¿Cuál es la red social preferida del gobierno de Salvador Illa?
Analizamos los perfiles en las principales redes sociales del 'president' de la Generalitat de Catalunya y los miembros del ejecutivo
La presencia y la actividad en las redes sociales de los miembros del flamante Govern de la Generalitat de Catalunya, presidido por Salvador Illa, confirman la pérdida de peso de X, antes Twitter, como canal preferente de comunicación política digital.
Antes la política, especialmente la catalana, se hacía a golpe de tuit. Comparando mis análisis de la vertiente digital de gobiernos anteriores con la del actual, se observa un desplazamiento del centro de gravedad del discurso público del poder en las redes sociales, tanto por las preferencias en materia de plataforma como por el tipo de interacción entre gobernantes y ciudadanos que esto determina.
Es verdad que los 17 miembros del nuevo Govern, con el president al frente, disponen de perfil en X. El conseller típico se dio de alta hacia marzo del 2011. El tuitero más veterano es Òscar Ordeig, conseller de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (marzo de 2008). El más nuevo, Francesc Xavier Vila, de Política Lingüística, llegó 13 años más tarde, en junio del 2021. Entre los dos determinan una fecha media de llegada a la red del pajarito azul: finales del 2012. A pesar de esto, la veteranía no es indicadora de nada; por aquel entonces, prácticamente todo personaje público se apuntaba a Twitter, aunque fuera para ocupar el nombre de usuario y protegerse contra suplantaciones. Otra cosa es que acabara tuiteando o no. El caso extremo es el de Olga Pané, consellera de Salud, que está en X desde febrero del 2015, pero no ha tuiteado ni una sola vez.
Tanto la visibilidad como la actividad de cada usuario suelen determinar su audiencia. Así, la media de los miembros del Govern actual tienen 13.559 seguidores, pero la cifra está sesgada por los casi 118.000 del president Illa –que fue ministro de Sanidad en la época de la pandemia de covid–, y en menor grado por los más de 27.000 de Núria Parlon (Interior) y Jaume Duch (Exteriores). En cambio, a Olga Pané la siguen solo 78 usuarios. En realidad, el conseller típico tiene menos de 3.300 seguidores, la cuarta parte que la media del Govern.
El otro indicador clásico de un perfil de X es la cantidad de usuarios a los que sigue, que suele mostrar la voluntad de escuchar al público. En este caso Parlon gana por goleada: 12.800 seguidos, más del doble que la siguiente, Alícia Romero (Economía y Finanzas). Olga Pané solo sigue a un usuario: el comunicador Jordi Évole. En definitiva, cada miembro del Govern sigue a una media de 2.280 usuarios, pero el conseller típico sigue a 1.500, que ya es una cifra más que considerable.
Debido a las restricciones técnicas de X, en esta ocasión no he podido medir la actividad de los diversos consellers. He tenido que conformarme con un vistazo a sus cronologías recientes, en las que se observa una disminución general de la frecuencia de publicación. De hecho, la antigüedad media del tuit más reciente supera los 100 días, pero está muy determinada por los casi tres años de silencio tuitero de Miquel Sàmper, quien, de hecho, en su perfil aún recuerda que fue conseller de Interior del gobierno Torra, pero no dice que ahora lo es de Empresa en el de Illa. Eso sí, la gran mayoría de los consellers han tuiteado en la última semana, mayoritariamente para difundir en forma de RT un tuit del president. Previamente, algunos de ellos habían comunicado su nombramiento a los seguidores. Dos casos particulares son las consejeras Núria Montserrat (Investigación y Universidades) y Mònica Martínez (Derechos Sociales e Inclusión), que probablemente, por su origen académico, coinciden en tener la biografía en inglés y unas cronologías dominadas por los RT de tuits ajenos de carácter científico.
