La extrema derecha de Le Pen arrasa en la primera vuelta de las legislativas

Macron se hunde en la tercera posición y la alianza de los partidos de izquierdas podría ser segunda en la Asamblea

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ParísEl presidente Macron ha perdido la apuesta: la extrema derecha podría gobernar en Francia por primera vez en la V República a partir del 7 de julio en una Asamblea Nacional en la que la coalición presidencial se vería relegada a tercera fuerza. Es un puñetazo directo al estómago para Emmanuel Macron. La primera vuelta de las elecciones legislativas dibuja una cohabitación –un presidente y un primer ministro de diferente color político– imposible. Los resultados dejan muchas opciones en Reagrupament Nacional (RN) de Le Pen de obtener el próximo domingo la mayoría en la Asamblea Nacional.

RN ha arrasado este domingo con el 33,1% de los votos en una primera vuelta que ha registrado la mayor participación de los últimos 43 años (66,7%). Casi 11 millones de franceses han votado la extrema derecha de Le Pen, una cifra histórica para el partido, que podría obtener entre 260 y 310 escaños en la segunda vuelta, según distintas proyecciones publicadas por la prensa francesa. "Lo tenemos a la vuelta de la esquina", ha resumido el número 2, Jordan Bardella, que podría convertirse en el primer ministro de extrema derecha de Francia.

Bardella asegura que el Nuevo Frente Popular "hace correr a la nación un peligro existencial"

Algunas proyecciones dan incluso la mayoría absoluta al partido de Le Pen, pero otras le otorgan una mayoría amplia, pero sin llegar a los 289 escaños necesarios. La líder de la extrema derecha hizo un llamamiento a la movilización de cara a la segunda vuelta. "No hay nada ganado. La segunda vuelta será determinante", advirtió este domingo por la noche Marine Le Pen.

La izquierda, segunda

La segunda fuerza más votada en la primera vuelta con un 27,9% ha sido el Nuevo Frente Popular (NFP), la alianza de los partidos de izquierdas, que podrían obtener entre 115 y 145 escaños y convertirse en segundo grupo político en la Asamblea Nacional. Pese al resultado, mantiene la esperanza de impedir la victoria de Le Pen el próximo domingo. "Esta noche, sólo algo es cierto en cuanto al cargo de primer ministro: el Sr. Attal dejará de serlo", ha destacado el líder de La Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, jefe de filas de la alianza .

Mélenchon: "Está claro que el señor Attal dejará de ser el primer ministro"

En tercera posición cae la coalición del presidente de la República con un 20% de los votos y una proyección de entre 60 y 120 escaños. El batacazo es monumental: la mayoría presidencial tenía hasta ahora 250 diputados. El presidente de la República no salió la noche electoral a valorar los resultados. Lo ha hecho el primer ministro, Gabriel Attal. "La lección de esta noche es que la extrema derecha está a las puertas del poder. Nuestro objetivo es claro: evitar que RN tenga mayoría absoluta y gobierne el país con su proyecto nefasto", ha destacado.

Attal pide que "ningún voto vaya al Reagrupament Nacional"

Los resultados dibujan a una Francia más polarizada que nunca, con los partidos de centro y centroderecha en crisis y con una difícil gobernabilidad. Para Macron, artífice de las elecciones anticipadas –que había convocado con el ánimo de provocar un choque entre los ciudadanos para evitar la victoria de la extrema derecha–, es un durísimo golpe. El presidente ve cómo su estrategia hace aguas y cómo su giro de guión convocando unas elecciones que nadie se esperaba está a punto de conseguir que la extrema derecha tenga poder político estatal en Francia. Sin embargo, aseguró en diferentes ocasiones que sea cual sea el resultado de las legislativas no dimitirá y, por tanto, no convocará elecciones presidenciales.

Proyecciones inciertas

En la segunda vuelta del domingo, pocos votos de diferencia pueden determinar el resultado. Además, por primera vez habrá decenas de circunscripciones con tres candidatos en la segunda vuelta en vez de dos, que es lo habitual. Las alianzas han propiciado este fenómeno inédito. Las llamadas triangulares hacen más difícil las proyecciones de escaños. En cualquier caso, las proyecciones muestran claramente cuál será la tendencia y que la extrema derecha puede dominar la Asamblea.

Tras los resultados de la primera vuelta, tanto la coalición presidencial como las izquierdas han hecho un llamamiento a cerrar el pase a la extrema derecha y han dado consignas claras a sus electores: en la segunda vuelta hay que votar a cualquier candidato que no sea ​​de Le Pen. El Nuevo Frente Popular y la coalición de Macron se han comprometido a retirar a su candidato de cara a la segunda vuelta en aquellas circunscripciones donde haya pasado un candidato de la extrema derecha y su candidato haya quedado tercero. De esta forma se dan más posibilidades al candidato que no es de Le Pen a obtener la victoria el próximo domingo.

Macron también ha hecho un llamamiento en este sentido. En unas declaraciones a AFP pidió una "gran concentración democrática y republicana" contra la extrema derecha en la segunda vuelta. Y su partido ha confirmado que esto también incluye a La Francia Insumisa.

Sin mayorías claras

Las proyecciones no dejan claro cuál será el escenario a partir del 7 de julio en la Asamblea, pero perfilan un posible bloqueo. El escenario más probable, con Le Pen como primera fuerza pero sin mayoría absoluta, puede tener como resultado una Asamblea sin mayorías claras por aprobar leyes. Con RN como primera fuerza, el primer ministro debería ser de extrema derecha, pero la figura que se perfila como primer ministro, Jordan Bardella, número 2 de Le Pen, dijo durante la campaña que sólo sería primer ministro si su partido logra la mayoría absoluta. Dejaba entender que sin tener 289 diputados, Le Pen renunciaría a formar parte del gobierno.

Si finalmente RN obtiene la mayoría absoluta o la relativa, pero accede a ocupar el cargo de primer ministro, se producirá una cohabitación con el presidente de la República difícil de gestionar. Lo más probable en ese caso sería también el bloqueo. Aún existe un tercer escenario probable: ningún partido obtiene una mayoría clara. En este caso, se necesitarían alianzas postelectorales para obtener una mayoría suficiente, pero las diferencias entre los bloques de extrema derecha, el centro y las izquierdas son tan evidentes que sería complicado.

Por último, un escenario menos probable es que otro bloque, la coalición presidencial o el Nuevo Frente Popular, obtengan una mayoría clara. Para Macron, repetir la mayoría parece hoy por hoy la única opción de poder seguir gobernando sin necesidad de una cohabitación. Un primer ministro de izquierdas podría funcionar como cohabitación, pero tampoco sería fácil.

Sea como fuere, Macron tendrá que aprender a convivir con la nueva mayoría que salga de las elecciones. No tendrá alternativa porque la ley francesa no permite volver a celebrar elecciones legislativas hasta un año después. Una opción que también está sobre la mesa es que el presidente de la República nombre a un primer ministro y un gobierno tecnócratas, sin políticos, que piloten el país hasta el verano del próximo año, cuando se volverían a celebrar elecciones legislativas. Según la prensa francesa, de confirmarse el próximo domingo la victoria de la extrema derecha y Macron se ve obligado a nombrar a un primer ministro y un gobierno de extrema derecha, convocar elecciones legislativas dentro de un año es una de las opciones que privilegia.

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