El análisis de Antoni Bassas: 'El éxito de la ultraderecha en Francia ya ha asomado a Cataluña'

En Cataluña ya tenemos Vox y Aliança Catalana en el Parlament, que en mayo sumaron 370.000 votos entre uno y otro, así que eso que hemos visto en Francia ya ha empezado a asomarse por aquí

Empieza en julio a toda velocidad informativa y con toda profundidad histórica. Si el viernes nos levantamos con la evidencia de que el presidente de Estados Unidos hace alcachofas, hoy la noticia de portada es para la clara victoria de la ultraderecha en Francia, emparejada con la tercera y hundida posición del grupo del presidente Macron. Falta la segunda vuelta, el próximo domingo, 7 de julio, pero Francia está muy cerca de tener un primer ministro de Marine Le Pen.

¿Cómo hemos llegado hasta aquí? Los recomendamos el artículo de un gran conocedor de Francia, Josep Ramoneda, que dice que “el voto francés expresa lo que vemos por todas partes, empezando por Estados Unidos: el desconcierto de la ciudadanía ante los acelerados cambios económicos, tecnológicos, ambientales, culturales y sociales que la desbordan y hacen tambalear su confianza en las democracias” .

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Escuchen,en Cataluña ya tenemos Vox y Aliança Catalana en el Parlament, que en mayo sumaron 370.000 votos entre uno y otro, o sea que eso que hemos visto en Francia ya ha empezado a asomarse por aquí. Francia tenía una izquierda potente electoralmente. Hoy, el partido comunista y el partido socialista no son una marca electoral. Cataluña aún tiene izquierda, pero cada vez más debilitada. Si la socialdemocracia se entrega al sector negocios y la izquierda hace discursos académicos, dogmáticos y culpabilizadores, como si por el hecho de ser de izquierdas ya tuvieran que darle la razón y el voto mientras la inflación se come los sueldos y los ahorros , falta vivienda y nuestros jóvenes se marchan porque fuera los sueldos son más competitivos, el discurso fácil de culpar a los inmigrantes sin dar ninguna alternativa lo tiene más sencillo para irse imponiendo.

Mientras, Marta Rovira está acuciando a PSC y Junts a llegar a un acuerdo de investidura. Rovira ha dicho este fin de semana a Esther Vera en la entrevista que publicamos ayer que quisiera llegar a un acuerdo cuando acabe este mes de julio y no tener que agotar el plazo. Rovira no quiere llegar al 25 de agosto entre la espada de votar a Isla y la pared de ir a una repetición electoral, y dice estar poniendo velocidad de crucero en las negociaciones. Pero temo que los suyos le harán gruar. La financiación que quiere Esquerra para Catalunya pide que el PSC se enfrente al PSOE. Y en Junts dicen que por ellos no quedará, pero algunas fuentes afirman que el ritmo de negociación con Esquerra con más lento de lo que dice Rovira. Que pactar la mesa independentista fue muy sencillo, pero ahora estamos hablando de hacer un gobierno y no las tendremos todas. Y si para los socialistas, llegar a una financiación con la llave de la caja es complicada, dada la dependencia del PSOE, la posición ante Junts es complicada, porque en Junts no se mueven de la idea de que sostener el gobierno de Sánchez y haber cumplido con su investidura es una señal de compromiso que por sí mismo debería merecer la abstención socialista en el Parlament. Así comienza en julio.

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