Las reuniones que decidirán la Alemania sin Merkel

Berlín, AlemanaEl martes ya se encontraron y el viernes lo hicieron de nuevo. Para tantear el terreno. Con la selfie compartida en las redes quisieron transmitir seguridad, modernidad y, hasta cierto punto, que ellos decidirán quién será el próximo canciller alemán. Son los Verdes y los liberales (FDP) alemanes, terceros y cuartos en las elecciones federales de hace una semana en el Bundestag. Las ganaron por los pelos los socialdemócratas (SPD) de Olaf Scholz y los grandes perdedores fueron los conservadores (CDU/CSU), que han gobernado con la cancillera Angela Merkel en los últimos dieciséis años. Si no hay acuerdo de gobierno antes del 18 de diciembre, Merkel habrá gobernado más días que su mentor y excanciller Helmut Kohl.

La coalición que por ahora tiene más números es la llamada semáforo por los colores rojo (SPD), verde (los Verdes) y amarillo (FDP). Los dos partidos clave ya dijeron la noche electoral que primero hablarían entre ellos y que después ya vendrán los contactos bilaterales, primero con los socialdemócratas, después con los conservadores de Armen Laschet, que sigue en el banquillo, por si acaso, mientras espera que el partido no lo obligue a dejar el cargo de líder de la CDU y mientras se aferra a la esperanza de que la desunión que reina dentro de la Unión se arregle. Dado que hace cuatro años las negociaciones para que los liberales entraran en el gobierno en formato Jamaica (CDU, los Verdes y los liberales) fracasaron porque no vieron sus intereses representados, ahora se están tomando el tiempo para poder tratar de forma pragmática los puntos de acuerdo y desacuerdo y poner las demandas y las líneas rojas desde el principio encima de la mesa.

La crisis climática, clave

Los Verdes, que más allá de la defensa climática son un guirigay en cuanto a orientación política, prefieren una coalición semáforo con el SPD como socio grande. Los liberales, de centro-conservadores, prefieren el modelo Jamaica, que funciona en la región de Schleswig-Holstein, de donde viene el colíder de los Verdes Robert Habeck y que aporta en Berlín la experiencia negociadora a nivel regional. El FDP también gobierna en el Rin del Norte-Westfalia, una región que preside Laschet, con la CDU y el año que viene querría repetir la fórmula después de las elecciones que tendrán lugar en esta región.

En las negociaciones, los ecologistas tendrán que conseguir resultados reales ligados a la emergencia climática; si no, pueden encontrarse con un efecto dominó de malos resultados en las próximas elecciones regionales, lo contrario de la oleada verde positiva con la que llegaron a las elecciones federales de la semana pasada, que, si bien han tenido un resultado peor al esperado, suponen el mejor en su historia.

Línia roja de los liberales es la no subida de impuestos (ni de renta ni la introducción de impuesto patrimonial) y ser reticentes a la intervención estatal. Los Verdes, en cambio, querrían financiar la modernización de tecnologías verdes tasando a las rentas más altas.

Pero los puntos en los que chocan no se acaban aquí. Los ecologistas quieren incrementar la deuda para invertir, la FDP está en contra y quiere potenciar el sector privado. Tampoco hay consenso en la visión sobre la política migratoria. Coinciden en el hecho de que son los dos partidos a los que más ha votado la gente joven y los electores noveles, por la protección climática y por el peso que tienen la digitalización y la modernización en sus programas. Si al líder del FPD, Christian Lindner, le dan el ministerio de Finanzas, y si los Verdes pueden tener Exteriores para Habeck o carteras ligadas a Energía, Transporte y Agricultura, el consenso puede tener más opciones de éxito.

Inflación y CO₂

Mientras, el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) publica niveles de inflación récord (4,1%) que, sobre todo, afectan a los alquileres, por los contratos de aumento escalado del precio de la vivienda, y los carburantes. Los sueldos no necesariamente aumentan y en los últimos veinte años cada vez hay más familias en las grandes ciudades alemanas que dedican más del 40% del sueldo a pagar el alquiler, y un 58% le destinan más de una cuarta parte del sueldo neto en un país donde un 70% de la población vive de alquiler.

Alemania sigue siendo uno de los principales emisores de CO₂ mundial y en 2020 solo logró los objetivos del clima por la situación excepcional de pandemia. A mediados de la semana que empieza está previsto que se sienten por primera vez a negociar los tres partidos en constelación semáforo, una vez cerrada la ronda de bilaterales.