Hacia Instagram
Cuando se acaben las vacaciones y los departamentos recuperen la actividad veremos si los consellers son más activos en X (podéis seguirlos a todos de golpe en esta lista que encontraréis en mi perfil), pero la tendencia general no parece distinta a la del conjunto de la sociedad: optar por redes más amables, en las que la difusión (por no llamar propaganda) pasa por encima del diálogo –que todavía es perfectamente posible en X: basta con desactivar la cronología algorítmica y ser muy selectivo con las notificaciones–. El destino preferido parece ser, por supuesto, Instagram. La media de los nuevos consellers están ahí desde abril de 2016, pero la fecha de alta más frecuente está en torno a julio de 2015. Cabe decir que las conselleres Hernández (Cultura), Martínez, Montserrat y Pané, y el conseller Vila, no parecen tener perfil en la red fotográfica de Meta. Por otra parte, la consellera Esther Niubó (Educación y Formación Profesional) y el conseller Albert Dalmau (Presidencia) tienen sus respectivos perfiles configurados como privados, lo que parece indicar un uso principalmente personal.
El conjunto de los consellers que están en Instagram son seguidos por una media de 6.000 usuarios, con Illa (31.349) y Parlon (18.700) al frente, pero el conseller típico solo tiene la tercera parte de esa cifra de seguidores. En la otra cara de la moneda, cada conseller sigue a una media de 1.500 usuarios, pero la mayoría siguen solo a la mitad.
En Instagram sí que podemos medir la actividad de cada miembro del Govern. La más activa es Núria Parlon, que ha publicado casi 9.800 veces, pero es también de las más veteranas. La media de publicaciones por consellera roza las 1.600, pero la mediana baja hasta menos de la mitad: 710. Ponderando la cantidad de publicaciones con la antigüedad, observamos que los diversos consellers publican con una frecuencia media de 6 días, pero el conseller típico lo hace cada tres días.
Otras redes
La comunicación política digital no termina con X e Instagram. Por eso también he analizado la presencia en otras tres plataformas. La primera es LinkedIn, la red social de referencia para contactos profesionales. A excepción de las conselleres Eva Menor (Igualdad y Feminismo), Niubó y Parlon, todos los demás miembros del Govern están ahí, desde septiembre de 2013 de media y mayoritariamente desde principios de 2012. Los más veteranos son Illa, Romero, Duch y Silvia Paneque (Territorio, Vivienda y Transición Ecológica), mientras que la última en llegar es Martínez.
En LinkedIn no es posible conocer la cantidad de contactos que tiene cada usuario: si son muchos, la plataforma se limita a decir más de 500, y esto es lo que dice de la gran mayoría de los miembros del Govern. Las excepciones son Hernández (282 contactos), Berni Álvarez (Deportes, 220), Martínez (102), Montserrat (25) y Ramon Espadaler (Justicia y Calidad Democrática, con solo tres contactos). Los dos únicos consellers que tienen seguidores –una figura distinta a la del contacto, que LinkedIn introdujo hace relativamente poco– son el president Illa (13.948) y el conseller Duch (9.971).
Por último, reseñamos que los miembros de este Govern, con conselleria de Deportes pero no de Políticas Digitales, no muestran inclinación visible a experimentar con plataformas nuevas: solo dos de los que están en Instagram (Paneque y Duch) han activado el acceso a Threads, la red de texto con la que Meta aspira a sustituir a X. Y solo uno, el propio Duch, parece presente en la red descentralizada Mastodon, con toda seguridad porque las instituciones europeas la adoptaron corporativamente para huir de la voracidad de datos de las redes de matriz yanqui.
Nota: una vez publicado el artículo, el gabinete del conseller de Justicia, Ramon Espadaler, me asegura que el perfil que figura en LinkedIn a su nombre (con tres contactos y como secretario general en Unio.cat) no es suyo. Después de eliminarlo de mis datos y recalculando, la antigüedad media de los consellers en esta red pasa de finales de septiembre de 2013 a principios de agosto del mismo año, mientras que la media de contactos visibles aumenta de 358 a 385.