¿La filtración del vídeo de Errejón también la investigarán?
Ok Diario ha publicado unos extractos de la declaración de Íñigo Errejón ante el juez, en vídeo. Supongo que, al igual que ha ocurrido con el presunto correo del fiscal general sobre el novio de Isabel Díaz Ayuso, también esa violación de la intimidad de un acusado será investigada y merecedora de portadas escandalizadas. El testimonio del ex de Podemos, claro, resultaba tan lamentable como podía imaginar y en cada frase hundía las ingles hasta nuevas cotas de manteca. Pero lo relevante desde el punto de vista del interés público –el presunto abusador, al fin y al cabo, cumplía con la tradición de minimizar los hechos– es la estrujada que le propinaba el juez. Sobre todo cuando le acorralaba diciendo que si su espacio político había defendido siempre que hay que creer las denuncias de las mujeres, como ahora él intentaba desacreditar la de Elisa Mouliaá. El magistrado le interrumpía continuamente y se enzarzaba en una discusión que, al menos viendo el extracto filtrado, no aportaba nada al esclarecimiento de los hechos y parecía, en cambio, una trifulca política. El resultado es que, en las redes, muchas cuentas machirulos de estos perfiles con nombres ajetreados que van de lobos y tiburones aprovechaban para realizar campaña de desprestigio de los movimientos como el #MeToo y derivados. Y sugerían que las denuncias falsas son mucho más elevadas que el irrisorio número que aparece tozudamente en los estudios serios sobre el tema.
Ojalá la pena contra Errejón sea ejemplar si se demuestra el abuso. Los políticos deben asumir que sus actos resuenan de forma amplificada en la sociedad. Pero la filtración no deja de ser inquietante, clamorosamente interesada e instrumentalizada por los medios de siempre y encima encaja con un nuevo episodio de hostilidad política contra un representante (aunque haya salido llufa) de la izquierda.