El nuevo tsunami de Google contra los medios
Google comienza a implantar un cambio en la forma en que muestra los resultados de sus búsquedas. Gracias a la inteligencia artificial, puede ofrecer un sumario de la página web en cuestión, por lo que el usuario no debe tomarse la molestia de clicar y leer ese artículo. Un estudio ha determinado que esto comporta, en algunos casos, reducciones de hasta el 80% del tráfico generado por el buscador en los medios de comunicación. Otro estudio, en este caso del Pew Research Center, indica que los enlaces al final del sumario sólo se pulsan una de cada cien veces. Google rechaza esa cifra, pero es evidente que hablamos de un impacto brutal. Y no sólo es que se pierdan visitas, que podrían ser monetizadas por los medios que han elaborado aquella información, sino que directamente se frustra la posibilidad de crear la conexión entre un individuo y una cabecera. En el mundo físico no tendría ningún sentido este modelo de negocio: tengo una tienda de plátanos y la gente debe comprarlos... o bien puede venir una tercera persona, coger un plátano, pelarlo, y regalarlo gratis (de momento!) a un pasavolante y encima minimizando el rótulo de mi frutería. Así cualquier persona hace negocios, tomando gratis la materia prima ajena.
Debido a que las posibilidades de impedir este ladronico son imposibles –Google tiene demasiado poder y junto con las demás big tech ha impuesto un modelo perverso–, sólo se puede aspirar a pactar algunas migajas de compensación. Ahora bien, también creo que puede ser un revulsivo. Hemos sido un par de décadas en las que numerosos medios tomaban decisiones editoriales más pendientes de los buscadores que de los lectores. Quienes sepan encontrar la conexión directa con el público, sin dependencia de un intermediario que ahora les robará el tráfico y la notoriedad, serán centrales en su comunidad y tendrán más números de sobrevivir que los que se apoyan en exceso de los pescacliques.