El análisis de Antoni Bassas: 'Sólo su mujer puede convencer a Biden para que pliegue'

¿A cuatro meses de las elecciones puede cambiarse de candidato, cambiarse de caballo a medio pasar el río? Sólo la mujer de Biden, Jill Biden, puede convencerle para que pliegue, pero ella era la primera partidaria que se volviera a presentar

Houston, tenemos un problema. En el debate con Trump de esta madrugada, Biden no ha eliminado las dudas sobre su capacidad para dirigir al país. Biden ha hablado con dudas, con obstáculos para acabar algunas frases, a veces con una voz tan flojita que no podía entenderse, cerrando los ojos para concentrarse. Lo que decía tenía sentido, pero lo decía con dificultades.

Trump, en cambio, ha aparecido como se le ve siempre, seguro de sí mismo, arrogante, pincho, desagradable, exagerado y mentiroso.

Lo peor del caso es el siguiente: como hace cuatro años Trump interrumpió a Biden constantemente, para el debate de esta madrugada el equipo de Biden impuso a los organizadores que cuando uno hablara el otro tuviera el micrófono apagado y así no pudiera interrumpirlo. Y eso ha hundido a Biden, porque Trump esta vez, en vez de interrumpir, así que ha visto que Biden se tropezaba, se limitaba a callar y le miraba atentamente, disfrutando de los problemas de su rival. Encima, cuando hablaba Trump y el realizador mostraba la pantalla partida, se veía a Biden escuchándole como desorientado. Vean este momento:

Algunos de los momentos en que Biden tartamudea y duda

Y eso no es todo: el debate de esta madrugada ha sido el rostro presidencial de la historia que más se ha adelantado a unas elecciones. Las elecciones son dentro de cuatro meses, el 5 de noviembre. ¿Por qué Biden quería un debate en junio? Pues por enjuagar cualquier duda sobre la viabilidad de su candidatura y rematar a Trump, al que acaban de condenar y que puede acabar en prisión. Pues le ha salido al revés: Biden ha hecho sufrir, está haciendo dudar a sus propios electores y ahora no se hablará de nada más que de esta mala actuación durante más de dos meses, porque el próximo debate está fijado para el 10 de septiembre .

¿Resultado? Esta mañana incluso el progresista The New York Times explica que voces influyentes del Partido Demócrata se han planteado cambiar de candidato. La palabra más utilizada esta noche ha sido pánico. Pánico entre los demócratas por cómo pueden ganar con un presidente en estas condiciones. ¿Pero a cuatro meses de las elecciones puede cambiarse de candidato, cambiarse de caballo a medio pasar el río? Sólo la mujer de Biden, Jill Biden, puede convencerle para que se pliegue, pero ella era la primera partidaria que se volviera a presentar.

En una encuesta flash de la CNN, organizadora del debate, el 14% de la gente ha dicho que se repensará su voto, y eso, en una elección en la que Trump va por delante a más de la mitad de los estados que pueden inclinar el resultado por su parte, puede ser un grave problema para Biden.

A ver, esto ha sido un debate, faltan cuatro meses, pero el presidente candidato a la reelección ha encendido todas las alarmas. Todas las alarmas que todavía no estaban encendidas, porque ya hace meses que mucha gente se pregunta si no tienen a nadie más en un país de 333 millones de personas.

Hoy Vox, Meloni, Le Pen, Orbán, Aznar, Ayuso y toda la ultraderecha se siente más fuerte.

Trump ha mentido a saco, diciendo cosas como Biden ha abierto las fronteras a presos, a gente que estaba en manicomios, a terroristas. Biden ha dicho que Trump no tiene ni idea de lo que habla y que todo lo que dice es mentira, que duda de que Trump pueda aceptar el resultado electoral porque no puede aceptar perder. Trump ha contestado, la tercera vez que se le ha tenido que preguntar, que aceptará el resultado si las elecciones son limpias. Vienen cuatro meses muy duros en América y quién sabe si cuatro años muy duros para el mundo.

Buenos días.

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