de guerra, y las muertes que se derivan también pueden constituir el crimen de guerra de matar intencionadamente" a población civil.
El hambre oficialmente declarada en Gaza supone un precedente histórico: es la primera vez que el IPC reconoce esta situación en Oriente Próximo. Hasta ahora sólo la habían sufrido Somalia, Sudán del Sur, Nigeria y Sudán.
Para que la condición de un pueblo se clasifique como hambre, al menos el 20% de los hogares deben sufrir falta extrema de alimentos, el 30% de los niños debe registrar malnutrición aguda y dos personas por cada 10.000 habitantes deben morir cada día por causas directamente relacionadas con el apetito. El sistema del IPC tiene el aval de la ONU y establece cinco fases, desde "mínima inseguridad alimentaria" hasta "hambre". Entre las entidades que colaboran con el organismo, con sede en Roma, participan 21 organizaciones, entre ellas Save the Children, Oxfam y Unicef, y sus declaraciones tienen reconocimiento global.
Israel, sin embargo, ha rechazado de lleno las conclusiones del IPC. El organismo militar encargado de gestionar la ayuda a los palestinos afirma que el informe es "falso" y se basa en datos "parciales y sesgados" procedentes de Hamás y las ONG locales. También critica que la evaluación "ignora los extensos esfuerzos humanitarios" israelíes y que se fundamente en una "encuesta telefónica no publicada". "Existe una política constante para facilitar asistencia humanitaria a la población civil de Gaza, en plena conformidad con el derecho internacional", insiste el comunicado israelí.
Pero el IPC ha descalificado a su vez las acusaciones de Israel y que haya rebajado sus umbrales habituales para declarar un hambre. La respuesta es técnica, pero en esencia se trata de diferentes formas de evaluar la malnutrición en niños menores de cinco años en función de las pruebas disponibles.
De acuerdo con los datos del IPC, se utiliza un umbral del 30% cuando la evaluación se realiza a partir del peso y la altura, pero esta medida no está disponible en Gaza en estos momentos por razones obvias. En su ausencia, se utiliza una medida alternativa de la circunferencia del brazo de los niños –que establece el umbral del hambre cuando el 15% de los niños tienen un brazo por debajo de un tamaño determinado.
El IPC asegura que este estándar se aplica desde hace más de una década, y que se ha utilizado recientemente para evaluar el hambre en Sudán. El uso del tamaño de la circunferencia del brazo, por tanto, "no representa una rebaja del umbral en la metodología del IPC". Desde este punto de vista, dice la entidad, demuestra la aplicación continua de sus estándares comúnmente establecidos.
Mientras la crisis alimentaria resulta insostenible, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha confirmado a última hora de este jueves que su gabinete de seguridad ha aprobado el asalto definitivo a Ciudad de Gaza, en el norte del enclave, ofensiva que ya lleva en marcha desde hace 48 horas. En paralelo, ha asegurado que ha dado instrucciones para reanudar las negociaciones con Hamás para conseguir la liberación de los rehenes y poner fin a la guerra "bajo condiciones aceptables para Israel". "Ambas prioridades –derrotar a Hamás y liberar a los rehenes– van de la mano", ha defendido.
Este anuncio llega sólo tres días después de que Hamás aceptara la propuesta de tregua temporal impulsada por Qatar y Egipto, que prevé sesenta días de alto el fuego y la liberación de la mitad de los rehenes. Sin embargo, Netanyahu ha rechazado la oferta y advierte que Israel sólo aceptará un acuerdo global que incluya la entrega simultánea de todos los secuestrados, vivos y muertos, la desmilitarización de Gaza, el control israelí de las fronteras y la creación de una administración local ajena a Hamás ya la Autoridad Palestina.
Hamás acusa a Netanyahu de obstaculizar los esfuerzos de mediación y denuncia que menosprecia la propuesta de tregua. Fuentes israelíes admiten que los contactos podrían reanudarse pronto, pero insisten en que Israel no aceptará una tregua parcial.
La población civil afronta una emergencia que la ONU califica de "insostenible". Sin alimentos regulares, con hospitales colapsados e infraestructuras devastadas, la situación empeora con la orden israelí de evacuar a Ciudad de Gaza antes de la ofensiva terrestre. Hospitales y centros de salud han recibido en las últimas horas notificaciones de desalojo, medida que el ministerio de Sanidad de Gaza descarta por considerarla "una vez mortal en el sistema sanitario". Las Naciones Unidas alertan de que esta orden puede provocar una nueva ola de víctimas civiles y agravar aún más si cabe el actual colapso humanitario.
El análisis del balance de víctimas refleja la magnitud de la tragedia. Según una investigación conjunta de The Guardian, +972 Magazine y Local Call, basada en datos clasificados de la inteligencia militar israelí, sólo un 17% de los fallecidos en Gaza serían combatientes de Hamás o la Yihad Islámica. El resto, hasta el 83%, correspondería a civiles, cifra que situaría el conflicto entre los de mayor proporción de víctimas no combatientes de las últimas décadas, comparable con la masacre de Srebrenica, el genocidio de Ruanda o el sitio ruso de Mariúpol en el 2022.