El plan de Putin para convertir a veteranos sanguinarios en la élite política de Rusia
El Kremlin forma a exoficiales de la guerra de Ucrania como funcionarios y aspira a militarizar el Parlamento
MoscúCriminales de guerra erigidos en representantes públicos. Vladimir Putin está decidido a militarizar a la administración rusa y no tiene miramientos a la hora de abrir sus puertas a soldados acusados de asesinato. En un intento de privilegiar a los oficiales que han combatido en Ucrania y de atar aún más su suerte a la del conflicto, el presidente ruso anunció a principios del 2024 la creación del programa Tiempo de Héroes, destinado a formar a los veteranos de guerra como funcionarios. Todos ellos, llamados a convertirse, según Putin, "la verdadera élite de Rusia".
El curso, que acaba de poner en marcha la segunda edición, se organiza de manera muy exclusiva en el ámbito federal, con poco más de ochenta plazas, de las que ya han salido al menos 27 funcionarios. Mientras, más de 46.000 participantes de la llamada "operación militar especial" han solicitado ingresar en programas análogos regionales. Cada región ha recibido el encargo del Kremlin de preparar a finales de año entre 30 y 60 veteranos para trabajar en organismos gubernamentales hasta alcanzar los 2.500 anuales.
Entre estos flamantes miembros de la administración, los hay que llegan con una hoja de servicios como mínimo turbio. Es el caso de varios oficiales condecorados como Héroes de Rusia que estuvieron presuntamente implicados en la matanza en la ciudad ucraniana de Butxa durante la ocupación rusa. Por ejemplo, Nursultan Mussagaléyev, acusado por los servicios especiales ucranianos de haber torturado y asesinado a civiles, es ahora jefe de distrito en la región de Orenburg, en el sur del país, e incluso ha participado en actos públicos junto a Putin.
El comandante Yuri Abáyev, involucrado en la ejecución de prisioneros de guerra ucranianos en Zaporíjia, en 2024, según la inteligencia de Kiiv, fue nombrado ministro de Trabajo y Desarrollo Social en Osetia del Norte. Mientras, en Yacutia (Siberia), Andrei Grigoriev, famoso por un vídeo en el que se le ve matando a un soldado ucraniano en una lucha cuerpo a cuerpo, gesta que le valió una estrella de Héroe de Rusia, está estudiando desde este año para ser funcionario.
Más reciente ha sido el caso de Ígor Iurguin, excomandante de un escuadrón de asalto integrado por presos, heredero del grupo Wagner, a quien sus subordinados recriminaban que los utilizara en los llamados "asaltos de carne", es decir, ataques suicidas contra el enemigo sin tener en cuenta las enormes pérdidas humanas. Como recompensa, Yurguin ha sido promocionado nada menos que como jefe del departamento de Educación Infantil del ministerio de Educación ruso.
La rehabilitación civil, sin embargo, no siempre los mantiene a salvo. Zaur Gurtsiev, teniente de alcaldía de Stávropol, en el extremo sudeste de Rusia, fue víctima de un atentado el pasado 29 de mayo. Un hombre que había conocido a través de una aplicación de citas se le acercó y, en ese momento, estalló un artefacto explosivo que llevaba encima sin saberlo. Gurtsiev, conocido como "el carnicero de Mariúpolo", fue el responsable de los ataques aéreos durante el asedio de esta ciudad ucraniana al inicio de la guerra, en la que murieron miles de personas.
Una Duma llena de veteranos
Putin no sólo aspira a que los héroes de guerra llenen la administración, sino también el Parlamento. Según la periodista Farida Rustamova, el líder ruso quiere que los veteranos ocupen 100 de los 450 escaños de la Duma estatal en las elecciones del 2026, y Rusia Unida, el partido del presidente, debe convertirse en la plataforma desde la que germine la nueva clase política.
Y, de momento, se está saliendo adelante, a juzgar por los datos facilitados esta semana por la formación: 837 veteranos de guerra nominados por Rusia Unida han sido elegidos como representantes a todos los niveles de la administración a lo largo del 2025, mientras que el año anterior fueron de 312 sin el año anterior. el pasado domingo ganaron candidatos del partido de Putin que habían luchado en Ucrania.
Además, una de las gobernadoras reelegidas había liderado antes el lanzamiento del programa Tiempo de Héroes. María Kostiuk, de la Provincia Autónoma de los Hebreos, un territorio en el extremo oriente ruso, perdió al hijo en el frente de Ucrania, y fue rápidamente situada al frente de una fundación de familiares de combatientes muertos teledirigida por Putin. El ascenso meteórico le ha llevado en pocos meses al cargo más alto de la región, aunque, según el medio independienteAgentstvo, su victoria con un 83% de los votos ha sido la más anómala de toda Rusia, ya que 150 de los 166 colegios electorales de la circunscripción presentan indicios de fraude electoral.
Según los expertos, la militarización de las instituciones tiene por objetivo evitar la conocida como "síndrome de Afganistán". Tras la invasión soviética de ese país, a partir de los años 90, muchos de los veteranos acabaron dedicándose al crimen organizado. Ahora bien, más allá de las dudas que generan las habilidades de criminales para la administración civil, el verdadero reto para Putin serán los miles de soldados rasos, sin una salida laboral a medida, algunos de ellos exconvictos, que tendrán grandes dificultades para adaptarse a la paz después de años haciendo la guerra.