Un 'showman' más xenófobo que Le Pen quiere ser presidente de Francia

El último sondeo pronostica que el periodista Éric Zemmour pasaría a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales de 2022

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El comentarista francés de extrema derecha Eric Zemmour

ParísTodavía no es candidato oficial al Elíseo, pero ya le disputa el liderazgo de la extrema derecha a Marine Le Pen, hasta ahora la única representante de la ultraderecha en Francia. Éric Zemmour, periodista, escritor y estrella televisiva con ideas políticas más radicales que Le Pen, sopesa presentarse a las elecciones presidenciales de abril de 2022. Con postulados antiinmigración extremadamente populistas –ha llegado a decir que prohibirá que los niños nacidos en Francia se puedan llamar Mohammed o cualquier otro nombre que no sea considerado francés– y reflejándose en el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, Zemmour amenaza en convertirse en la nueva cara de la extrema derecha. “Yo lo que quiero es una Francia francesa”, proclama.

A seis meses de las elecciones y sin que todavía haya revelado si finalmente será candidato, una encuesta electoral publicada este miércoles ha sacudido la precampaña: el sondeo sitúa a Zemmour, de 63 años, en la segunda vuelta, desbancando a Le Pen y disputándose la presidencia con Emmanuel Macron. Hasta ahora todas las encuestas auguraban una segunda vuelta con el presidente francés y la líder de la extrema derecha. Según el sondeo, Zemmour conseguiría el 17% de los votos en la primera vuelta, ante el 15% de Le Pen. En primera posición quedaría Macron –oficialmente tampoco ha anunciado la candidatura, pero se da por sentado que se presentará a la reelección– con el 24% de los votos. 

Con una derecha francesa sin un líder claro desde el paso al lado de Nicolas Sarkozy por sus problemas con la justicia y en un momento en el que Marine Le Pen ha moderado su discurso en un intento de ganar un electorado conservador menos radical, Zemmour se cuela por la derecha. “No tengo nada en contra de Le Pen. Simplemente creo que no puede ganar las elecciones y que se ha equivocado de estrategia”, afirmaba este miércoles. El periodista tiene a favor el hecho de ser un personaje mediático que hace subir audiencias, que no rehúye la polémica y que se atreve a debatir en prime time con filósofos o políticos de la izquierda radical sin complejos. Es una persona culta pero también un polemista profesional que funciona a la perfección como producto mediático.

Candidato sin partido

En contra tiene la falta de experiencia política y la falta de un partido o de un aparato político que pueda poner en marcha una campaña electoral que lo lleve al Elíseo. En Francia, sin embargo, es relativamente habitual que se presenten candidatos sin un partido detrás –el propio Macron se lanzó a la carrera electoral fundando en un tiempo récord su propio partido, En Marche!–, y Zemmour ha demostrado hasta ahora que tampoco lo necesita. “Dice las cosas que un político correcto no podría decir pero lo dice tan a menudo en las grandes televisiones y en los grandes diarios que se convierte prácticamente en el potencial candidato que más se escucha diariamente en la radio y en la tele. O habla él o se habla de él”, apunta el politólogo especializado en extrema derecha Jean-Yves Camus. 

De hecho, el periodista xenófobo está marcando la agenda política francesa en las últimas semanas. Sus críticas a la inmigración y sus propuestas para evitar que Francia continúe su “declive” y se convierta en “una república islámica”, como la celebración de un referéndum sobre inmigración en el que se pregunte a la ciudadanía si Francia suprime el derecho de reagrupamiento familiar, limita las ayudas públicas a los franceses y rechaza a los estudiantes procedentes de África, han obligado a los otros candidatos a moverse. Marine Le Pen también ha prometido un referéndum en materia de inmigración mientras que el presidente de Francia ha anunciado que su gobierno limitará los visados a los países del Magreb. 

Ganar a Macron en las presidenciales

“El riesgo para la campaña electoral es que, incluso si finalmente no es candidato, lo que busca es conducir el debate político hacia los temas que él quiere, sobre todo la inmigración y el islam, y obliga así a los otros candidatos a actuar inmediatamente y a ajustar su programa en consecuencia”, subraya Camus. Y aventura que si Zemmour es candidato, “todavía será peor”. El polémico periodista todavía no ha oficializado su candidatura. Algunas voces aseguran que finalmente no se presentará pero habrá obligado a la derecha tradicional y a la extrema derecha a converger en sus discursos. Solo así los partidos conservadores y de extrema derecha tendrían alguna posibilidad de vencer a Macron en las elecciones.

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