Los quebraderos de cabeza de Biden de cara a la reelección

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El presidente estadounidense, Joe Biden, el viernes durante un acto institucional en la Casa Blanca.

Nueva YorkEsta semana, el presidente estadounidense, Joe Biden, admitió ante un grupo de donantes que entendía la preocupación por su edad de sus compatriotas, entre ellos una gran mayoría de sus votantes. Biden tendrá 82 años en el inicio de su segundo mandato si es reelegido. Pero, enseguida, volvió a erigirse en el único capaz de salvar la democracia estadounidense: “Me presento porque la democracia está en juego, porque en el 2024 la democracia estará de nuevo en las urnas. Y que no haya ninguna duda: Donald Trump y sus republicanos MAGA (Make America Great Again, el eslogan del expresidente) están decididos a destruir nuestra democracia”.

Biden no convence, como tampoco convenció durante la campaña presidencial a medio gas del 2020. Sin embargo, su gran suerte, entonces y ahora, es la impopularidad de Trump, que muy probablemente volverá a ser su rival en las próximas elecciones. Además, el republicano es solo tres años y medio más joven que él. La edad sería un mayor inconveniente si el gobernador de Florida, Ron DeSantis, de 45 años, ganara las primarias republicanas, pero ahora mismo, esto se ve imposible –su candidatura no enamora a las bases, como se pensó que haría en un principio-.

Los dolores de cabeza más grandes de Biden de cara a la reelección, pues, van más allá de su edad. Las percepciones de los estadounidenses sobre la situación económica y migratoria del país serán claves para conseguir un nuevo triunfo. Solo un 36% de los estadounidenses aprueba su liderazgo económico, y un 74% lo suspende en materia de inmigración, según unas recientes encuestas de AP-NORC y Reuters Ipsos.

La economía estadounidense crece a un ritmo saludable, el paro es bajo y la inflación, que alcanzó el máximo del 9% el año pasado, se ha ralentizado hasta el 4%. Pero estos datos no reconfortan a los votantes, que siguen quejándose de los altos precios de la vivienda, los alimentos y la gasolina. Además, cada vez les preocupa más las cifras récord de inmigrantes que intentan atravesar la frontera sur del país.

Visita a Michigan

Por otra parte, la actual huelga de trabajadores de las grandes automovilísticas en Michigan para reclamar mejoras salariales complican la imagen de una economía fuerte gracias al liderazgo de Biden, que su gobierno lleva meses intentando transmitir a la ciudadanía. Por eso la Casa Blanca ha anunciado que el martes el presidente irá a este estado del llamado cinturón industrial para apoyar la lucha de los trabajadores. Lo hará un día antes que Trump, que quiere sacar rédito de esa crisis.

Al mismo tiempo, su gobierno informó de que ha enviado 800 soldados a la frontera para aumentar la vigilancia y que acelerará la expulsión de personas que hayan llegado al país de forma irregular. Unas medidas que se contraponen con su decisión de ampliar un permiso migratorio que permitirá casi a medio millón de venezolanos trabajar y vivir legalmente en Estados Unidos durante 18 meses. La iniciativa responde a los llamamientos de Nueva York y Chicago para reducir la presión que está provocando la crisis migratoria en los presupuestos, pero ha sido criticada por la oposición.

La edad del presidente importa a los votantes, pero los dos factores que realmente decidirán la reelección de Biden son la cuestión migratoria, que ayudó a Trump a ganar la Casa Blanca en el 2016, y la economía de la calle.

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