La ambición de unos chicos de 14 años para mandar una sonda a la estratosfera

Un grupo de alumnos de Les Vinyes consiguen imágenes de la Tierra en un proyecto hecho durante su tiempo libre

BarcelonaTodo empezó con un vídeo titulado Hello Kitty in space. Lo encontraréis fácilmente en internet: en él se ve a una chica preparando y lanzando una sonda mediante la cual una muñeca de Hello Kitty verá la Tierra desde la estratosfera. Ver las imágenes de la Tierra desde 28 km de altura fue un estímulo para algunos alumnos de 3º de ESO del Institut Escola Les Vinyes de Catellbisbal, hasta el punto de que el proyecto que la escuela les proponía después de verlo no los dejaba contentos. Eran Aran, Hanna, Jaume, Agustín, Alex, Alejandro, Gerard y Alba. Recuerdan que la frase del maestro después de ver el vídeo fue: “¿Habéis visto esto? Pues nosotros no lo haremos”. Lo que en principio parecía una queja como tantas de unos adolescentes de 14 años se fue convirtiendo en una rareza fascinante. Las ganas de hacer llegar una sonda a la estratosfera y obtener imágenes empujaron a estos ocho alumnos a poner en marcha un proyecto que hicieron por voluntad propia y en su tiempo libre, pero que el instituto quiso impulsar y acompañar.

Desde noviembre del año pasado hasta agosto de este año estuvieron trabajando en todo lo que hacía falta para llevar a cabo lo que denominaron el proyecto Stratos: desde conseguir la financiación y hacer el presupuesto hasta programar la placa base que tenía que servir para recoger datos del lanzamiento. Algunos tienen fascinación por el espacio, otros se sienten atraídos por la tecnología, y otros simplemente se contagiaron de la euforia de sus compañeros, a pesar de las dudas iniciales sobre si podrían aportar cosas al proyecto. Los primeros encuentros fueron en el patio, entre clases, pero pronto vieron que había que crear un entorno de trabajo en línea. Muchos encuentros eran en sábado. Salva, el profesor que los acompañaba en el proyecto, se añadía siempre a la reunión, pero algunas veces se marchaba al cabo de poco rato si percibía que los chicos se espabilaban solos. El instituto les ha cedido aulas en horas no lectivas y los ha ayudado a mantener regularidad en las reuniones y en aspectos legales relacionados con el dinero. Para sacar adelante el proyecto fue también esencial la asesoría de GoStem, un proyecto de dos ingenieros apasionados por la divulgación de las ciencias y la ingeniería aeroespacial.

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Y llegó el día. El objetivo era elevar un globo sonda, conseguir que llegara a la estratosfera y poderlo seguir para recuperar la cámara y los datos cuando cayera. Una mañana de agosto, alumnos y acompañantes fueron hasta un lugar remoto del Pla de Lleida, lo suficientemente lejos de la civilización para no incumplir normas, y lo suficientemente lejos de bosques para aumentar las posibilidades de recuperar la sonda. Todos llevaban una camiseta con el eslogan “Aprender importa”, un mantra que está por todas partes en su instituto. Después de meses de trabajo, los nervios estaban a flor de piel. Seguramente para ellos era la primera vez que habían dedicado suficiente tiempo y esfuerzo a un proyecto propio como para notar el sudor frío del miedo al fracaso. Alguien gritó: "¡No toquéis el globo!", porque los restos de grasa o el sudor de un dedo se podían congelar al llegar a la estratosfera y hacer estallar el globo antes de tiempo. No todo iba sobre ruedas: la placa base no funcionaba como estaba previsto y no se podrían recibir datos del lanzamiento. Durante la mañana del despegue hubo muchas dudas –por ejemplo, sobre si el GPS funcionaría–, pero también muchos momentos de gran excitación, sobre todo cuando después de unos minutos de incertidumbre el GPS volvió a la vida y los chicos y chicas del Stratos recuperaron la cámara con las imágenes. Cuando se dieron cuenta de que todo estaba grabado y de que la cámara había soportado los más que probables 50 o 60 bajo cero a los que debía de haber sido expuesta, la euforia fue máxima.

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Aprendizajes con sentido

El Stratos ha sido un proyecto autopropulsado por los alumnos que se ha movido en un terreno ambiguo y que ha navegado en el límite del centro educativo como tal. Para el jefe de estudios de Les Vinyes, Sergi del Moral, marca el camino hacia donde el instituto escuela quiere crecer: ser el lugar donde los alumnos lleven a cabo también dentro del centro proyectos cada vez más reales e incluso personales. Abogan por una idea de aprender que pase desde pequeños por asumir responsabilidades, tomar decisiones, saber explicar qué haces y desarrollar capacidades críticas. Huir de la idea de que tener nivel quiere decir hacer bien los exámenes. Del Moral admite que para que el Stratos llegara a buen puerto ha sido importante que sus integrantes sean chicos y chicas con muchos intereses, pero la aspiración del centro es que estos tipos de proyecto pueda hacerlos cualquier alumno.

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Esta idea del aprendizaje hace del Institut Escola Les Vinyes de Catellbisbal un centro poco convencional. Para algunos es un instituto precursor y de vanguardia, pero también los hay que lo consideran una salida para los alumnos a los que no les va bien en los institutos tradicionales. A Del Moral le preocupa que centros como Les Vinyes puedan tener el estigma de ser centros naif. Cada año quedan plazas libres en el instituto, unas vacantes que ocupan familias de otros pueblos atraídas por su sistema de aprendizaje. El centro también es atractivo para un cierto perfil de docentes sensibilizados con estas pedagogías.

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Unos meses después del lanzamiento a la estratosfera, en Les Vinyes han querido cerrar el círculo y hacer un acto de celebración de un proyecto que ha superado las expectativas de los maestros y los padres. Los protagonistas exponen que ha sido totalmente diferente encarar un proyecto “cuando las preguntas que te tienes que hacer no te las dice el maestro”. Se los ve muy contentos y confiados y creen que el proyecto Stratos es una experiencia que recordarán toda la vida. Pero no se paran aquí: los alumnos ya han anunciado que habrá un Stratos 2, para conseguir datos e imágenes del espacio en 4K y aprender de los errores, porque les han inculcado que aprender importa.