El análisis de Antoni Bassas: 'Isla en el desfile del 12 de octubre'
Tres nombres propios, hoy: Isla, Junqueras y Pedro Sánchez.
El presidente Isla ha logrado que su primer debate de política general en el Parlament haya sido un trámite plácido.
Ayer, a la hora de las votaciones de las resoluciones, el PSC no perdió ninguna, retiró dos que quizá habría perdido, votó algunas con Esquerra y Comuns, otras con Junts, e incluso con el PP y Vox. Y después de esta semana tranquila en el Parlament,Isla acabará la semana yendo a Madrid, mañana, a celebrar el 12 de Octubre, la fiesta nacional de España, con desfile y reverencias en el rey. A nadie le puede extrañar que Isla vaya a inclinar la cabeza al paso de la bandera española a la Castellana y que el mensaje sea “Cataluña ha vuelto”. Lo que sería más raro es que alguien creyera que aquí no ha pasado nada. Isla haciendo cola en Madrid con los demás presidentes regionales sólo puede tener una justificación práctica, desde su punto de vista: ahora viene la batalla por la financiación y necesita hacer una profesión de fe de españolidad frente a quienes le acusarán de separatista. Buena suerte.
Junqueras. La semana empezó con el exconseller Vendrell diciendo que alguien que no explica si está o no a favor de investir a Isla no puede ser un líder. Y la semana termina con Históricos de Izquierda como Puigcercós, Forcadell, Bassa, Cid, Ridao, Tresserras o Huguet apoyan la candidatura próxima a Rovira, y Puigcercós se encargó de explicar una parte importante de las razones para hacerlo:
“Hablo de Oriol Junqueras. En estos momentos debemos ser conscientes de que su actitud divide. Y nosotros necesitamos sumar, necesitamos que la gente sume. Porque al día siguiente del congreso este partido debe ser fuerte y estable”.
Las simpatías personales y políticas que deja Junqueras después de trece años de presidencia entre los cuadros dirigentes del partido son descriptibles.
Y Pedro Sánchez. Cuando parecía que la semana había sido un desastre sin paliativos para el PP por la votación que afectaba a los presos de ETA, la UCO, la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil, presenta el informe que puede llevar el exministro Ábalos a juicio por el caso Koldo. Pero las revelaciones de la Guardia Civil son tan gruesas que tocan a Sánchez.
Según la Guardia Civil, Ábalos habría recibido dinero por influir en las decisiones del gobierno español de parte de la red que se benefició del rescate de Air Europa durante la pandemia. Le habrían comprado un chalet en Cádiz y le pagaban 2.700 euros al mes por el alquiler del piso de su pareja, así como dieciséis viajes de Ábalos y su pareja. Sánchez sale en mensajes varias veces, incluido lo que dice que quería recibir a la vicepresidenta de Venezuela, algo a lo que Sánchez no se hubiera opuesto.
O sea que el caso Koldo ya es el caso Ábalos, y no ha terminado aquí. Entre otras cosas porque Ábalos es todavía diputado y su voto es imprescindible para aprobarlo todo, incluidos los presupuestos. Hará falta toda la reconocida buena suerte de Sánchez para que esto no le cueste un serio disgusto.
Buenos días.