Debate de política general

Illa utiliza la geometría variable para salvar todas las votaciones del Parlament

La cámara rechaza un referendo acordado en una votación con el independentismo dividido

Imagen del pleno del Parlamento de este jueves

BarcelonaSalvador Illa llegó al Palau de la Generalitat con una mayoría frágil y apretada: 68 diputados que eran la suma de los diputados del PSC, ERC y los comunes. Esa misma mayoría le ha servido en su primer debate de política general para sacar adelante propuestas de resolución que defienden el acuerdo por la financiación singular pactada con los republicanos, la regulación de los alquileres de temporada o el traspaso de Cercanías. Sin embargo, los socialistas se han servido de una geometría variable validar todas las resoluciones que ha presentado. Ha habido votaciones que las han salvado con los votos de Junts y otros con alianzas a priori poco naturales en las que ha sumado los votos del PP y los comunes, como es el caso de una proposición que defendía sacar adelante las "acciones necesarias para recuperar el liderazgo económico de Cataluña" o también en el ámbito de la digitalización.

Pese a haber llegado al pleno con propuestas por separado sobre la financiación singular, los socios de investidura han acabado afianzando uno de los acuerdos que llevó Isla al Palau de la Generalitat. Como era previsible, no han logrado sumar Junts. Los de Carles Puigdemont han vuelto a marcar distancias con el pacto entre el PSC y ERC y se han parapetado tras su propia propuesta de "concierto económico", en una resolución que el Parlament ha tumbado y que, explícitamente, apostaba por que Catalunya salga del sistema de financiación común. Esquerra, que defiende que su pacto con el PSC supone ambas cosas, ha votado a favor. El Parlamento tampoco ha avalado la propuesta del PP de negociar una nueva financiación para Catalunya con el resto de autonomías. Donde el PSC ha logrado poner a su lado tanto a Junts como a ERC es en la defensa de la oficialidad del catalán en las instituciones europeas.

El aeropuerto de El Prat y el Hard Rock

Juntos no ha estado con la financiación, pero han vuelto a aflorar las coincidencias con el PSC, especialmente en temas más genéricos. "Revisar y actualizar la eficiencia, eficacia y justicia de la cesta de los tributos propios", por ejemplo, o "impulsar medidas urgentes para garantizar el acceso a la vivienda a jóvenes y familias vulnerables".

En cambio, en cuanto a la ampliación del aeropuerto no ha habido posición común, a diferencia de otras ocasiones en el Parlament. Los socialistas han votado en contra de la proposición de los junteros sobre esta cuestión porque pedía el traspaso integral de la gestión del aeropuerto a la Generalitat. Haciendo equilibrios, el PSC sí ha votado a favor de las resoluciones del PP (junto a Vox) y de ERC sobre esta infraestructura. La primera pedía convertirlo en un hub internacional y la segunda instaba a la Generalitat a "modernizar" el sistema aeroportuario catalán teniendo en cuenta la sostenibilidad territorial y la reducción de emisiones contaminantes con "nuevo modelo de gobernanza" en el que el Govern sea "un actor determinante". La misma fórmula que PSC y ERC utilizaron para el acuerdo de investidura.

El Hard Rock ha sido otra de las patatas calientes. El macrocasino ya no tiene los apoyos suficientes en la cámara catalana, porque el Parlament ha instado al Govern a "no facilitar" este proyecto: se han aprobado dos propuestas del PSC y de los comunes que prevén el incremento del impuesto del juego , como también se fijó en los acuerdos de investidura. Pero en ese mismo ámbito el PSC ha jugado un papel ambivalente porque se ha abstenido en una propuesta del PP que reclama aprobar el Plan Director Urbanístico del Hard Rock y el informe ambiental antes de un año. Pero la propuesta no ha prosperado.

El independentismo, dividido

Los socialistas no han perdido votación alguna, pero también es verdad que han retirado dos: una sobre el mundo local y otra que apostaba por resolver el conflicto político con el Estado buscando fórmulas de consenso en la sociedad civil. En ninguna de las dos tenían la mayoría garantizada y probablemente habrían sido la mancha negra de las votaciones para el Gobierno.

En vez de defenderla ante la cámara, el PSC ha optado por apoyar la propuesta de los comunes sobre la amnistía, más tibia que la que han presentado los grupos independentistas cargando contra el poder judicial. De hecho, Junts, ERC y la CUP sólo se han puesto de acuerdo para presentar conjuntamente la resolución que exigía la aplicación inmediata de la ley de amnistía, pero que no ha salido adelante porque el PSC ha votado en contra. La alianza independentista también se visibilizó a la hora de rechazar la monarquía en una resolución que tampoco salió adelante porque el PSC votó en contra junto al PP y Vox.

La pérdida de la mayoría en la cámara ofrece la fotografía de un Parlamento que ya no defiende el derecho a la autodeterminación ni el referéndum. La resolución de ERC que hablaba de ello ha quedado rechazada, con el voto a favor de la CUP, la abstención de Junts y el voto en contra del resto. Tampoco ha sacado adelante una propuesta cupera que defendía la ruptura con el Estado.

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