Preocupación internacional por una escalada en Líbano
Varios países han aconsejado a sus ciudadanos que se marchen del país
BarcelonaMultitud de países en todo el mundo han pedido este domingo a sus ciudadanos que abandonen Líbano. Es otra de las consecuencias de la tensión crecienteentre Israel y los diversos estados que conforman el llamado Eje de la Resistencia, que encabeza Irán, y en la que se incluye la milicia chií libanesa Hezbollah.
Entre los países que han aconsejado a sus ciudadanos que se marchen del Líbano están Francia, España, Canadá o Australia, entre muchos otros. Algunos, como Reino Unido, también indicaron que retirarán del país del cedro a las familias de sus cuerpos diplomáticos. Estados Unidos no ha pedido explícitamente a sus ciudadanos que dejen el país, pero sí han recomendado "a quien quiera" marcharse de Líbano que "reserve cualquier billete disponible" de avión. Varias aerolíneas han cancelado vuelos hacia Líbano esta semana.
La tensión entre Israel y las fuerzas aliadas de Irán se disparó la semana pasada, cuando Tel-Aviv mató Fuad Shukr, un alto cargo de Hezbollah, en Beirut; y el líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, murió en una explosión en Teherán atribuida a Israel. El líder supremo del régimen de los ayatolás, Ali Jamenei, ha afirmado que vengar la muerte de Haniyeh "es un deber de Irán", y la Guardia Revolucionaria iraní ha prometido contestar de forma "dura y dolorosa".
La comunidad internacional se ha volcado para intentar que la escalada no desemboque en una guerra regional. A las llamadas a la desescalada de Estados Unidos, Francia, Italia o Egipto debe añadirse la visita del ministro de Exteriores de Jordania, Ayman Safadi, a Teherán. Pero el régimen de los ayatolás insiste en que responderá y los líderes mundiales admiten estar inmersos en la incertidumbre. Cuando este sábado le preguntaron a Joe Biden si Irán se echaría atrás, el presidente de Estados Unidos respondió: "No lo sé. Espero que sí".
Por su parte, Hezbollah, que también ha prometido responder al asesinato de Shukr, ha intensificado los ataques con misiles en el norte de Israel que lleva a cabo desde el 7 de octubre en solidaridad con Hamás. De hecho, la madrugada del domingo Tel-Aviv tuvo que activar su famoso sistema antiaéreo, la cúpula de hierro, para abatir una ola de cohetes de Hezbollah que se dirigían contra la localidad de Beit Hillel.
Israel, por el momento, no ha elevado su nivel de alerta militar, y asegura estar preparado para cualquier escenario. El primer ministro, Benjamin Netanyahu, ha dicho en una ceremonia que está dispuesto a enfrentarse a Irán en cualquier frente, "próximo o lejano". Además, una brigada de infantería del ejército israelí ya ha completado un entrenamiento en el que simulaban "escenarios de combate en territorio enemigo".
La violencia no se detiene en Gaza
Pese a la escalada, el ejército israelí no detiene su actividad en la franja de Gaza, y este domingo ha atacado a dos escuelas del enclave palestino, dejando al menos 25 muertos, según la Agencia de Noticias de Palestina. Israel también bombardeó un campo de refugiados improvisado en el interior de un hospital. Los ataques de este domingo han dejado 44 muertes, y en total, la campaña militar israelí suma ya 39.550 muertes, según las autoridades sanitarias gazianas.