'El Mundo' ya narra una nueva Guerra Civil

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De la procesión de manifestaciones, poco que decir, más allá de la inflación habitual de cifras. La mayoría de periódicos hablan de cientos de miles de personas, mientras que el Abc sube ya por encima del millón y La Razón realiza una oda a la inflación con su muy generosa cifra de más de dos millones de personas. En Barcelona, en todo caso, 6.500 almas, que poco debían contribuir al cómputo global. Ninguna novedad en este frente: solo ruido y muy subjetivas formas de medirlo.

La manifestación en Barcelona contra la amnistía.

Me preocupa más cómo la prensa española navega desde hace años entre el Escila de la inflamación épica y el Caribdis de la flagelación humillante. Se trata de vender diarios y, bueno, se entiende que la hipérbole ayude a llegar allá donde la mera exposición de hechos no llega. Pero la portada de El Mundo de este lunes es ciertamente relevante. Y preocupante. Fijémonos en los diversos verbos de los cuatro titulares principales de su primera página, que marco en cursiva: “España se levanta contra la amnistía de Sánchez”, “Me rebelo, luegoexisto”, “Disparar por la espalda” y “El banderismo toma Sol”. Los cuatro pertenecen al campo semántico de la guerra. Una metáfora puede ser licencia poética; cuatro seguidas son ganas de remitir a retóricas pasadas y pescar en el sentimiento guerracivilista que, siete décadas después, aún parte a ese territorio. Pero no les menciones a los muertos a pie de carretera, claro. Sea como sea, la última vez que desde la derecha se espoleó la revuelta contra unos resultados democráticos surgidos de las urnas la cosa no acabó precisamente bien (aunque supongo que habrá quien considere que fue estupendo, con cuarenta años de régimen). Pero El Mundo haría bien en revisar si sus elecciones léxicas no están recosiendo, impasible el ademán, las sábanas de viejos fantasmas.

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