Ultimátum talibán a las fuerzas occidentales todavía presentes en el aeropuerto de Kabul
Los fundamentalistas vetan a los militares extranjeros más allá del 31 de agosto y se acentúa el drama de una evacuación contra reloj
LondresUn portavoz de los talibanes, Suhail Shaheen, ha anunciado este lunes desde Kabul que no ampliarán el plazo para que las tropas occidentales sigan evacuando a ciudadanos del país desde el aeropuerto internacional de la capital más allá del 31 de agosto. "Esta fecha es una línea roja", ha dicho, y si se mantuviera la presencia militar extranjera habrá "una reacción".
El ultimátum añade dramatismo a la ya extremadamente dramática operación que tiene lugar desde hace siete días, y pone muy en entredicho las esperanzas de miles de ciudadanos vulnerables –mujeres, niños y todo tipo de opositores al nuevo régimen y colaboradores de las potencias occidentales las últimas dos décadas– que se amontonan alrededor de los accesos a las instalaciones aeroportuarias, todavía bajo control de los norteamericanos, para intentar entrar y conseguir una plaza en uno de los aviones que salen.
En declaraciones a cadenas de televisión británicas, Suhail Shaheen ha asegurado también que ningún líder o autoridad occidental ha solicitado permiso para seguir actuando después de finales de este mes. A la vez, se ha referido a los términos del pacto al que llegaron con Washington. "El presidente Biden anunció un acuerdo según el que el 31 de agosto retirarían todas sus fuerzas militares. Por lo tanto, si lo amplían quiere decir que amplían también la ocupación sin que haya ninguna necesidad. Si los Estados Unidos o el Reino Unido buscan tiempo adicional para mantener las evacuaciones, la respuesta es no. Y si lo hicieran, habría consecuencias. Creará desconfianza entre nosotros. Si tienen la intención de seguir la ocupación, habrá una reacción”.
Biden y el G-7
Pocas horas antes de estas declaraciones, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, había afirmado que se planteaba ampliar el plazo de la ocupación del aeropuerto y que mantenía discusiones entre los miembros del G-7 en esta línea.
Los líderes de los países más industrializados del mundo se reunirán virtualmente este martes para evaluar una situación que solo puede ser considerada de catastrófica en todos los sentidos.
Por otro lado, según ha informado Downing Street este lunes, el primer ministro británico, Boris Johnson, tiene la intención de pedir a Biden que alargue la presencia norteamericana en el aeropuerto de Kabul para intentar conseguir rescatar al máximo número de personas.
Pero las declaraciones de Suhail Shaheen dejan muy poco margen de maniobra a Washington y el resto del G-7. Bajo la presidencia de Donald Trump, los Estados Unidos pactaron una retirada de Afganistán en las conversaciones de Doha con los talibanes a cambio de nada y que Biden y el resto de los aliados han completado y convertido en un desastre humanitario y un fracaso geopolítico de proporciones ahora mismo difíciles de predecir a largo plazo.
Los talibanes mantienen hoy por hoy el control de la seguridad de todo Kabul con la excepción del perímetro del aeropuerto, pero crucialmente sí controlan los accesos. De acuerdo con informaciones de las últimas horas mencionadas por unas cuantas agencias y servicios informativos, esta noche un miembro de un contingente de las fuerzas especiales afganas que han quedado junto a los soldados extranjeros ha muerto en un intercambio de fuego en el aeropuerto. Fuentes del ejército alemán, implicado junto con tropas norteamericanas en el incidente, aseguraron que tres militares más habían resultado heridos en un asalto llevado a cabo por "atacantes desconocidos". Hasta ahora, al menos una veintena de personas han muerto a consecuencia de aludes humanos y de la desesperación que se vive.
En una muestra más del doble lenguaje del régimen islamista, que ya practica detenciones y castigos sumarísimos mientras pone una cara menos feroz de puertas afuera, Abdul Qahar Balkhi, de la Comisión Cultural de los talibanes, ha asegurado a fuentes occidentales mencionadas por la prensa británica que el grupo está en "contacto permanente" con los norteamericanos sobre las zonas de seguridad alrededor del aeropuerto. Al mismo tiempo, Abdul Qahar Balkhi ha lamentado el éxodo y ha dicho que "no es necesario".