El 33 estrena el premiado documental sobre el enigmático músico Robert Gerhard
Xavier Bosch y Josep Badell dirigen esta pieza sobre una figura clave de la primera mitad del siglo XX
BarcelonaUn misterio que comienza a abrirse llega este jueves por la noche al canal 33 (22.45 h), en forma de película. Se trata de Revolutionary Quartet, el enigma Gerhard, ganadora la semana pasada del premio In-Edit 2023 al mejor documental nacional. El filme explora y reivindica la figura del compositor Robert Gerhard, que dejó su huella en sinfonías, óperas, ballets, sardanas, música para el cine o para la BBC. Su exploración del dodecafonismo le empujó a poner las bases de la música electrónica. Considerado un equivalente de Joan Miró en el mundo musical, por su apuesta decididamente vanguardista, este catalán nacido en Valls en 1896 es todavía un nombre relativamente desconocido para el gran público, a lo que quiere remediar esta pieza audiovisual.
Para ello, sigue el cuarteto de cuerda que lleva el nombre de Robert Gerhard e interpreta sus piezas por algunas de las salas más emblemáticas de Europa. Una lista extensa de musicólogos, autores e intérpretes ayudan a configurar este retrato, dirigido por Xavier Bosch y Josep Badell, en el que han estado trabajando en los tres últimos años.
“Es un compositor que transgrede, que rompe, un compositor de radical vanguardia”, explica en la pieza el crítico Jaume Radigales. El musicólogo y ensayista Oriol Pérez Treviño cree que un factor que le ha ido a la contra, para su reconocimiento global, es el desarraigo: “Robert Gerhard es un compositor olvidado. A Cambridge no le han visto como un compositor inglés y en Cataluña, por su condición de exiliado y por el apellido Gerhard, ha quedado en una simple anécdota de la historia de la música, cuando es el compositor de la primera mitad del siglo más importante de Cataluña”, afirma.
Este recorrido por la vida y obra del compositor hace honor a la rotura formal que abanderó, de modo que el documental huye de la linealidad. Por el contrario, despliega un lenguaje integral donde las imágenes y la edición acaban dibujando –de forma cubista, podría decirse– un fresco sobre la música más experimental del siglo pasado. Aparte del premio de In-Edit, la obra mereció también el laurel oficial del Festival Internacional de Cine de Yopal, en Colombia.