El resurgimiento de la izquierda francesa
Mélenchon convierte la unión de los partidos progresistas en el principal partido de la oposición
ParísEl milagro no ha sido posible y la unión de las izquierdas (Nupes) no ha conseguido hacer suyo el control de la Asamblea Nacional, a pesar de que había tenido esperanza hasta el último momento. Pero los buenos resultados de las elecciones legislativas, que le otorgan 149 escaños, todavía provisionales, convierten a Nupes en el principal grupo de la oposición del Parlamento francés y confirman el éxito de la apuesta personal de Jean-Luc Mélenchon, líder de Francia Insumisa, de reagrupar a los partidos de izquierdas en una plataforma para hacer frente común electoral.
La nueva unión ecológica y social de las izquierdas ha conseguido lo que hace pocas semanas parecía imposible: el resurgimiento de la izquierda francesa, hasta ahora sometida a una crisis sin precedentes. Nupes, formada por el partido de Mélenchon, el Partido Socialista, los Verdes y el Partido Comunista, ha conseguido hacerse fuerte en la Asamblea Nacional, recuperar el espacio político perdido y convertirse en la oposición al presidente, Emmanuel Macron, que este domingo ha perdido la mayoría absoluta parlamentaria por el empujón de la izquierda.
Los resultados de las elecciones presidenciales de abril confirmaban la crisis de la izquierda francesa, especialmente de las formaciones tradicionales como el Partido Socialista y los Verdes. Con la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, como candidata, los socialistas obtuvieron solo un 1,7% de los votos en las presidenciales de abril, el peor resultado de la historia del partido. La derrota estrepitosa ponía en entredicho incluso el futuro de una formación que ha tenido presidentes como François Mitterrand. Una cosa parecida pasó con los ecologistas: el candidato de los Verdes, Yannick Jadot, no llegó al 5% de los votos. Con estos resultados, los dos partidos temían un descalabro en las legislativas.
Salvación para los socialistas
En cambio, Mélenchon –considerado en Francia como izquierda radical– aglutinó a buena parte del voto de izquierdas. Se quedó a pocos votos de superar a la candidata de extrema derecha Marine Le Pen y pasar a la segunda vuelta. Si los partidos de izquierdas se hubieran presentado juntos a las presidenciales, probablemente el insumiso se habría jugado la segunda vuelta con el presidente Macron. Después de la elección presidencial, Mélenchon ofreció al resto de partidos de izquierdas unirse para las legislativas. El sí de los socialistas fue muy controvertido dentro del partido, pero también ha sido, probablemente, su salvación.
El gran reto ahora para Nupes será mantener la cohesión en la Asamblea para hacer una verdadera oposición. Son cuatro partidos de izquierdas con filosofías y propuestas muy diferentes, sobre todo en materia económica pero también en cuestiones sociales, de Unión Europea o de ecología. En una legislatura de cinco años, las tensiones y las divergencias pueden acabar rompiendo la unión y dejar, de nuevo, a la izquierda fragmentada en el Parlamento. De hecho, no está claro –este domingo no lo han concretado– si finalmente formarán un solo grupo parlamentario o cada partido formará el suyo propio grupo en la Asamblea.
La otra duda es qué será el papel de Mélenchon a partir de ahora. El líder de Nupes no era candidato a diputado y, por lo tanto, no estará en la Asamblea para ejercer formalmente de líder de la oposición. ¿Reivindicará su papel desde fuera del Parlamento? Es la gran incógnita. Si antes de las elecciones presidenciales se hablaba de una retirada de la política para hacerse cargo del think tank de la izquierda radical, el éxito de su proyecto de unión de las izquierdas podría alentarlo a seguir en la primera línea política. Este domingo, Mélenchon no ha concretado su futuro, pero ha dejado entrever que seguirá al pie del cañón: “Cambio mi posición de combate, pero mi compromiso es, y se mantendrá hasta mi último aliento, en la primera de nuestras filas".