Obiturario

Consternación por la muerte de la periodista cultural Anna Pérez Pagès

Ha dedicado cerca de 25 años a la cultura y la comunicación y dirigió y presentó los programas 'Ártico' y 'A escena' en Betevé

BarcelonaAnna Pérez Pagès hacía planes. A todas horas, con todo el mundo. Hacía planes incluso enferma, cuando no podía salir de la cama, pero era capaz de montarnos una cerveza posfunción con Laia Marull en el bar del Lliure después de que interpretara Lady Macbeth. Ésta era exactamente Anna. La cita quedará pendiente para siempre. También visitar la nueva sala de Àlex Rigola en Sants. Y esos menús de mediodía que nos prometíamos porque hacer un menú de mediodía es hacer vida normal. No puedo imaginar la mano de citas que Anna deja pendientes. La mano de mensajes por responder. Puede sonar tópico, pero os prometo que es verdad: no hay nadie con más vitalidad, más sociable, con más curiosidad y más efervescente, nadie que desprenda tanto amor como Ana. No lo había. La periodista cultural Anna Pérez Pagès ha fallecido pocos meses después del diagnóstico de un cáncer.

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El gran público la recordará como una de las caras de los programas culturales de Betevé. Durante nueve años, del 2013 al 2022, Pérez Pagès dirigió –y en algunas etapas también presentó– el magacín Ártico en la televisión de Barcelona, ​​un programa diario que colocaba la cultura en prime time y que se convirtió en una referencia para los amantes de las artes y el sector cultural, en el que hizo muchos amigos –aunque esto era consustancial en ella–. Antes había dirigido y presentado cuatro temporadas En escena y aún antes había trabajado en el Qwerty, el programa de libros de Joan Barril, ambos emitidos en Betevé.

Licenciada en filología inglesa y periodismo y diplomada en artes escénicas, tenía un conocimiento profundo del ámbito cultural, una mirada panorámica, era currante, le gustaba hacer equipo, pisaba la calle –en su caso, las plateas– y , sobre todo, amaba lo que hacía y lo que hacían los creadores. El final abrupto de los programas culturales de Betevé fue un duro golpe personal y profesional, pero sintió el calor unánime de los espectadores y de los profesionales que habían pasado por su icónico sofá rojo. Tras un paro, regresó a la cadena como coordinadora de contenidos culturales, un trabajo de gestión que no impidió que presentara el programa de Sant Jordi pasado o que se inventara un videopodcast.

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Porque a Pérez Pagès le gustaba la acción, quería estar en todas partes. Necesitaba empaparse de teatro, de música, de libros, de gente, y también necesitaba poder explicarlo. La radio fue su primer medio (durante nueve años trabajó en COMRàdio en programas como elIcult.com) y era donde se sentía más cómoda. Colaboró ​​con elIslandia de Albert Om, con El suplemento de Roger Escapa, con La tribu de Tatiana Sisquella, con El secreto de Silvia Cóppulo, entre otros medios.

Su talento comunicativo, su experiencia y una energía desbordante le llevaron a presentar decenas de actividades a los grandes equipamientos y eventos culturales del país, que ya han notado su ausencia: los coloquios en el Lliure o el Nacional , la revista Pausa, los Premios de la Crítica Teatral, los debates en el CCCB y todo tipo de actos culturales. También ejerció de profesora en la Universidad Pompeu Fabra y en la Bienal de Venecia.

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Anna era todo esto y era compromiso y era amistad y era alegría y era muchas otras cosas para mucha gente diferente. Ahora que repaso fotos y mensajes, como si todavía pudiera hacerle una última nota de voz, como si pudiera despedir a distancia, veo que en las redes tenía dos lemas: “La política la haces o te la hacen” y "La vida, la vives o la pierdes". Anna, tranquila porque has cumplido con la vida. Pero la cerveza, no te la perdonaré.