Àlex Palou, un catalán llamado a marcar una era en Estados Unidos
El piloto catalán se proclama campeón del Indycar con solo 24 años
"Soy un hombre feliz", dijo Àlex Palou (Sant Antoni de Vilamajor, 1997) cuando bajó de su monoplaza. Todavía sin ser completamente consciente del hito que acababa de conseguir y haciendo gala de un talante tranquilo y pausado, el piloto de Sant Antoni de Vilamajor le hizo oijtos al trofeo que pocos minutos después levantaría hasta el cielo. La IndyCar ya era suya. La competición de motor más auténtica de los Estados Unidos se rindió a su virtuosismo al volante y, por primera vez, escribió en su palmarés el nombre de un piloto del Estado. El catalán, acompañado por su padre en todo momento, recibió la ovación y el reconocimiento del mundo del motor, pendiente, desde todo el mundo, de su hito. "En Estados Unidos todo el mundo está encantado con él. Están impresionados con lo que ha hecho", afirma Pedro Martínez de la Rosa, ex piloto de Fórmula 1, rendido al talento del joven piloto.
La carrera del catalán hasta arriba del automovilismo mundial, sin embargo, no ha sido fácil. "Es un chico que lo ha hecho siempre todo con mucha fuerza de voluntad. Él ha ido donde ha podido competir, independiente del lugar. Implicara lo que implicara", explica el ex piloto. Palou empezó de muy joven con los karts (con solo seis años ganó su primer título, y con ocho años ya era campeón de España en su categoría). Su talento le sirvió para recibir una beca del Banco Santander para el desarrollo de jóvenes pilotos, y en 2013 incluso formó parte de la Ferrari Drivers Academy en Fiorano (Italia). Un año más tarde debutó en el Eurofórmula Open gracias al apoyo del equipo Campos Racing, en el que obtuvo una meritoria tercera posición el año de su debut, un aval perfecto para competir en las GP3 con el mismo equipo en 2015 y 2016. Privado de grandes patrocinadores y recursos económicos ilimitados, Àlex Palou hizo las maletas y se marchó a Japón en 2017, con solo 19 años, para intentar hacerse un hueco. "Se dio cuenta de que no podía competir al máximo nivel en Europa, por temas económicos, así que en Japón tuvo la oportunidad y la agarró con las dos manos", relata Martínez de la Rosa.
Un auténtico trotamundos
Su etapa japonesa fue fructífera, y entre los años 2017 y 2019 pudo competir en varias categorías como la Fórmula 3 japonesa, el GP de Macao y, finalmente, en la Super Fórmula de Japón de 2019, donde acabó tercero en la general del campeonato después de fichar para la escudería Nakajima Racing, situada en la órbita del gigante automovilístico Honda. Con sus actuaciones en tierras japonesas, Àlex Palou se situó en el mapa como una gran apuesta de futuro y el equipo Dale Coyne Racing de la IndyCar apostó por él.
El año 2020 el de Sant Antoni de Vilamajor debutó en las IndyCar Series, la categoría reina del automovilismo de los Estados Unidos, convirtiéndose en el tercer catalán en hacerlo –los primeros en dar el salto fueron Fermín Vélez en 1996 y 1997 y Oriol Servià entre el 2008 y el 2016–. Logró un podio en la temporada de su debut a pesar de no contar con un monoplaza muy competitivo. Su talento y estilo de pilotaje –en Estados Unidos lo llaman “el asesino con cara de niño”– llamó la atención del equipo Chip Ganassi Racing, adalid en la competición, que le ofreció un volante de cara a la temporada 2021.
Àlex Palou se ha mostrado competitivo desde el primer momento al volante de su nuevo monoplaza, y ya en la primera carrera de la temporada en Barber Motorsports Park se llevó la victoria en la categoría. Después de Oriol Servià, es el segundo catalán. Desde entonces ha obtenido dos victorias más (circuitos de Road America y Portland) y una meritoria segunda posición en las míticas 500 Millas de Indianápolis, superando siempre a su compañero de equipo Scott Dixon, una leyenda de las IndyCar con seis campeonatos en sus vitrinas.
Al de Sant Antoni de Vilamajor le bastaba con acabar en undécima posición en la última carrera de la temporada, en el circuito urbano de Long Beach, para asegurarse el título matemáticamente, pero mostró todo su talento y ambición acabando en una notable cuarta posición a pesar de empezar desde la décima posición de la parrilla. "Lo que ha hecho es histórico y lo más sorpresivo es que tiene solo 24 años. Imagínate las Indy que puede llegar a ganar. Es un piloto que estará muchos años en los EE.UU. y no le tiene que interesar volver a Europa. Lo bueno de América es que si tú tienes resultados, puedes estar compitiendo hasta los 40", reafirma Martínez de la Rosa, que admite que si al catalán "le llega una oferta de F1, no le interesa cogerla". "Si estás ganando títulos en América, no querrás venir a un equipo de atrás de la parrilla de la Fórmula 1", justifica.
El estilo constante y sereno de Àlex Palou al volante y el accidente del mexicano Patricio O’Ward –su gran rival esta temporada– han permitido que el catalán haga historia coronándose campeón de las IndyCar Series de esta temporada. Mientras levantaba el trofeo, rodeado de su equipo y de su familia, el piloto mantuvo su talante tranquilo y estiloso. El futuro de la IndyCar lleva el nombre de Àlex Palou. Martínez de la Rosa lo tiene claro: "Tenemos Palou para décadas porque tiene un futuro impresionante. Puede lograr todavía mucho títulos y ser muy feliz en los Estados Unidos. Me encanta su determinación. Él siempre ha ido donde tenía más opciones de correr y ganar. Es muy joven y nunca ha pedido nada. Siempre se lo ha hecho todo él".