"El amor humano surgió cuando empezamos a ser bípedos"
La historia de amor del divulgador científico Toni Pou
El físico y periodista científico Toni Pou conoció a su pareja Núria en el cumpleaños de un amigo común. Se acuerda perfectamente porque se sentaron juntos en el restaurante y porque ese día pasó mucha vergüenza. “En aquella época era profesor de bachillerato y en la mesa de al lado había un grupo enorme de alumnos míos. Era uno de esos bares que tenían karaoke y mis alumnos se asustaron mucho y empezaron a animarme para que cantara. Podéis imaginaros, un grupo de adolescentes alcoholizados gritando y picando en las mesas, ya mí que no me gusta nada ser el foco de atención”, rememora Pou.
Después de este primer encuentro, el físico no tardó mucho en volver a ver a Núria. “Fui con nuestro amigo en común a un casino. En aquella época yo estaba muy flipado con la serie de Fibonacci, una serie numérica muy famosa en el mundo de las matemáticas y muy presente en la naturaleza, como en algunas flores o en los caparazones de caracol. Había leído que la serie podía utilizarse como algoritmo ganador en la ruleta francesa y nos hizo gracia probarlo. Evidentemente, en los casinos ya saben todo esto y tienen normas sobre el número de apuestas máximas que puedes hacer, sabíamos que a largo plazo no funcionaría, pero quisimos hacer la gracieta. Ganamos 90 euros y justo después nos llamaron unas amigas para quedar y entre ellas estaba Núria”.
Pozo no se hizo millonario en la ruleta ese día, pero sí empezó a acercarse a la mujer que al cabo de unos años sería la madre de sus hijos. "Hace 17 años que estamos juntos", explica. Más allá de los intereses compartidos, como la música o la gastronomía, lo que asegura que les ha unido todo este tiempo es "un proyecto vital y unos valores fundamentales". “Estos valores podrían resumirse en el respeto hacia las personas y el mundo, un amor por la cultura y el conocimiento, y una manera de hacer poco ostentosa, modesta y relativamente sencilla”, señala Pou.
Como hombre de ciencia, cree que el amor es un objeto de estudio muy interesante. “El amor es útil porque es una manera que hemos encontrado a los humanos y otras especies para mantener un núcleo que permite optimizar la cría de nuevos individuos. Desde el punto de vista biológico, es muy interesante porque parece que todo esto surgió cuando empezamos a ser bípedos, para cuidar a los niños en entornos más abiertos”, explica el divulgador. Claro que esto es la aproximación científica. "Desde el punto de vista personal y humano, te diría que el amor es compartir una visión de qué es la vida y qué quieres hacer", concluye.