El análisis de Antoni Bassas: 'Mujer y catalana, pero piensa hacer cumplir la ley de amnistía?'

Por muchas y justificadas razones, la noticia del día es ésta:

Una mujer será presidenta del CGPJ y del Tribunal Supremo. Nunca había pasado, ni en 200 años de Supremo y ni en 40 años de CGPJ. O sea que ya era hora. Fíjense en que el 57% de los jueces son mujeres. Que en la última promoción, el 73% de los nuevos jueces eran juezas. Pero cuando se reunía la cúpula del poder judicial, en la foto todo eran varones. De la nueva presidenta, Isabel Perelló, destaca hoy que es mujer y catalana. En efecto, nació en Sabadell hace 66 años, en 1958. Y también destacan que es progresista, afiliada a la asociación Jutges per la Democracia. Ha trabajado en juzgados de Menorca y Cataluña. Mujer, catalana y progresista, vale, pero según Ernesto Ekaizer, hoy en El Periódico, Isabel Perelló Perelló no está de acuerdo con la ley de amnistía (“no comulga”, dice el periodista). Y en un ámbito más personal, La Razón cita fuentes del Supremo para llegar a afirmar que "aunque en su familia hay muy independentista, ella no lo es", y es una feminista tradicional, moderada y razonable, no radical ni combativa.

A Isabel Perelló le estamos intentando encuadrar a partir de lo que sabemos, pero más allá de su historial, lo más importante es otra cosa: los jueces hablan a través de sus sentencias, de sus providencias, de sus decisiones. Y aquí, la pregunta sólo puede ser una: ¿piensa Isabel Perelló, la nueva presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial, hacer cumplir la ley de amnistía? ¿Piensa velar por que todos los jueces implicados, sin excepciones, atiendan al espíritu y la letra de la ley y dejen de boicotear una norma aprueba por el poder legislativo? Por sus sentencias los conoceréis, podríamos decir adaptando la cita bíblica.

Mañana la oiremos por primera vez, porque justamente mañana (y por eso escogieron ayer a una presidenta, a toda prisa después de meses), Perelló debe hablar ante el rey en la inauguración del año judicial. Le deseamos los mayores aciertos, pero el poder judicial ha mostrado un sesgo tan politizado, y ha actuado tanto como el brazo del "por ellos" que años atrás habría sido el ejército, que necesitará mucha autoridad e independencia de criterio para revertir esa inercia lamentable.

Buenos días.