Otro regreso, ese contra voluntad, es el de Alfredo Urdaci. El ex editor de informativos en tiempos del PP, célebre por ser el único condenado a leer una sentencia rectificadora en antena –ha quedado para la historia su ce, ce, o, o por referirse a Comisiones Obreras– ha ganado finalmente el caso que le enfrentaba al ente público por su destitución diecinueve años atrás. El periodista accedió a RTVE por oposición, en 1985. Tras ser apartado, pidió una excedencia por diez años y, una vez consumida, solicitó el reingreso a la corporación. Al recibir una negativa, se querelló contra la empresa pública en el 2021, y le pedía 300.000 euros por el perjuicio económico causado. Este julio, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid dictaminó tener derecho a ser reincorporado. El ente no ha revelado cuál es el sitio que le proporciona, ni qué condiciones recibirá.
El retorno masivo de caras clásicas de La1 pincha en audiencia
Sólo el 'Grand Prix' de Ramón García ha logrado superar la media del canal
BarcelonaEl primer canal de RTVE se ha marcado una vuelta al pasado en toda regla este 2023, con el desembarco de algunos de los nombres que habían hecho historia en la cadena. Jordi González, Julia Otero, Mercedes Milán, Jaime Cantizano o Pedro Ruiz han vuelto a la cadena estatal después de largas ausencias. Pero la mayoría de los proyectos han pasado sin pena ni gloria, con audiencias entre discretas y apenas correctas. Sólo Ramón García hacía tronar y llover en los audímetros gracias al regreso de Grand Prix.
La fiebre de los retornos, en todo caso, seguirá en las próximas semanas. El ente ha anunciado que hará revivir el mítico concurso Cifras y letras que marcó época en La2, por ejemplo. Y también ha decidido que el relevo de Cuéntame sea una serie que es vieja conocida de los espectadores de la cadena: Los misterios de Laura, que vuelve con María Pujalte y otras dos entregas. En cualquier caso, estas son las diferentes apuestas en clave de revival de La1 que ya han llegado, y sus resultados de audiencia en Cataluña y España.
Julia Otero
Sus flecos en el concurso 3x4 fueron legendarios y ha seguido una fecunda carrera en la televisión pública española, con espacios como Entrevista a la carta, Las cerezas o Telepasión española. Julia Otero regresó al canal donde se formó, diez años después de marcharse, para encabezar el programa Días de tele, en el que se repasaban algunos acontecimientos históricos de los últimos 50 años, filtrados a través del relato que se hizo en su momento en televisión. El show, de formato generoso, debutó con un 11,5% lo suficientemente bueno, que superaba la media de la cadena. Pero no resistió bien el paso de las semanas y en algunas emisiones de febrero y marzo cayó por debajo del 7%, para acabar dejando un promedio de share del 8,0% (y en Catalunya un 7,4%). La cadena no ha explicado aún si le renovará de cara al 2024.
Jordi González
La batalla de las tardes es cruenta y Jordi González ha sido una de las víctimas este otoño. Después de más de veinte años vinculado a Mediaset, el catalán volvió a RTVE –donde había presentado de muy joven La palmera– con el programa La plaza. Se enfrentaba a dos tótems como Sonsoles Ónega y Ana Rosa Quintana y la cosa no fue bien: sólo se emitieron ocho entregas de este magacín diario, que recogieron un escaso 6,7% en España y un 4,1% en Cataluña. La dirección suspendió el programa, que próximamente pasará a ocupar los fines de semana. Mientras, González presentó este diciembre, y por sorpresa, un especial Lazos de sangre dedicado a Concha Velasco que se quedó en un discreto 7,7%.
Mercedes Milán
Habían pasado nada menos que 33 años desde que Mercedes Milà abandonó TVE, así que había expectativa por su regreso, con el programa No sé de qué me hablas, en el que la célebre entrevistadora trata de conectar diferentes generaciones tratando de ponerlas cada una en el sitio de la otra. Pese a alcanzar la cifra psicológica del millón de espectadores en España, la cuota de pantalla (8,1%) todavía está por debajo de la media del canal y, por tanto, lastra la media. En Cataluña, Milán ha obtenido un 6,2%. Sin embargo, en total se han emitido sólo dos entregas, así que todavía es pronto para hacer la valoración (aunque en la segunda entrega ya se dejó siete décimas respecto al debut).
Pedro Ruiz
Después de dos décadas, el cómic barcelonés regresó a la casa donde popularizó espacios como El libro gordo de Pedrete, o Como Pedro por su casa. Lo hizo con un especial hecho a medida y mayor gloria de su humor con gotas de poesía. Pero el público no conectó especialmente con la propuesta de programa pausado y amable, que se quedó en un pobre share del 5,7% en España y 649.000 espectadores y el 5,1% en Catalunya para 84.000 hinchas.
Jaime Cantizano
Seis años después de presentar para la pública los programas de preparación para la carrera eurovisiva, Jaime Cantizano recibía uno de los retos más desafiantes de su carrera: disputar en las privadas la complicada franja matinal. La1 ha sido errática en los últimos años, con propuestas que no conseguían romper la bicefalia Ana Rosa Quintana-Susanna Griso. El desplazamiento de Quintana a Telecinco abría una ventana de oportunidad, pero Cantizano no logró romper la barrera del 10% y se quedó en un 8,4% de cuota (un 6,6% en el caso de Catalunya).
Ramón García
La icónica vaquilla no pudo volver, puesto que los tiempos han cambiado y la consideración sobre el bienestar animal también, pero Ramón García pudo constituirse en la excepción de la operación revival: el concurso Grand Prix fue una de las sensaciones del verano, con una media de 1,7 millones de espectadores y uno share espectacular del 19,4% (16,0% en Cataluña). El programa tiene asegurado su regreso cuando vuelva a llegar el verano.
