El análisis de Antoni Bassas: 'Sánchez se ha hecho un lío que españoliza la campaña'
Esta mañana he tenido interés en escuchar la entrevista que Àngels Barceló le ha hecho a Pedro Sánchez en la SER. Quería comprobar si después de dormir, Sánchez era capaz de explicar mejor que ayer qué proponía él, que es el presidente del gobierno español y tiene instrumentos a su alcance, para conseguir el tan noble propósito de la regeneración democrática.
Y la verdad es que no, que Sánchez no tiene respuestas ni tiene propuestas. Sánchez se ha envuelto, en dos sentidos. Se envuelve porque da vueltas a los mismos argumentos de víctima de la guerra sucia judicial y mediática, y se envuelve porque se viste con la bandera de los bonos contra los malos, en un llamamiento que más que a la regeneración está en la confrontación a la derecha desde la izquierda. Sánchez no se quita de encima la incomodidad que provoca en quien le escucha el que hable de la máquina del barro ahora que el problema le ha tocado a él ya su mujer. Y ahora sí, ahora habla de 'lawfare' (de guerra judicial) y de 'policía patriótica': “¿Qué he sufrido 'lawfare' en el pasado? Es evidente, sin lugar a dudas. De hecho, lo han dicho medios de comunicación con datos y pruebas, no estamos hablando de informaciones no contrastadas. Han publicado con hechos que yo he sido objeto de espionaje de la mal llamada 'policía patriótica' del señor Rajoy en el 2014, cuando fui elegido secretario general del PSOE. Pero, afortunadamente, estas malas praxis se alejaron del Estado a consecuencia de la regeneración democrática que supuso la moción de censura. No hay 'policía patriótica' y estas conductas, actualmente, están judicializadas y espero que no haya impunidad y que haya justicia. Esto también será regenerar la vida democrática en nuestro país, no puede haber guerra sucia ni persecución del adversario político. Es lamentable no oír al PP decir «Lo siento»”.
Y es lamentable que no le hayamos oído a él diciendo que ha habido guerra sucia contra independentistas catalanes. No les ha citado ni una sola vez. Si la regeneración democrática depende de personajes como el ministro de Transportes, Óscar Puente, estamos arreglados.
Ayer celebró que Sánchez se quedara con ese tuit. Más frívolo no puede ser.
Ahora el PSC espera sacar beneficios de esa reflexión de Sánchez, que debe venir a Catalunya esta semana, pasado mañana en Sant Boi y el sábado en Montmeló, pero después de oírlo esta mañana tengo muchas dudas de que el votante normal y corriente haya entendido nada de lo que ha hecho estos cinco días ni perciba que Sánchez es la víctima de algo muy grave.
Y, por supuesto, existe una relación entre estos cinco días de abril y el hecho de que haya elecciones en Catalunya. Sánchez ha recordado esta mañana lo que dijo Aznar contra la amnistía: "Lo que pueda hacer, que haga". Sánchez necesita que Isla sea presidente para decir a los españoles que los independentistas ya no gobiernan y que la amnistía era un acierto, no una traición.
Buenos días.