Raffaella Carrà, la 'show woman' televisiva, comunista y feminista
La cantante trastornó la televisión enseñando el ombligo, un acto que despertó la furia del Vaticano
BarcelonaSu música es sinónimo de fiesta y su cara un símbolo de la televisión italiana y española, especialmente en los 90. Raffaella Carrà, muerta este lunes a la edad de 78 años, era una show woman total, una mujer que dominaba como nadie el medio televisivo y que tenía una capacidad innata para seducir al espectador. Lejos de ser solo una imagen, Carrà destacaba como figura comprometida que no tenía ningún problema por explicar su vínculo comunista –lo confesó en una entrevista a la revista Interviú en 1977– o poner a prueba a las mentes más reaccionarias de la época enseñando el ombligo en la televisión italiana, censurado por petición expresa del Vaticano. "No me habría imaginado nunca que mi pequeño ombligo llegaría a hacer tanto ruido", explicaba la cantante en una entrevista a La Vanguardia cuatro décadas después.
La defensa de los trabajadores y de las mujeres no era una posición de cara a la galería, era una convicción profunda que ponía en práctica en su día a día. La guionista Almudena Montero, que trabajó con ella en la televisión, explicó en un extenso hilo en Twitter cómo la cantante y presentadora aplicaba su pensamiento de izquierdas a los platós de televisión. "Vivía permanentemente en un estado de excitación política de izquierdas mientras dirigía departamentos enteros vestida de lentejuelas rojas", recordaba Montero, que explicaba que Carrà se preocupaba por la seguridad de sus bailarinas –enseñándoles técnicas de autodefensa– y por sus condiciones laborales.
La primera aparición de Carrà en la televisión española fue en ¡Señoras y señores! , espacio de Valerio Lazarov para TVE. A raíz del éxito de esa primera aparición, los directivos de TVE no tardaron mucho en proponerle protagonizar un especial de cuatro episodios del espacio musical La hora de..., que se emitió en 1976. Después de esta primera toma de contacto con la televisión española, el idilio continuó hasta explotar en los años 90, cuando la cantante se trasladó a España y se convirtió en una de las personalidades más populares del panorama audiovisual del Estado. Carrà aterrizaba en TVE con un currículum desorbitante: ya había editado 21 álbumes, había hecho 10 películas y tenía una larga trayectoria en la televisión italiana, donde había presentado espacios como Pronto, Raffaella? y Raffaella Carrà Show, que aquí se pudo ver a través de TV3 gracias a un acuerdo que permitía emitirlo con subtítulos en catalán.
'Si fuera', el concurso que marcó época
Raffaella Carrà entró por la puerta grande de la televisión española gracias al programa de variedades ¡Hola, Raffaella!, emitido en el prime time de TVE entre 1992 y 1994. Por su plató pasaron algunas de las estrellas más conocidas del momento, tanto españolas como internacionales. El sofá de Carrà acogió desde a Mel Gibson hasta Richard Gere o Samantha Fox, pero también a figuras locales como Loles León, con la que acabó forjando una gran amistad. Pero si el programa se hizo famoso por algo fue por la sección Si fuera, un concurso en el que seis famosos competían para adivinar la identidad oculta de un personaje relevante. El éxito de ¡Hola, Raffaella! propició que TVE le confiara el espacio diario A las 8 con Raffaella, que presentó entre 1993 y 1994, un magacín que compaginaba humor, espectáculo y concursos.
Un año después del final de su programa en TVE, Carrà daba el salto a la televisión privada de la mano de Telecinco y el programa de sobremesa En casa con Raffaella, otro formato que volvía a mezclar famosos, entretenimiento e historias humanas. En una carrera llena de éxitos, En casa con Raffaella fue una piedra en el zapato: dos meses después de su presentación oficial, el programa, que seguía una pauta muy similar a los anteriores proyectos de Carrà, era cancelado debido a las bajas audiencias.
Después de pasar por Telecinco, Carrà abandonó la televisión española, a la que volvió solo para intervenciones puntuales, como cuando en 1997 presentó las campanadas de Fin de Año en TVE con Ramón García y su mítica capa. A pesar de no ser una presencia constante en las pantallas españolas, Carrà nunca rompió del todo el vínculo con TVE: presentó el telemaratón Contigo y se atrevió a ponerse al frente de Salvemos Eurovisión, el especial con el que TVE pretendía reavivar el fervor eurovisivo y que acabó con la elección de Rodolfo Chikilicuatre como representante español para el festival de 2008. La televisión pública también confió en ella para ser la cara visible de la gala de celebración de sus 60 años de historia.
Durante la segunda década de los 2000, las apariciones televisivas de Carrà han sido esporádicas, dejando de lado su participación en la versión italiana de La Voz, donde fue coach entre 2013 y 2016. Precisamente fue ese año cuando la incombustible cantante anunció que se retiraba, una noticia que desmentía una semana después. "O no me he explicado bien o ha sido un malentendido. Quería decir que en este punto de mi carrera y de mi vida, mi sueño es hacer un proyecto para dar una oportunidad a jóvenes talentos. Esto no significa que me retire, pero quiero cambiar un poco mi carrera. Siempre he escogido programas en los que la intuición me decía: «Venga, Raffaella, acepta el riesgo y lánzate al ring». Siempre con ilusión e ironía".