BarcelonaEl aumento de las temperaturas por el cambio climático se asocia a graves consecuencias para la salud física y mental de las personas. En 2023 fue el año más cálido registrado en el conjunto del planeta, con oleadas de calor que tuvieron un impacto directo en la mortalidad de los países europeos. Ahora, un estudio publicado en la revista The Lancet advierte que las muertes por calor se triplicarán en Europa a finales de siglo, una situación que será especialmente grave en España, Italia, Grecia y varias zonas de Francia.
Cada año, en Europa hay 407.538 muertes que pueden relacionarse con temperaturas extremas. Ahora bien, actualmente existen ocho veces más muertes por frío que por calor, una situación que cambiará sustancialmente desde ahora hasta el 2100. Según los resultados del estudio, habrá una ligera disminución en las muertes relacionadas con el frío, mientras que las muertes por calor aumentarán en toda Europa debido al calentamiento global y al envejecimiento de la población, que hará que haya más gente vulnerable a las altas temperaturas.
La movilidad y las enfermedades crónicas serán más frecuentes en una sociedad más envejecida y, por tanto, el riesgo de morir por calor será más elevado. "Se espera que la mayoría de las muertes estimadas se produzcan entre individuos con condiciones crónicas subyacentes, como enfermedades cardiovasculares o respiratorias, o aquellas con problemas preexistentes de salud mental", explica Gary Konstantinoudis, investigador del Imperial Research College 'MRC Centro for Environment and Health del Reino Unido, en declaraciones a Science Media Centre (SMC).
Situación más grave en el sur de Europa
Los autores de la investigación han analizado los datos de 854 ciudades europeas y remarcan la necesidad de "reforzar las políticas para limitar el calentamiento global y proteger a las regiones y miembros de la sociedad más vulnerables" a los efectos climáticos. De acuerdo con las políticas climáticas actuales, prevén un escenario de aumento de 3 °C, que sobre todo afectará a los países del sur de Europa, con un incremento significativo de las tasas de mortalidad por calor.
En España, prevén un crecimiento alarmante de las muertes por calor, que pasarían de las 4.414 actuales por cada 100.000 habitantes a 20.194 de cara al 2100. Ahora bien, los autores del estudio reconocen limitaciones, como la posible "sobreestimación" de las muertes debido a que los datos se basan en áreas urbanas, donde las temperaturas suelen ser más extremas que en zonas rurales. También aclaran que los resultados no contemplan el género, la etnia ni los efectos sobre los bebés, también vulnerables a las temperaturas extremas.
Mitigar las temperaturas extremas
De cara a reducir la mortalidad asociada a las temperaturas extremas, los autores sugieren algunas medidas para mitigar sus efectos, sobre todo dirigidas a los grupos de riesgo y zonas más afectadas por esta problemática. Un buen aislamiento de los edificios, invertir en mejores infraestructuras sanitarias y desarrollar planes de preparación tanto contra el frío como contra el calor son algunas de las propuestas del estudio para combatir esta problemática.
El estudio también defiende que las políticas climáticas deben centrarse especialmente en regiones con más paro, pobreza, cambios económicos estructurales, emigración y población más envejecida, ya que tienen "una menor capacidad de adaptación a los impactos del cambio climático a la vez que son puntos calientes donde la muerte por calor se materializará con mayor intensidad en los próximos años".
La temperatura de la superficie del Mediterráneo bate un nuevo récord
La temperatura de la superficie del mar Mediterráneo alcanzó los 28,47 °C el 15 de agosto, lo que supone un nuevo récord, según informa el servicio Copernicus Marine.
De hecho, desde el 6 de agosto las temperaturas de superficie han sido superiores a 28 °C, el período más prolongado por encima de este umbral.