Desde esta semana el diario ARA también está presente en la red social Bluesky, y mantiene su perfil en Facebook, Instagram, Tiktok y X. Encontrará el diario en Bluesky con el usuario @ara.cat . Para los lectores del ARA que se abren cuenta en Bluesky el diario ha preparado un 'starter pack' –un paquete de cuentas a seguir– con los perfiles de los redactores y colaboradores del diario que ya tienen cuenta.
Así funciona Bluesky, la última moda de las redes sociales
Muchos usuarios de X han abandonado la plataforma en busca de un nuevo foro donde haya mayor diversidad de mensajes y menos contenido de extrema derecha
A consecuencia del éxodo de X –en mi opinión, del todo injustificado–, hace ya unos días que muchos usuarios van buscando una alternativa a la plataforma digital de Elon Musk donde seguir informándose, recibiendo doctrina y promocionándose, a pesar de la existencia de otras opciones más radicales, la que está captando más. interés es Bluesky. A continuación explicamos su funcionamiento y cómo puede hacerlo para sobrevivir a la saturación de plataformas de publicación en tiempo real.
¿Qué es Bluesky y en qué se diferencia de X?
El principal atractivo de Bluesky para captar refugiados de X es que su aspecto y muchas de sus funciones les resultarán familiares. Esto justifica la percepción general de que Bluesky es como el Twitter de antes de Musk. La plataforma, disponible en catalán, permite seguir a otros usuarios, mencionarlos en publicaciones mediante el símbolo "@", aplicar etiquetas (#) para categorizar contenido y redifundir publicaciones de otros usuarios en forma de repuestos directas o citas comentadas. También se pueden escribir mensajes privados a otros usuarios. Sin embargo, no se pueden guardar borradores de mensajes ni incluir encuestas en las publicaciones.
Sin embargo, Bluesky no se limita a replicar la fórmula de X. La plataforma incorpora funciones originales que la distinguen de su predecesora y otras alternativas. Una de las más destacables –tanto que Meta ya ha anunciado que pronto la copiará, como tiene la costumbre de hacer– son los starter packs, que permiten a los usuarios recopilar y recomendar listas de cuentas a seguir, lo que facilita el descubrimiento de contenido relevante. Esta función puede favorecer la creación de comunidades temáticas pero también de burbujas.
Otra función destacada de Bluesky son las listas de bloqueos, que permiten a los usuarios filtrar el contenido que ven en función de sus intereses y preferencias. Eso sí, es necesario ser selectivo a la hora de adoptar listas de bloqueos ajenas, porque pueden acabar siendo un medio de manipulación encubierta. Esta característica, junto con la capacidad de crear feeds temáticos, ofrece a los usuarios un control granular sobre el flujo de información, a modo de algoritmos personales, en contraposición a los algoritmos generales de X, Threads y el propio Bluesky.
¿Cómo funciona Bluesky?
En términos de descentralización, Bluesky es una opción prometedora, aunque todavía en desarrollo. La plataforma está basada en el protocolo AT, un conjunto de normas diseñado para permitir la creación de servidores independientes (PDS), aunque no. totalmente aplicada, ofrece a los usuarios más control sobre sus datos y mayor resistencia a la censura en comparación con plataformas como X y Threads, que depende íntegramente de la infraestructura de Meta. En la práctica, sin embargo, casi todos los usuarios de Bluesky –al menos el 100% de los que me siguen– se han dado de alta en el servidor de la misma empresa, como se ve en el alud de nombres de usuario terminados en bsky.social.
Ahora bien, la descentralización de Bluesky es todavía incipiente. Actualmente, la plataforma depende de un directorio centralizado (DID:PLC) para la indexación, lo que limita su autonomía. En contraste, Mastodon, otra alternativa a X, ya opera como una federación de servidores interconectados mediante el protocolo ActivityPub, también adoptado con restricciones por Meta a Threads. Esta estructura realmente descentralizada sitúa en otro nivel la resistencia a la censura, que pasa a depender de los administradores de cada servidor y de las normas que apliquen, pero también complica la captación de usuarios y la coherencia de la experiencia de uso.
¿De quién es Bluesky?
En términos de dimensión, Bluesky se sitúa todavía en un orden más cercano a Mastodon que a X o Threads. En plena ola de incorporaciones, Bluesky acaba de superar a los 20 millones de usuarios, en comparación con los más de 275 millones que exhibe Threads y los 9 millones de Mastodon. También existen diferencias en el tamaño máximo de las publicaciones: mientras que Threads admite publicaciones de hasta 500 caracteres, Bluesky las limita a 300 caracteres, muy similares a los 240 de la modalidad gratuita de X. Mastodon, por su parte, ofrece mayor flexibilidad, porque el límite de caracteres varía según el servidor.
Respecto a la sostenibilidad económica, Bluesky nació como proyecto interno dentro de Twitter, pero actualmente es una empresa independiente financiada por inversores –algunos vinculados al mundo de las criptomonedas– y explora modelos de suscripción y comisiones sobre transacciones. Esta dependencia del capital riesgo, que en el peor de los casos podría acabar llevándola a excesos como los de Musk en X, contrasta con la naturaleza sin ánimo de lucro de Mastodon, que carece de publicidad. Threads, por su parte, es propiedad de Meta y está previsto que introduzca publicidad a partir de 2025.
Cómo irse de X... pero no del todo
Aunque muchos de los nuevos usuarios de Bluesky presumen de haberse marchado de X, un repaso rápido muestra que la gran mayoría se han limitado a dejar de publicar, pero mantienen abierto su perfil. Probablemente sea porque todavía le miran de reojo, al estilo de una pareja que acaba de partir peras. Pero en realidad es una decisión sensata: cerrar del todo la cuenta en X es posible y hay quien presume de ello a Bluesky con una captura de pantalla, pero tiene un efecto colateral: hacerlo deja libre el nombre de usuario que teníamos, y otro podría cogerlo y suplantarnos. En cambio, lo que sí puede hacer para minimizar el rastro es borrar sus publicaciones, sea manualmente o con algún servicio de pago.
Sea como fuere, también hay usuarios que aún no tienen claro si su reducto a largo plazo será Bluesky, Threads o Mastodon, pero la vida de un humano no tiene horas suficientes para ser activo en todas las plataformas. Afortunadamente, existen aplicaciones que facilitan el llamado crossposting, la publicación simultánea de un contenido en varias redes. Para los móviles, la más flexible parece ser Openvibe. De origen checo y nacida con el nombre de Tweetoshi, es un cliente de las tres redes mencionadas que puede sustituir sus respectivas aplicaciones porque permite las funciones básicas de seguimiento, publicación, lectura e interacción de cada una, incluso ajustando el contenido en cada caso por tener presente, por ejemplo, el formato diferente de las menciones. Existe para android e iOS, pero no para web. Los usuarios de iPhone disponen también de una aplicación similar, Croissant.
Ninguna de las dos, eso sí, permite ser activo también en X. Para hacerlo hay que recurrir a servicios como Fedica o Buffer, que permiten publicar –inmediatamente o de forma diferida– en las tres plataformas descentralizadas que nos ocupan, más la de Elon Musk e incluso, en el caso de Fedica, también en LinkedIn, Instagram y Pinterest, entre otros. Son servicios comerciales pensados sobre todo para profesionales de las redes, pero la modalidad gratuita puede ser suficiente para un particular. Sin embargo, no sirven para leer las publicaciones ajenas.