Televisión

'El Mundo' devuelve a Veo 7 a la TDT, trece años después de cerrarlo

El canal resucitado se dedicará a la ficción

'Vidas criminales', una de las películas del nuevo canal
16/06/2025
2 min

BarcelonaEn tiempos de éxodo masivo en los canales digitales, hay quien todavía apuesta por la TDT. Es el caso de Unedisa, la editora del diario El Mundo, que ha anunciado la recuperación de su antigua televisión Veo 7, que clausuró en el 2012. En esta nueva etapa, que comienza el miércoles, se centrará en emitir programación enlatada consistente sobre todo en cine actual. Entre las primeras películas que se han anunciado se encuentran Vidas criminales (una comedia negra protagonizada por Jennifer Aniston), Pixie (con Ben Hardy y Olivia Cooke) y Weird (el biopic del comediante Weird Al Yankovic).

El apartado de series estará representado por dos títulos largamente repuestos en diferentes cadenas. Por un lado, Los vigilantes de la playa, con Pamela Anderson y David Hasselhoff. Y, por otra, Flashpoint, una serie canadiense sobre un grupo de élite policial con Enrico Colantoni y Amy Jo Johnson entre los protagonistas. Veo 7 aprovechará las frecuencias que hasta ahora utilizaba Gol Play, la televisión deportiva en abierto de Mediapro que, después de nueve años en antena, cierra este martes las emisiones. De hecho, este canal emitía de forma realquilada, porque la licencia se otorgó en su día a Unedisa.

Un canal malogrado

La llegada de Veo 7 tuvo un componente político evidente. Corría en el 2000 cuando José María Aznar vio en la futura llegada de la TDT una opción para modelar el panorama televisivo en favor de sus intereses. Es así como otorgó dos licencias a empresas que le resultaban afines: Unedisa, editora deEl Mundo, y Vocento, responsable entre otros del diario Abc. Pero había un problema nada menor: para captar aquellas televisiones era necesario tener un televisor adaptado a la nueva tecnología o un decodificador. Y, en esos años, la población aún no había iniciado el proceso de renovación de los aparatos porque Europa permitía la emisión tradicional. Es decir, que la inmensísima mayoría de la población no podía captar las emisiones de Veo 7 (entonces Veo Televisión) ni de su prima Net TV, de Vocento.

Sin audiencia, las emisiones que se pusieron en marcha finalmente en 2004 fueron testimoniales: programas vinculados a la información generada por los mismos diarios, con profusión de gente de la casa, para minimizar la inversión. Las audiencias fueron residuales y pronto se vio que si había alguna opción de hacer las paces y convertir esa licencia en lucrativa no era por la vía de elaborar contenidos y cruzar los dedos para que los anunciantes apostaran, sino realquilando el espacio radioeléctrico concedido y sobrando para que otras televisiones como 13TV, Marca y AXN podía superar los 4 millones de euros anuales por cada uno de los tres canales arrendados. No era una subvención, pero se parecía suficiente.

El canal no tardó mucho en entrar en agonía. El círculo vicioso indicaba el cierre inminente: se echaban a trabajadores, se suprimía programación propia y las audiencias bajaban aún más, lo que acababa comportando más despidos. En julio del 2011 fue a negro y, de repente, su pantalla se convirtió en una teletienda. El grupo Unedisa empezó a negociar las indemnizaciones de los 250 trabajadores que quedaban en ese proyecto ruinoso. En septiembre todavía regresó con unos meses de programación errática e irregular, antes de echar la toalla y ceder el espacio de TDT al canal Discovery Max.

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