Poder judicial

La catalana Isabel Perelló, nueva presidenta del Poder Judicial

Magistrada de la sala tercera del Supremo, es la primera mujer que ostenta la máxima autoridad judicial del Estado

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La nueva presidenta del CGPJ y el Tribunal Supremo, Isabel Perelló, en una imagen de archivo

MadridLa magistrada del Tribunal Supremo Isabel Perelló Doménech (Sabadell, 1958) tomará posesión este miércoles como presidenta del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el Tribunal Supremo. Es la primera mujer en serlo. Perelló habla catalán, castellano, portugués e inglés y empezó su actividad jurisdiccional en Maó (Menorca), en la Audiencia de Barcelona y en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Vivió muchos años en Galicia y estudió en la Universidad de Santiago. Sirvió en la sala contencioso-administrativa del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía y en la Audiencia Nacional (1993-1994) y también fue letrada en el Tribunal Constitucional (1994-2003). En el Supremo entró en el 2009. Fuentes jurídicas que le han tratado destacan su "solvencia jurídica" y la definen como "sensata". En 1984 ingresó en la carrera judicial en la cuarta posición de su promoción. En su paso por el Supremo ha coincidido con la actual ministra de Defensa, la jueza Margarita Robles, con la que comparte amistad.

El pleno del órgano de gobierno de los jueces lo ha escogido por 16 votos de los 20 integrantes que lo forman. Miembro de la sala tercera del alto tribunal, la que se ocupa del área contencioso-administrativa, ha surgido como la candidata que ha permitido romper la división entre el bloque progresista y el conservador. Este lunes el órgano de gobierno de los jueces decidió abrir la lista de candidaturas a otros nombres para superar el bloqueo que se alargaba desde finales de julio y los vocales se emplazaron para desatascarlo esta mañana. En una primera reunión se acordó someter a votación dos perfiles: Isabel Perelló, que es quien suscitó consenso, y Ana Ferrer, por quien apostaron cuatro vocales del sector progresista que quisieron reconocerle su predisposición, según explica un de ellos en el ARA.

El principal objetivo de la institución era llegar al jueves con la presidencia elegida, ya que es el día que se celebra el acto de apertura del año judicial y desde 2019 que el discurso inaugural lo habían pronunciado presidentes interinos del Supremo y del CGPJ. Ahora, por vez primera, una mujer será la máxima autoridad judicial del Estado. El bloque progresista ponía como condición que así fuera, aunque Perelló no había estado entre sus preferencias. Lo eran Ana Ferrer, magistrada de la sala de lo penal del Supremo; Pilar Teso, y Ángeles Huet, de la tercera. Pero los conservadores se habían negado en redondo y han acabado aceptando un perfil femenino distinto. Perelló es miembro de la asociación considerada progresista Jueces por la Democracia, aunque fuentes jurídicas apuntan a que no es especialmente afín al gobierno de Pedro Sánchez.

Sin embargo, el presidente español le trasladó a través de X su "más sincera enhorabuena" y destacó que sea la primera mujer en presidir el CGPJ. "La igualdad es una columna vertebral de la democracia. Hoy España recupera la normalidad institucional", celebró. En cuanto al PP, su líder, Alberto Núñez Feijóo, celebró que los nuevos vocales acordados hace un par de meses por los dos principales partidos estatales hayan podido escoger "sin la imposición de los partidos", como subrayó también el portavoz parlamentario del PSOE, Patxi López. Han hecho falta más de tres intentos para que finalmente los dos bloques hayan alcanzado un nombre de consenso. "El PP impuso la regeneración en el CGPJ y hoy tiene una configuración y una presidencia independientes", ha dicho Feijóo, que ha contrapuesto esta situación con la del Banco de España, donde la Moncloa colocará al actual ministro José Luis Escrivá. "Donde sólo ha decidido Sánchez, hay una nueva institución colonizada", se quejó.

Los nombramientos

La principal tarea una vez que el CGPJ empiece a funcionar será llenar las numerosas vacantes que han condicionado la actividad judicial en los últimos años. Desde que Sánchez retiró las funciones de realizar nombramientos en el órgano de jueces con el mandato agotado, la administración de justicia ha notado las ausencias, que alcanzan casi el centenar. Hasta 26 son del Tribunal Supremo, con especial afectación en la sala tercera, de la que saldrá ahora Perelló. Por tanto, serán 27 en el alto tribunal, que presidirá ahora por primera vez una mujer, teóricamente progresista y catalana.

El pacto entre el PSOE y el PP para renovar la institución incluyó novedades en la elección: se deberá constituir una comisión formada por cinco vocales, que se irá renovando anualmente y que elegirá a los candidatos “garantizando una valoración objetiva basada en su trayectoria profesional”. Este grupo propondrá al pleno los nombres a escoger y deberá llegar a una mayoría de tres quintas partes para designar a los nuevos magistrados del Supremo, los presidentes de los TSJ autonómicos y de sus salas, y los presidentes de las audiencias provinciales y de sus salas.

La necesidad de esta mayoría reforzada hace que los vocales conservadores del CGPJ, 10, tengan en su mano la posibilidad de bloquear nombramientos –en sentido contrario también los progresistas–, lo que implica que será difícil dar la vuelta a las mayorías que puedan existir en los altos estamentos judiciales. La regeneración a la justicia que Sánchez y la izquierda ha reclamado requiere cambios más profundos en el acceso a la carrera judicial que, por ahora, no se han impulsado.

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