El plan de TDT del Estado amenaza con que TV3 pueda emitir en ultraalta definición
El CAC saca a concurso el múltiplex privado que el cierre de 8TV dejó libre
BarcelonaEl espacio radioeléctrico es un bien escaso, codiciado al mismo tiempo por las televisiones y operadoras de telefonía móvil. A medida que avanzan los sistemas de compresión, crecen también las demandas de ancho de banda, porque las necesidades de tráfico de datos se expanden a gran velocidad. TV3 puede acabar siendo víctima colateral de este pulso: el Estado ha presentado un plan de reforma de la TDT que, de ejecutarse literalmente, acabará comportando una merma en la capacidad de Catalunya de poder planificar emisiones televisivas de ámbito autonómico. Y, si esto ocurre, la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA) podría quedarse sin emitir en ultraalta definición (UHD, por sus siglas en inglés).
En principio, el plan del Estado busca sobre todo ordenar el mapa de televisiones de cobertura estatal. Y, de paso, liberar algo de ancho de banda para permitir que un nuevo operador entre a hacer la competencia en el duopolio formado por Mediaset y Atresmedia. El grupo Prisa debate internamente estos días si se lanza a la piscina, dado que el contexto político, con Pedro Sánchez en la Moncloa, les es favorable. Pero los precedentes no ayudan, ya que las anteriores aventuras televisivas del conglomerado –Canal+, Cuatro, Localia– acabaron mal: o cerradas, o vendidas después de generar deudas ingentes para el grupo.
La clave para Catalunya radica en si podrá mantener sus dos múltiplexs de alcance autonómico o perderá uno. Cada múltiplex corresponde a un ancho de banda en el que se pueden emitir hasta cuatro canales en alta definición. El ministerio de Industria asegura que las teles autonómicas podrán seguir contando con su múltiplex. Y en una disposición adicional del plan anterior, que no se deroga en el nuevo texto, se especifica que las comunidades que tengan un múltiplex “cuya explotación íntegra se haya otorgado a una empresa privada” seguirán reservados para las comunidades .
Y aquí es de dónde empieza a llorar la criatura. El cierre de 8TV hizo que este segundo múltiplex catalán, de gestión privada, quedara desempleado hace aproximadamente un año. Esto faculta al Estado para exigir su devolución, para liberar así ancho de banda. Si se consuma este movimiento, entonces TV3 quedará estrangulada: su múltiplex público ya está copado por las emisiones en alta definición del primer canal, más el 324, el Esport3 y el Super3/33, por lo que no sería viable albergar la UHD.
La opción de reconversión
Sin embargo, desde el Govern se trabaja para que no se llegue a ejecutar el retorno del múltiplex privado catalán. La estrategia para conseguirlo pasa por el Consejo del Audiovisual de Catalunya (CAC), que ha sacado a concurso la gestión del múltiplex privado. El organismo aprobó el 25 de septiembre una resolución mediante la cual se conjuraba para "iniciar los trámites preparatorios para la convocatoria del concurso público" para adjudicar el múltiplex privado. No se detallaba ningún calendario y, de hecho, se consignaba que "ante la insuficiencia de medios técnicos y económicos en el seno del Consell" se iniciaban las gestiones oportunas para contratar los servicios necesarios para la elaboración de los trabajos preparatorios. Traducido: va por largo.
Con este movimiento, el CAC da cumplimiento así a su obligación legal de sacar el múltiplex a concurso en el plazo de seis meses desde que se extingue una licencia para que no quede vacante. Significativamente, el último punto aprobado por los consejeros es comunicar el acuerdo a la Subdirección General de Planificación y Gestión del Espectro Radioeléctrico del Ministerio para la Transformación Digital y de la Función Pública. Es decir, bloquear su retirada por parte del Estado.
El problema es que, de momento, nadie ha mostrado interés en el CAC –ni siquiera en reuniones informales– por obtener una licencia de TDT sólo para Catalunya, según ha podido saber el ARA. La experiencia fallida de 8TV ha quedado como un aviso para navegantes sobre las exiguas posibilidades de rentabilizar una televisión lineal de ámbito no estatal, en un mercado que tiende al exilio hacia las plataformas (y publicitariamente muy dominado por un duopolio que acumula el 86% de la inversión en anuncios). Además, en principio la TDT es una tecnología que tiene teórica fecha de caducidad: está previsto un nuevo dividendo digital, el tercero, para 2031. Algunos expertos ponen en duda, de hecho, si la implantación de la UHD tiene sentido teniendo en cuenta que en siete años se pretende sacrificar ancho de banda televisivo en favor de la transmisión de datos como los que utilizan las plataformas en streaming.
La incertidumbre radica, mientras, en saber qué pasará si nadie opta a explotar un canal catalán privado de TDT. Una vía que se estudia es que entonces se inicie un proceso para convertir en público este múltiplex privado y asignarlo entonces a la Corporación para que pueda realizar sus emisiones en UHD. Pero habría que saber si Industria permitiría un segundo múltiplex público en Catalunya, teniendo en cuenta que la disposición adicional habla de uno privado. En cualquier caso, TV3 está elaborando estos días un pliego de alegaciones, que deberá presentar antes del 17 de octubre.
Desde Cataluña, hay consenso político para mantener el múltiplex. Se da la circunstancia de que las tres instancias afectadas –Gobierno, CAC y Corporación– están bajo el liderazgo de tres partidos distintos: PSC, Junts y Esquerra, respectivamente. Sin embargo, los tres estamentos trabajan en la misma dirección y admiten contactos mutuos para unificar estrategia. Pero los precedentes no son halagüeños. TV3 perdió el tercer múltiplex que utilizaba en octubre de 2014, a manos de un ministerio de Industria ocupado entonces por el popular José Manuel Soria.
